Abri los ojos lentamente, cerrando los mismos de forma inmediata al notar la luz del sol directamente en mis ojos, tardando así unos minutos en poder acostumbrarme a tan radiante luz y cuando por fin pude hacerlo, mire unos segundos a mi alrededor, abriendo los ojos sorprendido al ver que realmente no era mi cuarto, si no un cuarto el cual no tenía ni pósters, ni baldosas, ni enchufes, si no un cuarto con un escrito, una cama, mesa de noche y un tipo coqueta a un lado del escrito y e de decir, que la distribución de los muebles hacia ver el cuarto grande.
Cuando pude procesar todo y salí de mi pequeño estado de sorpresa, pude oír el sonido del agua correr en el piso de abajo, seguramente mi madre o padre de aquí, por lo que con algo de ansias y bastantes nervios, me levanté de aquella cómoda cama haciéndola poco después y baje al piso de abajo, pasando una mano por mi cabello el cual me llegaba poco más arriba de la mitad del cuello, dándome así cuenta que en vez de tener algo de rubio, era castaño y lentamente difuminada a rubio, lo que me gustó bastante el como quedaba.
Al bajar del todo me encontré con un pasillo no muy largo, el suelo de una madera algo clara que quedaban bien con las paredes de roca. Seguí entonces el sonido del agua y después de unos segundos me encontré con una cocina amplia y lavando los platos, una mujer alta y castaña, con el pelo hasta la cintura el cual era idéntico al mío y e de decir, que le quedaba mejor que a mi. Mi ahora madre se dio la vuelta justo cuando entré a la cocina y sonrió con dulzura, tenía el mismo color de piel que el mío, básicamente una versión mia solo que mujer y más alta, lo que me hizo abrir de más los ojos sorprendido que provocó una risita de la mujer.
"Buenos días mi niño" con esas palabras la mujer se acercó a mí y plantó un beso en mi frente, lo que me hizo lagrimear suavemente, hacía mucho que nadie mostraba afecto de esa forma...Supongo que mis ojos hicieron que la mujer entrara en pánico, porque acunó mi cara e hizo que la mirara a los ojos, viendo que tenía una expresión de preocupación, "¿Estas bien? ¿Te duele algo?", Ante esas palabras, una sensación cálida se instaló en mi pecho lo cual me hizo sonreír y negué con ganas, mirándola a los ojos de igual forma, "No me pasa nada Ma, solo una pesadilla", y la mujer no muy convencida, dejo mi cara ir antes de besar mi sien dulcemente.
Después de comer, el castaño había salido a pasear y ver si se encontraba con alguno de los tres pequeños (de momento) protagonistas, o con el mismísimo hanes, había que admitir que de primeras le había agarrado tirria por como se había comportado, pero más adelante, la segunda o tercera vez que volvió a aparecer, le acabo cogiendo cariño.
Luego de estar un rato caminando y básicamente flipando con todo, se dio cuenta que había acabado a poco de la puerta que un año más tarde iban a destrozar, lo cual de primeras le apenaba bastante, sabía que durante ese año iba a encariñarse con más de uno y iba a dolerle si alguno moría.
Parpadeo un par de veces volviendo en si, habiéndose quedado mirando de más la puerta, sin haberse percatado de unas curiosas miradas. Miro rápidamente a su alrededor y suspiro agradecido de que nadie se hubiera dado cuenta que se había quedado mirando como un tontito el muro y la puerta, por lo que camino con rapidez hacia su casa, chocandose y tirando al suelo a un pequeño rubio, lo que le hizo entrar rápidamente en pánico, "¡Perdón! ¡No me di cuenta! ¡Perdón!" Y sin darle tiempo a pensar al rubio y sus acompañantes de decir palabra alguna, lo levanto como si fuera una pluma y le sonrió nervioso, ahora dándose cuenta de la sorprendida mirada de aquel trio.
Tardó unos segundos en darse cuenta quienes eran aquellos tres y de la diferencia de altura para ser unos niños, noto un calor apoderándose de su cara y oídos, por lo que levantó su camisa hasta tener tapada la mitad de su cara, avergonzado y siendo este un gesto inconsciente, "No pasa nada" cuando el rubio dijo esas palabras, el teñido levanto la mirada mirándole, notándose calentar más al ver la inocente sonrisa que el chico le ofrecía entrando en un pánico interno, "Aún así lo siento mucho" apenado hizo una leve reverencia a modo de disculpa, hasta que se levantó al sentir dos diminutas (y temblorosas) manos empujarle levemente hasta arriba "E..enserio está bien, no te preocupes... Soy ArminArlet" cuando el rubio se presentó, todo rastro de vergüenza desapareció en el teñido y agarró su mano la cual apenas se daba cuenta que estaba levantada en su dirección, "Soy Alex Tanaka, un placer Arlet" dio una sonrisa mientras hablaba, cosa que hizo que ciertas a ciertas personas se les subiera la sangre a la cara, "¡Yo soy Eren Yaejer, ella mi hermana Mikasa Ackerman!" Ante aquel grito del castaño en un intento de llamar la atención del más alto entre los tres, el dicho chico se giró a verle y ensanchó su sonrisa mientras se sentía en el séptimo cielo, ¡TENIA A SUS ÍDOLOS DELANTE!.
Después de las presentaciones y que (para sorpresa de todos) Mikasa hablara y sonriera (muy poco, pero lo hizo) se despidió de los tres, recibiendo un abrazo del castaño el cual obviamente correspondió, sin notar la mirada tan fija de cierto rubio y morena y como el castaño hundía su cara en su pecho con un suave rojo en sus mejillas, el cual disimulo cuando al separarse, se giró a ver a los otros dos para indicarles que se hacía tarde cosa que era cierta, "¿Nos podemos juntar mañana a la misma hora?" Cuestionó el rubio con timidez, alzando poco después su mirada al teñido el cual le veía con ternura y asentía, "Claro que si, nos vemos mañana entonces" y con eso se dio la vuelta para empezar a trotar hacia su hogar.
No dándose cuenta de la mirada intensa de aquel grupito puesta en el, antes de mirarse entre ellos hablando con palabras silenciosas.
se que no muchos leéis esto, pero lo que lo hacéis y esperabais aquí está nuevamente, ya e salido de época de exámenes y ya no estoy con el culo apretado <3
con el tiempo libre que tengo, pienso ponerme al día con este libro y crear otro con la misma temática yandere.
