Anna & Richard

II Richard

¿Cómo es el temperamento de mí madre? Yo diría que "bastante tranquila", aunque la primera vez que la vi enojada fue la misma noche vi a Anna.

- Señor, la señorita Rebeca espera en el auto.

-Muy bien, en cinco minutos bajo- dicho esto seguí acomodando mí corbata frente al espejo.- Esto ya me está irritando.

Al final me di por vencido y justo cuando estoy por salir, sin corbata, veo a mi madre sentada en el sillón, al parecer esperándome.-¿No regresabas con papá?

- Hablé con tu padre y le dije que primero iba a pasar a ayudarte-. Suelto una carcajada ante la premonición de mí madre.- Y no estaba equivocada, hijo... ¿Ibas a ir sin corbata a una fiesta de gala?

Me encojo de hombros restándole importancia.- No es necesaria... Además ir sin ella me da una sensación de...

- Soltero-. Sentencia mí madre.- Richard... Estuve pensando que ya es hora de que busques... Amm... en un compromiso-. Anudaba y enderezaba mí corbata mientras me decía eso.

Agarré sus manos entre las mías y la mire a los ojos.- También eh estado pensando en la idea de casarme...-. Inhalo para decirle a continuación.- Es por eso que voy a pedirle a Rebeca que sea mí esposa.

Su rostro de asombro de pronto se transformó en uno que reflejaba un enojo creciente.- ¡¿Cómo se te ocurre pensar en ella para casarte?!

Me pongo firme ante mí respuesta.- ¿Cuál es el problema? Hemos estado juntos tres años... Ya es el momento de dar el siguiente paso.

Se presiona el tabique de la nariz a la vez que cierra los parpados con pesar.- Pero hijo... Ella es una chica con un trabajo un tanto... Indecente.

No puedo creer lo que me dice. Ella que ayuda en el "Centro integral de la mujer", que la menosprecie por su pasado es algo que ella no haría.- Mamá... ¿Hay algo que no me quieras decir?

Se vuelve a sentar en el sofá con las manos en la rodilla, suspira.- Hijo, ¿La amas?.

¿Amarla?

- No mamá... No la amo, pero no es necesario... Ambos podemos convivir aún sin amarnos, sería más fácil sin los típicos celos e inseguridades de que estemos viendo a otras personas.

- Se que no debería meterme en estos asuntos pero me preocupa tu felicidad, eres mí único hijo por lo que siempre voy a estar velando por ti-. Trato de cambiar mí postura al verla bastante desconcertada.

- No te preocupes por eso... Creó que ya estoy lo bastante grande como para saber lo que quiero hacer en esta vida.

-... Lo sé hijo-. Se levanta, me da un grato abrazo y se aleja hacia la puerta.- Solo espero que este matrimonio no lastime a nadie.

Creó que ella pensó que no lo había escuchado. No me atreví a preguntar a qué se estaba refiriendo por miedo a descubrir algo.