Gabriel

capítulo I

" Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios "

-Lucas 1:30

El reloj marcaba las siete con cincuenta y siete minutos de la mañana. En la academia de artes religiosas san Fenrir a pesar de faltar escasos tres minutos para que empezaran las clases los pasillos y salones se encontraban completamente solitarios; Esto se debía a que aquel día al igual que todos los días los estudiantes tenían que asistir a una misa matutina en donde se les leían las sagradas escrituras con la intención de inculcarles la creencia y fe en dios. La misa se llevaba acabo en una hermosa catedral que estaba decorada con gran variedad de arte barroco. En el centro del templo se podía contemplar un magnífico mural donde estaba plasmada una representación de la anunciación, aquel antiguo pasaje de la biblia donde se describe como el arcángel Gabriel le anuncia a la Virgen María que se convertirá en la madre del Mesías

El sacerdote encargado de dirigir la misa se encontraba rodeado de miles de estudiantes que guardaban absoluto silencio mientras recitaba con sumo cuidado las palabras escritas sobre el libro sagrado que descansaba en un atril frente a el. Aunque la presencia del hombre beta imponía respeto su imagen se veía empequeñecida ante una poderosa figura femenina de dos metros de alto que se encontraba de pie a su lado, aquella majestuosa mujer alfa era María Reyes. Respetada y temida por todos los presentes, ella era la directora de la academia. Conocida por su gran devoción y mano de hierro a la hora de hacer cumplir las reglas tanto de dios como de la institución

Bajo la poderosa mirada de María todos los estudiantes prestaban atención a la lectura de las escrituras. No existía una sola persona que se atreviera a desobedecerla, betas y omegas solo agachaban sus cabezas en señal de sumisión cuando ella posaba sus ojos sobre ellos mientras que los otros alfas se sentían completamente atemorizados al saber que era imposible rivalizarle

Faltando un único minuto para que el horario de clases diera inició el sacerdote concluyo la lectura y dio por terminada la misa con una ultima enseñanza

—Y recuerden hijos míos, dios hizo al diablo mucho mas fuerte que el hombre, así que es nuestro deber tener fe en el creador para que el nos proteja de caer en la tentación —proclamó el hombre beta

el sonido de la campana que anunciaba el inicio de las clases resonó con fuerza por toda la institución pero los estudiantes y maestros que se encontraban dentro de la catedral no se movieron o hicieron algo al respecto. Todos los presentes tenían su vista puesta sobre María mientras esperaban ansiosos que la alfa concediera su autorización para poder salir. Después de pasados pocos segundos La imponente mujer dio un paso al frente y con un tono de voz muy alto se dirigió a la gran multitud que estaba a su alrededor

—Les agradezco mucho a todos por asistir a la lectura de las escrituras, espero que les haya servido para aprender a guiar sus vidas por el camino de dios, ahora por favor pueden dar inicio a sus clases — ordenaba María

Después de que la alfa diera su autorización la gran multitud comenzó a salir del templo de una manera muy ordenada, cuando la iglesia se encontró completamente vaciada María se dirigió al sacerdote, estrecho su mano para agradecerle por la misa y luego comenzó a caminar hacia la salida, en el momento en el que la mujer alfa se le alejó, el hombre beta sintió una gran tranquilidad y dio un profundo respiro. La presencia de la directora era algo tan atemorizante que incluso aquel hombre de dios se sentía intranquilo cuando ella estaba cerca

La alfa cruzó las grandes puertas del templo para comenzar a caminar a través de un hermoso y gigantesco jardín lleno de flores en el cual se podían observar varios monumentos erigidos en honor a los santos y ángeles mencionados en la biblia. María se desplazó hasta la entrada del edificio principal en donde se concentraban todos los salones y los estudiantes recibían sus clases