¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Veamos...solo crece de día y durante dos veces al año...-
Los murmuros incoherentes provenientes de la biblioteca era lo único que resonaba en los solitarios y silenciosos pasillos de aquella mansión.
________ después de pasar algunas horas con Keith volvió a su hogar a dedicar lo que restaba del día encerrado en la biblioteca leyendo todo lo que encontraba sobre el lirio de araña azul.
En la mesa tenía una gran pila de libros que ya había leído y otra pila que estaba en espera por leer. Sobre la mesa al lado de él había una taza vacía que anteriormente contenía un té de hierbas relajantes que su hermana le sirvió para rejalar su cuerpo por todo el dolor que estuvo soportando a lo largo del día.
Volviendo al tem principal, el omega seguía leyendo página por página aquellos libros de almenos doscientas hojas. Pero eso no lo detenía, estaba dispuesto a recolectar más información para ser de mejor valor.
-maldita sea...━su lectura se vió interrumpida por un insoportable dolor en su cabeza.-
Inhaló y exhaló repetidas veces para calmarse y hacer que el dolor disminuyera almenos un poco. Sus feromonas cambiaron dráaticamente a ser mucho más débiles y menos 'dominantes'.
Pues quien sea que pasara a su lado notaría que de sumiso no tenía casi nada, y eso se notaba tanto en sus feromonas como en su simple presencia.
De sus bolsillos sacó unas pastillas para ingerirlas sin siquiera una gota de agua, algo que le asqueó un poco pero era mejor que seguir soportando el dolor.
Al pasar de unos minutos decidió acomodar los libros donde anteriormente estaban, asegurándose de que estén ocultos y nadie sospeche de que ahí se encuentran. Terminando aquello, salió de la biblioteca directo a su habitación de nuevo.
Mientras caminaba por los pasillos se topó con una de las sirvientas, específicamente Kiyoko, una chica bastante asustadiza y que no le gustaba alzar la voz.
-Oh, joven Ketsueki. Su habitación ha sido limpiada y de nuevo rellenamos su cajón con supresores━le dijo, haciendo una pequeña reverencia hacia su persona.-
Casi lo olvidaba por completo, pues su celo estaba por llegar dentro de dos meses y medio. Pero ahora no era importante para él, así que solo musitó un pequeño 'gracias'.
-Por cierto, eviten que mi madre y Akane se encuentren a toda costa━la sirvienta aceptó y se retiró en silencio.-
Siguiendo su camino a su habitación, entró casi dándole un infarto al encontrarse a Muzan ahí dentro.
-¿Qué no se supone que vendrías hasta dentro de dos días?━exclamó algo enojado e irritado, pues lo que más quería era descansar.-
Muzan lo ignoró completamente y solo se acercó a él para tocar su hombro.
-Vayamos a la ciudad, necesito que me muestres algo.-
Lo maldijo en su mente de mil y un maneras, ¿acaso no se daba cuenta de las feromonas que soltaba y que indicaban que no estaba de ánimos?
-Diablos, esta bien. Espérame un momento━se safó de su agarre para encerrarse en su baño.-
Se lavó el rostro con agua fría para despejarse de todo y simplemente volverse a cambiar de ropa, esta vez siendo una yukata para no levantar sospechas. Después de todo, nadie en la ciudad lo había visto pasear con algún alfa (sin contar a Ikari) y sería raro verlo vestir tan 'flojo'.
Abrió la puerta de nuevo solo para encontrarse el cuarto vacío, seguramente Muzan salió en cuanto él entró al baño. Le restó importancia y continuó su nuevo camino de ir hacia el piso inferior, específicamente a la entrada principal.
Justo como lo esperaba, en la entrada ya se encontraba aquel demonio de ojos rojos. Soltó un largo suspiro y solo se limitó a colocarse al lado del alfa, esperando cualquier señal de él.
-Muéstrame todas las familias importantes de por aquí.-
Básicamente le exigió, frunció su ceño de maa gana y solo empezó a caminar entre las personas para guiarlo, mirandolo de reojo de vez en cuando para no perderlo de vista.
-¡Ten cuidado por donde vez, idiota!━un alfa en estado de ebriedad chocó por accidente con Muzan, siendo perceptible el intenso olor a alcohol.-
El pelinegro hizo su mano un puño, alertándolo ya que sabía que era posible que armara un escándalo solo porque aquel idiota chocó con él.
-¡Lo siento mucho, por favor discúlpeme!━habló por el más alto, haciendo una pequeña reverencia y sonriendo de manera dulce.-
Aquel desconocido solo soltó un bajo murmuro insultando al demonio y largándose de una buena vez de ahí. Una vez así, _______ dejó de sonreír y antes de que Muzan pudiera seguir su camino lo tomó por la corbata para bajarlo a su altura. El ceño fruncido de ambos era notable, pero parecía que a Ketsueki no le aterraba ni un poco, sorprendiendo de cierta manera a Muzan.
-escúchame bien━soltó parte de sus feromonas que denotaban lo furioso que estaba━Cuida tus acciones y palabras, no quisieras que acabemos el trato, ¿o si?-
Sin esperar su respuesta lo soltó de la corbata para seguir caminando como si nada hubiera pasado.
Kibutsuji veía al omega irse, nunca antes algún 'civil' y mucho menos un omega se había atrevido a encararlo, sin importar el hecho de que supieran que era nadie más ni nadie menos que el Rey de los Demonios.
