4 La Invitación

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Lamentablemente no sé bailar, siendo sincera no lo he intentado ahora que soy mayor, pero siempre que hago algo por primera vez soy pésima, además no estoy acostumbrada a interactuar con chicos, tampoco me interesa, así que le respondo de la manera más sutil que puedo.

—Gracias, pero no estoy interesada.

𝑂𝑘 𝑡𝑎𝑙 𝑣𝑒𝑧 𝑒𝑠𝑜 𝑛𝑜 𝑓𝑢𝑒 𝑚𝑢𝑦 𝑠𝑢𝑡𝑖𝑙 

Ser blanda nunca fue una de mis características principales.

El chico me da una pequeña sonrisa de boca cerrada y responde—No necesitas estar interesada para bailar, podemos bailar como amigos, pero no te preocupes tal vez en otro momento.

Asiento con mi cabeza y pienso en que quizás soné un poco desubicada, pero también notó que ha sabido contestarme sin perder esa tranquilidad que lo caracteriza. Después de esa pequeña y algo extraña interacción aparece zanahoria y el otro chico con las bebidas.

—¡Os trajimos los mejores tragos que había!— dice zanahoria y me pasa una copa de cóctel, de un color bastante peculiar, nunca antes ví un trago azul.

Acerque el vaso a mi nariz he hice una pequeña mueca de disgusto, no es un olor que sea de mi agrado.

—¿Sabes de qué es? —pregunto.

—Su nombre es piscina y contiene vodka, es delicioso—me responde mientras toma un poco de su vaso.

Yo tome un poco y claramente no me gusto para nada, así que me dispongo a comer los pequeños trozos de fruta que traía la copa incluida.

—¡Hasta el fondo!—dice el de cabello ondulado tomándose casi todo lo que había en su copa.

—Calmate salvaje no quiero que te emborraches —dice el otro chico quien alejó la copa de su boca. 

—¡Ahg! No te preocupes, yo tengo el control— dice para seguir tomando de su copa —No sé ustedes pero ¡yo quiero bailar! —dice y se retira hacia el primer piso, su amigo me da otra pequeña mirada y luego se va junto al otro.

—¡Ven vamos a bailar! —dice Elena tratando de jalarme para seguirla pero me suelto de su agarre.

—No, muchas gracias pero paso.

—¡Vamos! Si no te vas a aburrir—hace puchero. 

—Mmm, si me animo después bajo y te acompaño, pero ve y diviértete.

—Bueno, cualquier cosa me dices.  

En cuanto zanahoria se fue me senté en una silla que había a mi lado, lentamente echó un vistazo al lugar, me gustaban los colores de las luces mimetizados con la oscuridad de las paredes, me levanto de la silla y me acerco a la escalera, miró  hacia abajo buscando a Elena, veo que ya ha hecho amistades, me impresiona su capacidad de hacer amigos tan rápido, a diferencia de mí, pues me cuesta toda una vida, escucho unas carcajadas y dirijo mi vista al otro lado, puedo ver al chico de cabello ondulado bailando con un gruño, me daba gracia cómo Erick trataba que su amigo no se pase la mano con las copas.

Me quedé sentada viendo como toda la gente bailaba, cantaba, y se divertía, me daba algo de pena, me sentia inutil al estar sentada sin hacer nada más que escuchar la música, cierro mis ojos para desconectar y me concentro en la música, cuando los abro pienso que es un bonito lugar para dibujar, así que sacó el móvil de mi bolso para tomar una foto y dibujarlo en casa, pero al encender la pantalla mis ojos se abren como platos, eran las 3 de la madrugada, tenía llamadas perdidas de Bruno y también de...Arturo.

Joder...

Me levanto lo más rápido que puedo y bajo al primer piso apartando a toda la gente de mi camino hasta que por fin salgo del lugar.

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