Hoy es mi último día aquí.
He soportado mucho, así como él me ha soportado a mí.
Ambos estamos frustrados por el punto en el que está nuestra relación.
Cada vez más y más deprimente, pero no podemos dejarnos y no queremos, ese fue nuestro juramento, firmado con sangre.
Han sido largos años a su lado, preciosos pero tortuosos años, en los que he podido ver reflejados mis mayores miedos.
Ya no me puedo librar de él, mi única alternativa es la muerte, pero mi vida le pertenece a él.
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Ya está decidido, lo vamos a hacer, nos vamos a matar, ya está todo listo.
Estoy feliz, nerviosa y ansiosa, voy a poder experimentar ese "más allá" con la persona que amo.
Él es la persona más indicada para terminar con mi vida, me ha destruído, y quiero que lo haga hasta el final.
Adiós querido mundo, no pude experimentar mucha de tu grandeza, todo por entregarle mi vida a él, pero no me importa, estoy satisfecha, me siento segura, pero... Lastimosamente, también vacía.
De todas formas, ya no tengo de qué arrepentirme, ya lo hicimos, estamos esperando nuestra muerte mientras nos ahogamos en un glorioso pero sofocante abrazo.
