Secrets [one shots-kaynea]

Que mas da

El día recién comenzaba y yo quería que termine, despertar con ese ardor en el pecho me daban ganas de volver a dormir y no despertar hasta que todo haya pasado. Pensar que tenia que seguir, con una sonrisa falsa e ignorando el dolor en el corazón constante.
Tal vez mi mayor imperfección era ser tan transparente, porque ahora en los días como estos en lo que me siento terrible con todo, fingir es lo peor, me es simplemente imposible.
Te veo por todos lados, mis amigos que son los tuyos también hablan de vos sin saber que es lo que me pasa a mi, que es lo que nos paso a nosotros. Verte fingir y saber que te sale mucho mejor que a mi, puede que te duele menos pero los dos sabemos que tenes un don para esconder tus sentimientos, ese es tu personaje de gangsta sin corazón.
Las ganas de decirte todo lo que se me pasaba por la mente no me faltaban pero no podía, cuando vos estabas enfrente yo simplemente no podía hacer nada, el aire se retenia en mis pulmones y el nudo en la garganta no me permitía decirte una sola palabra. 
Todo parecía tan difícil que me tenia cansado, hace semanas que el salir de la cama me costaba como nunca antes, no dormía siquiera pero el salir afuera me abrumaba, el verte y escucharte me hacían querer quedarme abajo de mis sabanas por una eternidad. ¿Como se supone que voy a dormir si no estas a mi lado? 

La conexión que teníamos parecía haberse desvanecido con los días, y la electricidad que sentíamos al estar juntos ahora solo me producían dolor. Todo se había ido tan rápido y ahora me encontraba solo, buscando respuestas, intentando mejor, pero solo empeoraba.
Mis amigos se comenzaron a preocupar después de un tiempo, para mi mala suerte tenían la llave de mi casa y no los escuche llegar. Estaba en mi cuarto llorando desconsoladamente, intentando que esa presión en el pecho se vaya, que el dolor y ardor en el pecho no me estén esperando en todos los amaneceres para abrumarme.
Sentía miedo, miedo de que la sensación no se vaya, que todo lo que tuvimos se quede en mi cabeza por siempre pero que nunca mas pase lo que pasó, ni seamos lo que fuimos.
Por un lado agradecí internamente a mis amigos por simplemente abrazarme e intentar ayudarme sin invadir mi privacidad, ni adentrarse en temas que ya no quería hablar, pero por otro lado maldije que vos supuestamente sos otro amigo más y te enteraste lo mal que la estaba pasando. No quería que esta historia tenga mas capítulos, si por mi sería me iría lejos por un tiempo, pero no quería estar mas solo de lo que estoy.    

Llegaste, después de varios días de que los chicos me encontraron llorando, no tenias la llave así que baje a abrir sin esperar que seas vos. A esta altura yo no sabia si vos me odiabas o el universo le gustaba verme sufrir.
Que mierda hago.
Si estaría en otro lado me iría al baño a esperar calmarme un poco y tratar de que se vaya el nudo en la garganta, pero como estaba en mi casa no podía simplemente dejarte ahí solo. Tome la decisión  mas prudente.

—Joaquín casi me rompes la nariz—. Bueno, capaz no era tan prudente cerrarle la puerta en la cara con todas mis fuerzas, pero supongo que iba a funcionar.— Dejame entrar Joa, quiero que hablemos.

Espere unos buenos cinco minutos esperando que el sujeto se vaya de mi hogar pero efectivamente seguía esperando que le abra.

—Te juro que solo me escuchas y si querés después me mandas a la mierda y me voy, te juro que no te jodo mas.

Después de unos minutos decidí ceder ante la oferta, abrí la puerta y estaba ahí, como mierda es que quería verlo por toda una vida y a la vez no verlo nunca mas.

—Pasa, sentate en el sillón, voy a buscar algo para toma.—Dije serio.

Lleve dos latitas de energizante, las deje en la mesa que queda delante del sillón y me senté a una distancia considerable. Sentía la pena en su mirada, sabia que me veía miserable pero las miradas de lastima no me ayudaban en absoluto, era como si me confirmaran que claramente se notaba lo mal que estaba. 

—Yo, quiero explicarte que paso y me cuesta sincerarme pero quiero hacerlo hace mucho tiempo, solo te voy a pedir que me escuches aunque no entiendas algo simplemente escucha, y después podes preguntarme, quiero aclarar las cosas de la mejor forma.

—Esta bien, te escucho.

—Mira, yo se que fui yo el que termino todo y te dije que había otra persona, que lo nuestro era una confusión. Se que nuestra relación fue rara y que la pasaste mal teniendo que ocultarle a todos lo que había entre nosotros, pero yo nunca quise hacerte mal, nunca siquiera pensé en que podría dañarte eso, el miedo me gano y no supe como controlar todo lo que me estaba pensando. Me jodes la cabeza de la mejor forma que puede haber, pero cuando te vi sufriendo porque nuestra relación era un secreto supe que yo no podía hacerte mal por mi miedo.—Tomó una bocanada de aire, cerro los ojos por unos segundos, él también era transparente. Nunca le gusto admitir sus sentimientos.—Desde el primer momento que te vi supe que no me perdonaría lastimarte, primero fue por amistad y después fue algo mas, pero mi promesa seguía intacta. Yo no se que pensé pero creí que lo mejor seria alejarte y que puedas ser libre, yo no estaba preparado para serlo. Fingí estar bien lejos tuyo para que vos puedas hacerlo, pero hay algo entre nosotros, no se que es pero no hay un maldito día que yo pueda dejar de pensar en vos, me duele y arde el pecho desde que nos alejamos y no puedo soportarlo. Entiendo si ya no querés nada mas conmigo, pero no puedo vivir tranquilo si vos pensas que yo te deje por otra persona, si pensas que nunca te ame, no busco otra oportunidad si vos no querés darmela, simplemente quiero que estés bien porque te lo mereces. Nunca conocí a alguien como vos, nunca me voy a enamorar tanto de alguien como lo hice con vos, nunca te voy a dejar de amar.

Las lagrimas se dispararon de mis ojos, como si un peso se hubiera ido de mis hombros, el pecho dejo de arder y doler tanto, ya ni siquiera sabia porque lloraba pero no podía dejar de hacerlo.
Él me abrazo, y después de tanto tiempo me sentí en casa.

—Sabes que yo también te amo, pero no quiero hablar de nuestra relación hasta mañana. Esta noche quedate abrazandome y sigamos como si nada hubiera pasado, mañana te respondo a todo. Pero tranquilo que todo va a estar bien, nosotros vamos a estar bien.