Capítulo 9: Última oportunidad para ser feliz

43 2 1
                                    

Melissa y yo nos quedamos congelados, frente a nosotros está alguien con una máscara blanca y un buzo con capucha del mismo color. La tensión en el aire es palpable, y Meli aprieta mi brazo con fuerza al percibir la extraña situación.

-¿Quién eres?- pregunto, pero no obtenemos respuesta. En cambio, el desconocido saca algo de su bolsillo, una nota, la cual nos entrega.

-Debes estar bastante loco o loca para acercarte a nosotros a estas horas, podrías ser descubierto fácilmente- dice Melissa. El extraño se aleja hacia un auto estacionado a unas cuadras de mi casa.

-¿Qué crees que sea?- pregunta Mel mirando la nota.

-No lo sé, Meli-.

-Entonces léela-.

-No me apures, estoy nervioso, "No te des por vencido, tu hermano estaría orgulloso de ti, yo lo sé"-.

-¿Solo eso?- pregunta Meli.

-Sí, solo eso-.

-¿Estás bien?- me pregunta, tocando mi hombro.

-Estoy bien, pero estaría mejor si mi hermano estuviera aquí conmigo y me lo dijera personalmente- respondo.

-Y lo está, pero en tu corazón- comenta, tocando mi pecho.

-Bueno, mejor entremos y tomemos un jugo para superar el susto que nos dio ese extraño sujeto - sugiero.

-Me parece bien, entremos- acepta. Nos dirigimos a la casa y nos dirigimos hacia la cocina, donde no hay nadie, y parece que mis padres salieron con Kath.

-Por cierto, Adam, ayer dijiste que pasarías a dejarle un regalo a Alice, ¿Qué le diste?- pregunta.

-Decidí no dárselo. Unas horas antes, ella se puso distante y rechazó venir a comer conmigo - explico.

-¿Qué está pasando entre ustedes dos?- me pregunta.

-La verdad es que no sé. Siempre me he sentido solo, y su llegada hizo que ya no me sintiera así - le confieso.

-¿Estoy de más en tu vida? - pregunta con una expresión de disgusto.

-No me refería a ese tipo de soledad. Cuando ella y yo nos alejamos hace años, una parte de mí se fue con ella - añado.

-Ahora si te entiendo, ya te iba a dar un golpe. Entonces Adam, ¿te gusta mucho?- me pregunta Meli.

-Sí, Meli. Ella y yo nos complementamos tan bien... con ella me siento diferente- respondo.

-Entonces, debes buscarla y hablar sobre lo que sientes. Así podrás saber si ella también siente lo mismo por ti y te evitas ilusiones innecesarias- me aconseja.

-Lo sé. Eso haré mañana, al llegar a la preparatoria, le diré que necesitamos hablar- le digo.

-Bueno, cambiando de tema. Mira mis manos, aún siguen temblando por el miedo que acabamos de pasar. En serio, estas situaciones hacen que no pueda dormir bien por las noches, temiendo ser la próxima en caer en sus manos- comenta Melissa.

-Mírame, Meli. Somos como hermanos y no dejaré que te pase algo malo. Haré todo lo posible para mantenerte a salvo- le aseguro.

¡Toc, toc!

-¡Mierda! - exclama Melissa al escuchar que tocan la puerta.

-¡Adam! Ábreme, se me quedaron las llaves - dice Kath.

-Tranquila, Mel, es mi hermana-.

-Mejor me voy a casa- me dice Melissa.

-No, quédate a almorzar y luego te acompaño a tu casa, ¿si?- le insisto

VERDADES & MENTIRAS: Lo que acecha en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora