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Esta es la historia de mi amigo y como terminó su vida, ahora que recién comienza la mía. Izuku Midoriya es un chico común, con un aspecto común y una vida común, lo cual realmente me molestaba un montón. En un mundo donde el 80% de la población mundial tiene algún tipo de habilidad que lo hace particular y capaz, los que no tenían el poder denominado "quirk", son lo más inútil de la sociedad. Literalmente su falta de habilidad, los hace inferiores a los demás, sin mencionar que son indefensos y altamente incapaces. 


Deku, es decir, Midoriya, es un inútil sin quirk. Pero no sé qué me molesta más de él, si el hecho de que no tiene un quirk o su determinación a convertirse en el héroe número uno, sin nisiquiera tener un quirk. Es ilógico, estúpido, ostentoso, insultante. ¿Cómo puede siquiera alguien considerar ser un héroe, una posición que requiere una alta responsabilidad para ayudar a los demás, sin nisiquiera ser capaz de protegerse a sí mismo? Es algo impensable, y siempre me pareció nefasto como declaraba que sería un héroe cuando creciera. 


-¡Kacchan! ¿A donde vas?, ¡dime por favor!- exclamó el pequeño Midoriya con pasos rápidos, acercándose al rubio. 


-¡A donde no te importa!- gritó Katsuki molesto, haciendo una mueca hacia el peliverde para luego dar la vuelta y emprender su camino con grandes zancadas. 


-¡Vale, iré contigo!- esbozando una sonrisa, Midoriya siguió a Bakugo hasta llegar al parque de juegos. Cuando llegaron allí, se percataron que los amigos del rubio no estaban allí. -¿Y los demás? -preguntó, deteniéndose al lado del rubio, apoyando su peso con las manos en las rodillas. 


Katsuki observó el parque vacío en plena tarde y meditó un poco sobre lo que debía hacer. Sin darle más vueltas, caminó hacia los columpios donde se sentó en uno. Igualmente el peliverde le siguió y se sentó en el columpio de al lado, observando atento las acciones de su mejor amigo. 


"¿Por qué no te vas?" Pensó Bakugo, molesto e irritado, pero también intrigado. Porque aunque mostrará hostilidad o una actitud fría, el chico seguiría allí a su lado. 


Así procedieron a pasar la tarde en el parque en puro silencio. Midoriya haciendo preguntas de vez en cuando y Katsuki ignorando totalmente al peliverde. 


De pequeño siempre te hice entender que yo era mejor que tú. Pero tú, en lugar de enojarte o responder el insulto, decías "¡Si, Kacchan! ¡Sé que serás el número uno!" con tu estúpida sonrisa. Tu estúpida cara, tu estúpida vida. ¡Tú y tu actitud positiva ante todo! ¿Qué no ves la situación en la que estás? ¡No tienes quirk, no eres nadie! 


-Oye kacchan, ¿qué prefieres? ¿chocolate o de fresa?- preguntó el joven Izuku leyendo una revista, a quien estaba sentado sobre la mesa de la cafetería. - porfavor baja de la mesa, la vas a romper... -dijo el peliverde, ahora centrando su atención en él. -¿Qué harás si no me bajo? ¿Eh? - preguntó Bakugo, tomándole del pelo a Midoriya. -¡Basta! Por favor, no hagas eso... -exclamó, llevando sus manos a la de Bakugo, quien ahora aburrido le dejo tranquilo. Observó su alrededor viendo algunas personas que le llamaban la atención pero no encontró el valor suficiente para ir e iniciar una plática. 


-¿Quieres ir a conocer a los demás? -preguntó Izuku. A lo cual Bakugo le miró sin ánimo alguno. -No... Hoy no me siento yo... Por eso estoy aquí contigo, porque si no, hace rato estuvieras lejos de mí. -espetó Katsuki para luego pararse del sitio y dirigirse a un grupo de chicos. Midoriya observó confundido pero no extrañado, ya sabía lo impredecible que era el rubio, así que se decidió ir a otro sitio y también hacer amigos. 

Heridas que no sanan (BAD ENDING AU) (katsudeku) ONE SHOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora