Al día siguiente a los padres de Jan le llegaron un correo diciendo que tenían que hacerle un test de antígenos, Jan estaba muy atemorizado porque le tenían que meter el palito por la nariz.
Jan pensó que era lo que tocaba y que en un momento u otro se lo tendría que hacer, entonces fue cuando entraron en la farmacia local su madre le digo al farmacéutico tal cosa, acto seguido el farmacéutico introdujo el bastoncito en la fosa nasal.