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Capítulo 2: En Cuerpo y Alma.
Claire miraba las calles de Brasil con una gran sonrisa, nunca había ido a países latinoamericanos y estos le parecían muy alegres. Toda la gente bailaba con una gran sonrisa en su rostro, sin mirar a su alrededor preocupándose si alguién lo mira o está haciendo el ridículo.
-Esto es fascinante.-Dijo alegre Claire.-
-Nos alegra que te guste.-Dijo Jasper con una pequeña sonrisa.-
-Vamos descer aqui. Leve as malas para o porto, por favor.-Dijo Edward en un perfecto portugués.-
-Eso fue lo más sexy que he escuchado.-Dijo Claire con una mirada pícara.-Además del acento sureño de Jazz.-
Edward soltó una risa avergonzada, le sonrió al chófer y este se detuvo. Jasper fue el primero en bajar ofreciéndole la mano a su esposa, el cobrizo le dijo unas palabras más al hombre y el auto se fue.
-¿Qué haremos?-Dijo Claire con una gran sonrisa mirando cada parte de Río.-
-Podemos Bailar.-Dijo Edward tomándola de la cintura.-
-¡Si!-
La pelinegra dio saltitos de emoción, tomó la mano de sus esposos y los condujo hasta el centro de la calle donde las personas reían y bailaban alegres. Jasper se puso detrás de la chica mientras que Edward delante y comenzaron a moverse al ritmo de la música.
Algunas personas miraban a la pareja con una mueca entre sorprendida o confundida al ver a la pelinegra besar a ambos hombres con amor. Claire los ignoró y siguió bailando hasta que sintió como Jasper se tensó al sentir sangre, la chica volteó viendo como un hombre había caído al suelo raspando sus rodillas.
-Tranquilo, Jazz.-Susurró la chica abrazándolo y besando su cuello.-
-Que me beses así no me calma en nada.-Dijo el rubio con sus ojos un tanto oscuros.-
-Creo que es mejor que nos vayamos.-Dijo Edward con una sonrisa burlona al leer los pensamientos de su hermano.-
-¿No nos hospedaremos en Río?-Dijo Claire confundida.-
-No, donde iremos es mucho mejor y tendremos la privacidad que necesitamos.-Dijo Edward.-
Claire miró a Edward confundida, este tomó la mano de la chica y comenzó a caminar lejos del tumulto de gente. Jasper iba a su lado tomando su otra mano libre, caminaron unos minutos hasta llegar hasta un muelle donde el mismo hombre los estaba esperando en una lancha junto con sus maletas.
-Obrigado.-
Edward fue el primero en subir ofreciéndole su mano a Claire quién la aceptó sin objeciones, luego subió el rubio colocándose a un lado de su esposa. El cobrizo le dijo unas palabras al hombre y luego arrancó comenzando a manejar alejándose de la orilla.
