¿Qué mierda es el destino?

todo marcha bien

El amanecer rebosaba en todo su esplendor los espléndidos rayos del sol filtrándose por la ventana de cristal tan fino la cual se ubica enfrente de la enorme cama blanquecina en dónde se encontraban dos adultos jóvenes

Uno de ellos demasiado consternado por lo que sucedía

el rubio cenizo con cuidado recargo el peso de su cuerpo apoyándose con la parte inferior de sus antebrazos tratando de tomar más equilibro del leve mareo

No puedo creer que esto esté pasando – exhalando con pesar susurró – todo es real, no lo puedo creer, ¿realmente cambie todo?

Mire a todo mi alrededor, todo era tan distinto a todo lo que estoy acostumbrado las paredes eran blancas talladas tan cuidadosamente, finas ranuras que detallaban hermosos relieves que asemejaban a los que se utilizaban en los castillos antiguos, la arquitectura era simple pero elegante

demasiado diferente a lo que se acostumbra ver en todo Japón se notaba que el diseño fue hecho para que se acercará más a lo occidental

Por segunda vez y con más cuidado intenté salir de la cama al levantar la cobija que cubría mi cuerpo mire mi mano izquierda específicamente el dedo anular

No puede ser- expte con asombro.       
– estoy casado con Momo

Sin poder contenerme me emocioné de más, me levante saltando en silencio para no despertar a mi hermosa esposa lleve mis manos a mi cabello sujetándolo  con fuerza para comprobar que no estuviera soñando todo parecía apuntar a qué no era un maravilloso sueño

Cuando escuché un quejido de parte de yaoyoruzu me tranquilice, entonces con cuidado de no despertarla entré al baño
otra sorpresa el baño era bastante lujoso brillaba de limpio eso fue genial para mí tic de que todo estuviera en su lugar me adentre en ese extenso espacio no tuve que caminar mucho para encontrar un espejo de cuerpo completo que no importa que tanto lo mires era innecesariamente carísimo
Entonces me di cuenta

Yo era diferente

El katsui bakugo de antes había desaparecido por completo, el escuálido empleaducho de un cubículo de mierda en un estúpido banco de mierda ya no estaba, en su lugar, lo que veía en el reflejo era modestamente asombroso

Mi cuerpo había adquirido más corpulencia tenía de lejos una asombrosa espalda mis dorsales eran enormes y al girarme un poco mi frente era fabuloso mis trabajados pectorales resaltaban más que cuando recordaba en mis años de preparatoria, incluso sin siquiera hacer esfuerzo mis brazos detallaban los músculos serratos lucían demasiado al igual que los bíceps

nunca creí que mi cuerpo podría llegar a tener tal magnitud de musculatura, no obstante no fue lo único que cambio, aún que mi estatura no había cambiado a simple vista, algo que si cambio mucho fue que a través de todo mi cuerpo se podían encontrar abundantes cicatrices tanto pequeñas y algunas más grandes