CAPÍTULO 15: MALDITA MIGRAÑA

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—Desayuna rápido y te largas a clases.

Yoongi dejo de mirar a su padre y se quedó mirando su plato.

Todo le resultaba tan asqueroso y vomitivo.

Se había pasado toda la noche sin dormir y cuando al fin había empezado a cerrar los ojos, los gritos de su madre contra su puerta le habían despertado del todo. Estúpida mierda.

Los recuerdos de la noche anterior impactaron contra su mente y solo atino a pasarse la mano por su duchado cabello y cerrar los ojos. Recordó como había subido las escaleras, se había lanzado a su cama y se había pasado toda la madrugada intentando saber porque demonios después de tirarse a Hoseok, en lugar de sentirse totalmente liberado y dispuesto a continuar con su mierda de vida, se sentía más jodido que antes.

Mucho más jodido que antes.

Y también se había gastado una hora pensando en el problema que, a pesar de ser más grande, parecía no tener tanta importancia en su mente: se había follado a un hombre.

Se había follado a un hombre. Y no a cualquier hombre; se había follado a su sirviente.

¿Y eso lo hacía un maricón o no?

Sintió un revuelco en el estómago y alejo el plato de su sitio.

—No tengo hambre.

—Bien, entonces, vete de una vez.

El hombre se llevó el tenedor a la boca y le hizo una seña hacia la puerta, como animándole a largarse. Yoongi se mordió el labio para no responderle y se volvió hacia su madre, que estaba mirando hacia un lado en particular con el ceño arrugado de forma extraña.

—Hoseok, si no te sientes bien, ve y descansa, hijo.

Se quedó quieto cuando escucho eso y sintió que todos los músculos se le tensaban, ¿desde cuándo estaba Hoseok allí? Sus ojos se movieron hacia atrás, aunque no logro ver más que una sombra cerca de las escaleras.

—N-no se preocupe, señora, todo está bien, muchas gracias...

Se giró para mirarlo y lo encontró pasando una franela alrededor de algunos portarretratos y adornos de la mesa. Tenía la apariencia de estar extremadamente cansado y sus brillantes ojos lucían más hinchados y rojos que nunca. Incluso así, lucia tan provocativo. Recordó como la noche pasada sus labios se habían devorado a los suyos y su aroma se había quedado impregnada en cada centímetro de su piel.

Yoongi se levantó de su asiento y salió de la casa bruscamente, montándose en su vehículo y llegando al estúpido instituto en menos de cinco minutos. Cuando lo hizo, noto que todos los estudiantes corrían hacia un círculo en general, reuniéndose con cámaras fotográficas y celulares de último modelo. El griterío estaba a punto de asordarlo.

—Yoongi, hasta que te animas a venir, hombre.

Jimin le dio una palmada en el hombro con su típica sonrisa de oreja a oreja, colgándose la mochila en un solo brazo, mientras miraba hacia el grupo con curiosidad.

— ¿Qué carajos pasa?

—Jungkook está anunciando su relación a todo el mundo.

¿Qué demonios?

— ¿Jeon Jungkook? —YoonGi dejó caer la mandíbula y luego escupió al suelo—Que putada, ¿No le basto con decírnoslo, sino que ahora quiere hacerlo público?

El atlético deportista se mordió el dedo pulgar y se encogió de hombros.

—Dice que solo lo está haciendo para que la chica esa, este contenta y que luego piensa terminar con ella... aunque no creo que lo haga.

Inocencia Pasional | YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora