1. Una parte de mi.

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Me miro al espejo y solo veo un pequeño desastre, me gustaría ser Paris de noche con todas sus calles iluminadas, pero tan solo soy un pequeño desastre que a pesar de haberse hecho una promesa, continúa siendo suicida, un desastre que intenta aparentar tranquilidad, cambiar lo bueno por lo malo, hacer de la oscuridad una luz y de la luz hacer un camino al que seguir cuando esté perdida, pero tan solo soy una niña, una niña indefensa capaz de destruir murallas por aquel que por ella no sería capaz de construirlas; una niña asustada por si llega el día en el que toda la ceniza que ha sembrado se la acabe llevando el viento y solo queden sus recuerdos.
Y es que es así, quizás dentro del significado de madurar se encuentre el término felicidad, porque por el momento sigo siendo como un huracán, capaz de deshacerme de todo en cuestión de segundos, capaz de destruir aquello que me pertenece con un solo soplido, dejando huella tanto en los lugares más altos como en los más bajos.
Y es que, tengo la mala costumbre de derribar antes de construir, de jugar antes de tirar los dados aun sabiendo que de esa manera no ganaré jamás la partida, aun sabiendo que todo tiene su tiempo, y es que, tengo la mala costumbre de hacer las cosas sin pensar incluso cuando no hay que pensarlas, de echar de más cuando tengo que echar de menos, y de callar cuando es el momento de hablar.
Y al final es eso lo que me acaba pasando factura.
Pero también he de decir que son esas, son mis costumbres las que me han llevado a crear espacios, las que han llenado mi vida de luz, aunque suene religioso; son mis costumbres y solo ellas las que han conseguido que Romeo y Julieta no fueran la única pareja envidiada, porque que sería de mi y de tus sonrisas si cada vez que la cago no vinieras a sacarme una con ellas.
Que yo no quiero valer la pena, yo quiero valer cada una de esas sonrisas que son capaces de revivir a los muertos, quiero valer cada momento vivido a tu lado, cada palabra pronunciada desde lo más dentro; que lo único que yo quiero es valer para quererte y no para romperte, que ya derribo suficientes murallas como para derribarte también a ti y perderte.

Huracán en apuros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora