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Aveces el porvenir de familias de rangos puritanos era más opresivo de lo que se cree, y todo por el simple hecho de tener que mantener en alto el nombre de tu propio linaje pues si sucede algo, por más mínimo que sea, todos aquellos te lo remarcarán por todo tu vida.
Aveces desearía ser una persona de alguna clase de familia normal, y es que no sabia si su vida era alguna clase de historia sobre hechos desafortunados para alguien que disfrutara de ella, y es que pareciera que así era pues todas las novelas escritas por los muggles que había leído desde niño y es que aquel mundo le fascinaba con demasiada grandesa, aquellas personas capaces de nacer sin magia para así no preocuparse de mantener en alto todas las expectativas –cosa que le causó bastantes problemas– simplemente algo fascinante.
Miraba por la ventana del tren aquel paisaje tan reconfortante, agradecía estar solo para poder así apreciar su magnificencia, aún así esto no hacía que las palabras dichas por su madre se fueran, tenía tanto miedo de no quedar en la casa en la que todos aquellas personas pertenecientes a su linaje estuvieron.
<<no echarás todo este esfuerzo a perder así que más te vale quedar donde perteneces niño>>
Las palabras de la mujer no dejaban de resonar una y otra vez a modo de eco en su cabeza, tomo la libreta que había dejado al lado suyo cuando se había sentado, debía repasar los hechizos para no llegar a fallar.
—¿gustaría algo del carrito?—habló una mujer mayor, venía empujando un carrito al parecer lleno de golosinas deliciosas, el niño tuvo que resistirse a comprar algunos dulces por más que quisiera y es que le habían dicho que debía mantenerse al margen y presentable para la selección así que solo atinó a negar con la cabeza tristemente, realmente adoraba los dulces.
—dentro de poco llegaremos, deberías vestirte-..—la niña se interrumpió a si misma al notar el uniforme bien colocado del (c/c)—oh veo que ya estás listo—suspiró, parecía ansiosa, eso lo pudo notar gracias a sus formas de actuar de una manera algo singular—soy Hermione Granger, ¿y tu eres?—el pequeño dudó unos segundos antes de presentarse.
—______ _______—sonrió ligeramente mientras se escogía en su asiento, hablar con otras personas no se le daba muy bien a pesar de ser una persona imperativa y habladora aunque...debía corregirlo.
—dentro de poco llegaremos a Hogwarts asi que vete preparando—y sin más palabra mediada la castaña clara siguió caminando entre todas las cabinas.
Suspiró tratando de calmar los tics que comenzaban a aparecer en su cuello y, mierda, ni si quiera se había dado cuenta en em momento que comenzó a tirar de su cabello en desesperación.
En el momento que escucho unas risas a lado suyo dirigió su mirada llorosa mientras que sin darse cuenta comenzaba a arrancarse los cabellos de su cabeza haciéndolo algo indoloro gracias a la poca atención que le daba a esto, solo temía de aquellos otros niños.
