Hermione Weasley sostuvo en sus manos la clave de su éxito.
Se trataba únicamente de una caja rectangular de madera, sin adornos, ni ornamentos, sin extravagancias. Hermione se había asegurado de que luciera completamente normal para sus hijos no se encontraran atraídos a abrirla. Aunque estaba en casa la mayor parte del tiempo (lo que no era su cosa favorita), no quería arriesgarse a que sus hijos la encontrasen. Rose había heredado su inteligencia, y Hugo les había dado ya bastantes problemas con su curiosidad. Por el tiempo, Hermione había puesto la caja sobre el baño de visitas, haciéndola pasar por una simple jabonera. Sabía que ellos no sospecharían nada de aquella caja, y sólo tendría que preocuparse de ellos en el verano, cuando no estaban en Hogwarts o en los domingos, los días de visita a la abuela Weasley.
A Ron no le había hecho mucha gracia que no les contara a sus hijos sobre lo que planeaban hacer. Estaba bien, Hermione no se preocupaba. Ella estaba segura de que estaba en lo correcto esa vez. Si hubiesen tenido que decírselo a sus hijos, habría sido un completo desastre. Hermione ya imaginaba las rabietas. No sabría cómo empezar tampoco, Rose era muy explosiva y Hugo era bastante sensible, como una balanza. Hermione todavía guardaba dudas incluso. No se había atrevido a mencionarlas a Ron, puesto que él había estado ocupado en el Ministerio y Harry había estado investigando para conseguir más información sobre el tema. Había estado bastante obstinado últimamente, incluso más de lo normal. Si algo había aprendido Hermione de Harry en sus años de Hogwarts, era el tamaño de su terquedad. Harry era cabezota, muy cabezota, y Hermione estaba segura de que, una vez algo entraba en su cabeza, no salía jamás, así que no había sentido de intentar persuadirlo de su opinión. Además, Hermione sabía, Harry tenía suficiente con el trabajo y Ginny para darle mucho tiempo al plan.
Harry había comentado una o dos veces que había tenido problemas con Ginny, pero Hermione no se preocupaba demasiado. Era normal que tuvieran conflictos, como Ron y ella. Aunque los suyos fueran algo mayores en magnitud. De cualquier manera, la mayoría del tiempo no llegaban a terceras y uno de los dos llegaba a disculparse para evitar terminar matándose mutuamente. Nada había cambiado mucho desde que habían salido de Hogwarts. Sí, tenían trabajos, tenían hijos, pero su amistad no había flaqueado. Aún seguían siendo esos chicos problemáticos que por alguna razón terminaban involucrados en prácticamente todo. Y seguían involucrados en todo, casi.
Miró la caja con algo de emoción anticipada. Cuando Harry les había contado lo que había estado pensando, Hermione se había negado sin haberle dado oportunidad de mencionarlo de nuevo. Harry siempre había sido impulsivo, y Hermione había creído que se trataba de otra de sus ideas alocadas. Las aventuras ya se habían acabado y Hermione siempre había querido una vida tranquila. El plan de Harry era arriesgado y no había forma de saber si funcionaría o no. Hermione había estado preocupada, preocupada y aterrada. Luego de dos años, cuando Harry había sacado de nuevo el tema, Hermione había descubierto que Harry jamás se había detenido. Había estado planeando, meditando, considerando y midiendo. Hermione había estado impresionada. Harry ya no era tan impulsivo, al parecer.
Había estado sorprendida al notar que Harry había medido cada detalle, ni siquiera Hermione había encontrado una falla para su plan. Lo único que a Harry le había faltado era aprobación de sus amigos. No había directamente pedido que lo acompañaran, pero, mirando a los eventos de los años anteriores, no lo dejarían sólo en aquello, y o Harry lo sabía, o trataba de hacerse el desentendido. Tampoco era fácil para Hermione dejar sus cosas de esa manera, no era propio de ella... lo había pensado tan intensamente que le había entrado migraña, y una parte de ella aún dudaba si estaba haciendo lo correcto.
De igual manera, pensó Hermione, ya es tarde para cancelar.
Abrió la caja con cuidado. Lo único que la mantenía cerrada era una ranura y un gancho. Un segundo después, se encontró a sí misma temblando ligeramente.
Estaba segura de que se debía a sus nervios, el clima había estado cálido las últimas semanas. Con un chasquido leve, la caja de madera se abrió enteramente.

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Volver A Empezar (En Edición)
FanficY la historia se repitió de nuevo. Esta vez, lo harían todo mejor. Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a la maravillosa J.K Rowling y su imaginación. Sólo poseo cualquier cosa que no reconozcáis.