Mi Obsesión (吸血鬼)

Capitulo 2

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SAKURA

El joven de cabellos rosados se encontraba en medio del bosque, sus padres habían desaparecido misteriosamente, su abuela le habia dicho que los vampiros los habían matado. Salió de sus pensamientos, estaba sudada y cansada, habia limpiado su hogar solo faltaban unos minutos para que su amigo llegara.

Empezó un rumbo hacia lo que era un rio, se quito las prendas para luego sumergiese en el agua fría, no era muy fanática del las duchas, pero el hecho de que el le dijera que apestaba le avergonzó. Miraba las estrellas y luna llena de aquella noche.

―Sakura―la peli-rosa se sobre salto al escuchar la voz del azabache.

―Como...como sabias que estaba aquí―dijo ella cubriendo sus senos pequeños y sumergiéndose en el agua.

―Tu olor―le respondió a la peli-rosa mirando las mejillas sonrojadas.

―Ya veo..―no sabia que decir sentía la mirada del azabache sobre sus hombros―¿Me puedes dejar sola?―le pido ella avergonzada.

―Como quieras, solo quiero que sepas que tengo hambre así que agradecería que te apresuraras―dijo el, para luego dejar un vestido liguero sobre la rama de una arbusto.

*Ropa*

Pensó la peli-rosa emocionada.

―¿Es para mi?―pregunta emocionada a lo cual el azabache asintió para luego macharse.

Se apresuró a ducharse, lavo su cabello y el resto de su cuerpo, se seco y se coloco el nuevo vestido, no era nada muy exótico, era un vestido blanco y liguero sin magas. Camino hacia su casa notando como el azabache se encontraba sentado en las escaleras.

―Tardaste demasiado―le reclamo.

―Bueno es que...estaba demasiado sucia―le respondió ella sonrojada para luego sentarse a su lado―Supongo que tienes mucha hambre―el azabache asintió ante sus palabras.

La peli-rosa acero su brazo sonrojada, el azabache miro sus hermosos jades

―¿Sucede algo?, ¿huelo mal de nuevo?―pregunto ella avergonzada.

―No es eso―dijo el dejándola confundida―Me apetece morder mas tu hombro―dijo el empezando a lamer el hombro rojizo de la peli-rosa haciendo que esta sintiera cosquillas.

Sintió como los puntiagudos y filosos colmillos del azabache atravesaban su piel sin dolor alguno, cerro sus ojos para no sentir el momento incomodo, la tes del chico siempre estaba fría sin embargo cuando la mordía las mejillas de este tomaban color y su cuerpo se calentaba. Se separo de ella al estar satisfecho. Lamio de nuevo la herida de la peli-rosa para que esta sanara mas rápido.

―¿Mejor?―pregunto ella con una sonrisa y el simplemente asintió limpiando sus labios de los restos de sangre―Te mostrare mi hogar―dijo ella levantándose emocionada perdiendo el equilibrio por la reciente perdida de sangre.

Sintió los brazos del chico rodear su cintura sosteniéndola.

―No deberías apresurarte, tenemos toda la noche así que ve despacio―le respondió el haciéndola sonrojar.

―Si...―dijo ella poniéndose de pie, sentía su corazón latir rápidamente por el reciente encuentro.

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SASUKE

Siguió a la peli-rosa mostrándole lo que era su hogar

―Aquí guardo la comida, para el invierno, las conservo para cuando pase el otoño―dijo ella mostrando un cobertizo con bastantes frascos sellados―No saben muy bien además de que hacen no me de hambre por su gran contenido en calorías, pero eso hace que pueda soportar el hambre por unos dos días―dijo ella con una sonrisa.

*Se nota*

Pensó el azabache al ver el cuerpo delgado de la peli-rosa.

―Deberías alimentarte bien, mas ahora que eres mi fuente de comida tu sangre debe de ser de buena calidad―le reclamo el azabache cuando en realidad se preocupaba por el bienestar de la peli-rosa.

―Bueno es que yo, no soy muy buena en el huerto, no saco buenas cosechas―dijo ella con la mirada baja―Mi abuela era la que se encargaba de eso...―se escuchaba su voz entre cortada.

―Como sea, ¿que es eso?―dijo el tratando de distraerla.

―Es mi huerto...no es muy lindo pero sirve―dijo ella mientras le mostraba la variedad de plantas frutales, medicinales, verduras y tubérculos que cosechaba.

El azabache sigo de nuevo a la peli-rosa esta.

―Esta es mi cocina―dijo ella con una sonrisa

*¿Qué demonios es eso?*

Pensó el azabache al ver que solo era una pequeña olla arriba de leña, un cuchillo, un plato y una mediocre cuchara.

―Ahora te mostrare mi cuarto―dijo ella tomándolo de la mano para guiarlo al interior de la choza.

―¿Aquí duermes?―pregunto el azabache al ver una mata sobre paja.

―Si, es bastante cómodo―dijo ella tarándose sobre la paja, dejando al chico con una gesto de incredulidad.

―Me largo―dijo el dándole la espalda.

―¿Tan...tan pronto?―pregunto ella confundida.

―No pienso dormir en esta pocilga, mi piel se irritara por los ácaros de esa cama de porquería―dijo el haciendo que la peli-rosa se deprimiera.

―Pero...prometiste que me harías compañía a cambio de mi sangre, ¿era me...mentira?―pregunto la peli-rosa empezando a sollozar.

El azabache se alerto al ver la reacción de la chica, vio sus lagrimas correr por sus rosadas mejillas.

―Yo...―no sabia que decir, su pecho dolía al verla de esa manera, en parte sentía lastima al ver que estaba ahi sola, sin comida, sin amor y sin compañía―Me quedare―dijo el rendido ante los encantos de la peli-rosa.

La peli-rosa corrió a abrazarlo, le correspondió abrazándola por la cintura sintiendo su calidez, estaba viva..era obvio pero era una vida diferente a la de el. Se sentía extraño y no lo negaba, era como un ser de luz, cálido y sin maldad lo contrario a el.

Y al final la cama de paja no era tan incomoda, pero si sentía frio, la chica estaba dormida sobre su brazo extendido, sentía su pulso relajado, sabia que se habia quedado dormida. Era como ver a un pequeño ángel descansar

*Es muy torpe, me sorprende que siga viva...*

Pensó el azabache mientras la veía dormir, se alejo de ella con cuidado de no despertarla, pronto amanecería y tenia que volver a casa.

―¿Ya te vas?―pregunto ella somnolienta.

―Si―respondió el sin mirarla―No puedo quedarme mas tiempo, mi madre se preocupara―esperaba que la chica lo entendiera.

―Entiendo, me divertí mucho contigo―dijo ella con una sonrisa para luego abrazarlo―Ten cuidado, podrían lastimarte si te ven volando, no quisiera perder a mi único amigo...―dijo ella inflando sus mejillas haciendo sonrojar al chico.

―No soy tan estúpido―dijo el evadiendo la mirada de la peli-rosa, para luego darle un pock en su frente―Volveré antes de que te des cuenta―le dedico una sonrisa a la peli-rosa haciéndola sentir feliz.

Al llegar su mansión, encontró a su madre con una sonrisa picara.

―¿Como te fue?―pregunto ella con una sonrisa notando como su hijo se sonrojaba.

―Bien―dijo el con la mirada bajas al sentir sus mejillas arder.

―Vaya que te gusta el sabor de esa niña―dijo el levántanos del sofá―Sabes, los vampiros sentimos un sabor peculiar en un individuo en especial, se dice ser tu destinado―el menor alzo la mirada con pánico.

―Eso es imposible...―dijo el al no creer lo que acababa de escuchar―Déjate de bromas madre―al mirar que su madre no mentía corrió a su habitación con el corazón a todo lo que daba.

*Mi destinada, ¿es esa niña tonta?, no esto es imposible...*