Mi Obsesión (吸血鬼)

Capitulo 5

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SASUKE

La peli-rosa miraba en su mano caer un pequeño copo de nieve, oficialmente el invierno habia empezado.

—¿Qué sucede?—le pregunta el azabache al ver como la chica se perdía viendo aquel copo.

—Esta estación me hace sentir melancolica...no se porque—el la miro curiosa—No recuerdo nada de mis padre a pesar de que murieron no hace mucho, la abuela me decía que fue culpa de un golpe, no recuerdo a nadie—sintió como en sus ojos se acumulaban las lagrimas—Es demasiado frustrante—sintió la mano fría del azabache limpiar sus lagrimas.

—Sasuke, tenemos que hablar—el miro a su abuelo enojado por interrumpir el momento—Sakura deberías ir a tu habitación—ordeno mientras el y menor se alejaban de el.

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Como de costumbre se reunieron el despacho del mayor de los Uchihas y el primero de ellos.

—¿Qué les pasa a ustedes dos?, han estada actuando extraño últimamente—les cuestiono harto de la situacion de misterio.

—Es sobre Sakura—le informo Madara llamando la atención de su nieto—Sakura pertenece al clan de los Haruno, ¿recuerdas ese clan?—lo cuestiona y Sasuke simplemente asintió con la cabeza.

—Sakura es la ultima de ellos...logro escapar del exterminio—escucho culpa en la voz de su madre.

—No, eso no puede ser cierto...—estaba aterrado y la culpa también recayó en el.

El clan Haruno habia sido exterminado por varios clanes de vampiros, aquel evento habia ocurrido hartos de las bajas que les causaban. Aquel evento fue llamando Rosa Sangrienta. Sakura habia sido una de las pocas que habían logrado salir de ahi.

—Sasuke, ella ya no puede estar aquí—escucho decir a su madre haciéndolo rabiar.

—Ella es inocente, no recuerda nada es una niña que por nuestra culpa esta sola—les reclamo.

—Puede que ahora te parezca tierna e indefensa, pero cuando crezca será un monstro que no podremos detener solos—le aclaro Madara haciendo enfadar mas al menor.

—No podemos decir eso de ella, esta sola y no recuerda nada—trato de buscar una excusa.

—¿Y que piensas hacer cuando ella recupere sus recuerdo?— aquella simple pregunta lo hizo retroceder asustado.

—Ella es diferente—trato de excusarse.

—Sakura sigue las tradiciones de su clan sin saberlo, consume el loto rojo—respondió Madara.

—Eso no tiene nada de malo, no a matado a nadie—trato de justificarla.

—Veintiuno—llamo la atencion del menor con aquel numero—Veintiuno vampiros han caido en las manos de Sakura, sus manos están llenas de sangre—le acaloro su madre preocupada por la reacción de su hijo.

—¿Y que hay de nosotros?, dime madre ¿Quién asesino a su familia?—pregunta con un tono irónico.

—Estas jugando con fuego y cuando te des cuenta será demasiado tarde—le aclaro el mayor tratando de que el comprendiera la situacion.

—No, no la dejare sola y menos ahora que se que es nuestra culpa—respondió retando a sus mayores.

—No te culpes pequeño, ellos hicieron los mismo con muchos de nosotros—el azabache lo miro enfadado ante sus palabras.

—El solo hecho de que te pueda matar si recupera sus recuerdos, ¿no te aterra?—pregunta su madre intentando convérselo.

—¿Miedo de ella?, no para nada...ella es hermosa—los presentes se impactaron por la respuesta del menor—Si la alejan de mi o intentan tocarla no dudare en defenderla—sus ojos tomaron un color carmesí brillante haciendo retroceder a los mayores—Soy menor si, pero todos aquí sabemos que aun así mi fuerza es mayor que la de cualquiera del clan, soy su futuro rey y mientras mi padre no este yo soy el que tomo las decisiones aquí—dijo el y pronto ellos sintieron el aura pesada del menor—Les prohíbo decirle cualquier palabra de esto a Sakura, que tengan una buena noche—salió de la oficina.

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La encontró en el jardín, al parecer no le habia hecho caso al viejo de Madara, la veía alimentar a un pequeño sirvo.

—Sakura—ella lo volteo a ver con una sonrisa.

—¿Sucedió algo malo?—pregunta ella al percibir al azabache con los ojos rojizos.

—Nada, ¿te gustaria dar un paseo?—pregunta y ella asiente para luego correr hasta llegar a su lado.

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La peli-rosa caminaba su lado mientras ella se perdía viendo los copos de nieve caer, el se perdía viéndola a ella.

*No puede ser verdad, ella se ve tan pequeña, delicada, inofensiva e inocente para hacerle daño a alguien...tiene que ser mentira*

Pensaba el, pero sabia que no era así, sabia la verdad y por mucho que le doliera tenia que tener fe. Su madre tenia razón no sabia que iba a hacer cuando ella recuperara la memoria, solo esperaba que no lo odiara como el no la odio a ella.

—Es sorprendente como algunas flores puede soportar el duro invierno—dijo la peli-rosa sacándolo de sus pensamiento.

—Si—pensó el azabache al mirar a la peli-rosa, ella su hermosa flor y la protegería de todo.

—Sasuke, crees que en la siguiente vida, ¿nos encontraremos?—le pregunta ella deprimida—Yo envejecerá mucho antes que tu y me veras morir—ella tenia razón.

—El alma de los seres como yo no puede rencarnar—le acaloro—Sakura, no importa lo que pase yo siempre te buscara, en todas tus vidas yo te hare compañía y no te dejare sentirte sola—acaricio suavemente la mejilla de la peli-rosa haciéndola sonrojar—Podría reconocerte sin ningún problema—le dio una suave beso en la frente sellado así su promesa.

La peli-rosa se dejo caer sobre la nieve mirando así el cielo, estaba su lado. Tomo su mano sintiendo su calor, su vida...

—Desde que murió mi abuela, pensé que mi vida siempre seria en soledad—le acaloro llamando su atención—Me alegro de a verte conocido...sin ti no se cuanto tiempo hubiera aguantado esa vida—dijo la peli-rosa volteando su mirada para ver aquellos ojos negros.

Y sin saberlo ella también se estaba enamorando de el, se sentía bien estar junto el, su atencion, su cariño y su extraña forma de demostrar amor. No dijo nada simplemente apretó mas el agarre de la mano que tenían. Amaba escucharla hablar, amaba su forma de ser y amaba cada parte de ella.

—Ahora eres una princesa—dijo el haciendo que la peli-rosa sonriera—No te faltara nada mientras yo este a tu lado—mientras ella no lo alejara el no la dejara sola.

La atrajo hacia el con intención de sentir su calor y olor, el cual amaba. Beso suavemente la mejilla de la peli-rosa

—Sakura, ¿puedo?—pregunta el descubriendo el hombro de la peli-rosa y ella asintió dándole su consentimiento.

Clavo sus colmillos en el hombro rosado de aquel hermosa chica, sentía su vida mientras su sangre lo alimentaba, era un momento intimo que solo ellos entendían, eran solo ellos dos. Cuando sacio su hambre beso delicadamente el lugar donde la habia mordido.

La miro a los ojos, no paso mucho para que su mirada bajara a sus labios rosados y carnosos tentándolo, no quería asuntar así que simplemente le dio un beso en la mejilla, con eso le bastaba por el momento.