Prólogo

48 5 3
                                    

Estaba distraída mirando por la ventana sin escuchar la explicación de la maestra de lengua. Nunca se me había dado bien prestar atención ni enterarme de las cosas, sobre todo si estábamos en clase, era ahí sobre todo cuando a mi cabeza le apetecía viajar a otros lugares y momentos y desconectarme del presente, y porque en lengua tan solo hablaban y hablaban y a mi no me importaban esas conversaciones ni quejas de mis compañeros de clase.

- ¿Qué canción has elegido? – La grave voz de mi amiga Nydia me hizo volver al presente.

Ah sí, era verdad. La maestra días antes nos dijo que hoy trajésemos una canción en un idioma extranjero y que lo tradujéramos a nuestro idioma y lo escribiéramos en la libreta. Yo había elegido una canción que me fascinó desde que vi ese musical, gracias a ese musical pude descubrí que me gustaba mucho cantar, y esa canción fue mi primera en aprenderme de memoria y a la perfección.

- A Million Dreams – Contesté

Casi todos habían elegido la misma canción, una que estaba muy de moda en las redes sociales y sonaba en todos lados, solo les gustaba la canción por el ritmo y por que el cantante, como lo decían ellos era "raro" Y los que no habían llevado esa canción solían ser canciones muy desconocidas o en otros idiomas que no fuera el inglés. Nadie llevaba canciones como las de Taylor Swift o Ed Sheeran etc.

- Zack ¿Cuál has elegido tu? – preguntó la maestra a uno de mis compañeros. Yo intentaba no prestar atención y seguir a lo mío.

- Stitches de Shawn Mendes – No me esperaba eso. Zack no era de esos, pensaba que habría elegido esa canción famosa como todos sus amigos, no una de Shawn Mendes.

Me encantaba Shawn Mendes, me gustaba su ritmo, su voz, sus palabras. Y sus canciones eran importantes para mi libro favorito Ya sabéis, cada libro tiene como sus canciones y Shawn era como el representante musical de mi libro favorito. Aunque la canción de Stitches no era de mis favoritas.

Mi curiosidad creció por Zack Wells. Era muy alto, talvez el más alto de toda la clase. Su pelo era un poco desordenado, pero no deltodo, era un color castaño parecido al mío. Sus ojos también era castaños, adiferencia de los míos que eran azules. Y una de las pocas cosas que sabiasobre él era que jugaba en un equipo de básquet y era muy bueno jugando. Ytambién sabía que en los tres meses del penúltimo curso no me había dirigido la palabra.

StitchesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora