Cap 1

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Estaba en clase otra vez aburrida, pero esta vez sí estaba prestando atención. La maestra estaba explicando que tendríamos que hacer trabajos por grupos. Trataba de leernos un libro sobre mitos donde había diferentes historias, y luego hacer resúmenes de cada capítulo.

El libro estaba divido por tres secciones: Personas convertidas en animales, personas convertidas en plantas y personas convertidas en piedras. Y dentro de cada una de esas secciones había por lo menos catorce historias.

El trabajo era este: Éramos tres grupos, una cada sección. Los tres grupos teníamos que competir en quien, hacia mejor el trabajo, quien ganaba tendríamos un diez en la nota y almuerzo gratis en la cafetería del instituto. Teníamos que dividirnos las catorce historias los componentes del grupo y luego quedar en casa de alguien y hacer una caja a la perfección inspirada en nuestra sección donde meteríamos todos nuestros resúmenes, y claro no podíamos dar detalles ni dejar que los otros grupos vieran nuestra caja para que no se copiaran.

A mí me gustaba mucho ese trabajo, adoraba hacer trabajos en grupo, sobre todo si era una competición y había que quedar. Y mejor todavía, la maestra nos dejaba hacer nosotros los equipos. Eso era genial porque si me tocara en uno donde no estuviera mis amigas iría fatal, porque, aunque me encanten los trabajos en equipo soy muy pero que muy vergonzosa, demasiado diría yo.

- Ey, nosotras tres – Se escuchó la voz de mi mejor amiga Grace – Nydia tú también eh.

- Por supuesto – Fue lo que contestó Nydia.

Nydia era nueva en el instituto ese año y no tenía amigas en la clase cuando vino. A mí y a Grace nos separaron de todas nuestras amigas, y lo peor es que nos habían puesto en la clase de los populares, a los chicos apenas los conocía y a las chicas las odiábamos demasiado. Así que empezamos a hablar con Nydia y nos hicimos amigas.

- Pero el grupo es de siete – Contesté yo – Se tienen que venir más.

- Pues ya sabes, los que queden – Dijo Grace

- Problemas de que te hayan separado de tus amigas, los malditos grupos – Murmuré yo.

Siempre estaba la frase de "los que queden" Yo y Grace no éramos las únicas que nos habían separado de nuestras amigas, aparte del grupo de chicos y el grupo de chicas había unos cuantos chicos que estaban solos en la clase y les tocaba que la maestra los pusiera en grupos aleatorios.

- Maestra, a nosotras nos hacen faltan cuatro en el equipo – Anunció Nydia.

Ya habían puesto a unos cuantos de los que estaban solos en los grupos.

- Haber que hacemos – Dijo la señorita Clark, nuestra maestra de lengua – Que Hugh, Elías y Agus se pongan con vosotras.

- Joder, ellos no... - Dijo yo a mis amigas sin que nadie más me escuchara – Ellos no van a hacer y nada y son unos aburridos y pesados.

Hugh y Elías eran muy amigos, eran extranjeros, pero hacía años que vinieron al país, al menos se sabían el idioma. Y Agus sí que era de aquí, pero era un repetir y no era muy listo y encima faltaba algunas veces a clase – como ese mismo día – así que no lo tomamos mucho como si fuera del equipo.

- Pero maestra, nos falta alguien más – Dijo Grace.

La maestra les pregunto al grupo de las chicas populares si alguna se pasaba a nuestro grupo. Ni ellas querían ni nosotras tampoco. Así que solo quedaba que se viniese alguien del grupo de los chicos populares, no tanto como ellas, pero eran lo más conocidos del sexo masculino.

Mis ojos fueron hacia ellos, ya estaban todos reunidos así que dudaba que alguno quisiera venir.

- Haber callaros un momento chicos – Les dijo la maestra mientras que se pensaba a quien podría pasar a nuestro grupo.

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