Sempiternal【pjm+myg】

『01』

Su sueño desde muy pequeño siempre había sido dedicarse al arte, a la música, tal cual su difunta abuela lo había hecho, inculcándole desde muy pequeño lo hermoso y apasionado que era el mundo de la creatividad, de la danza, la música, la fotografía y todo lo que ser artista conllevaba. Nunca estuvo muy seguro de a que se podría dedicar en la Universidad, ni siquiera sabía si algún día lograría ingresar a esta pues sus padres, tan arcaicos como eran, solo querían que terminara la escuela y se dedicara a estudiar derecho o administración de empresas para tener una profesión seria y respetable, pues al ser un león debía demostrar su poder.

Pero no, Park Jimin solo quería ser feliz y si eso significaba alejarse de sus progenitores, de su familia y de todo lo que conocía, lo haría por mucho que le doliera y afectara estar lejos de sus primas y amigos leones, quienes eran los únicos que en algún momento lo habían alentado a seguir sus sueños, y claro, su hermana menor Jihyo, aun cuando no había vuelto a saber de ella desde que sus padres se la llevaron a una estúpida institución de "señoritas".

Todo sea por ser feliz y seguir sus sueños, y también los sueños de su queridísima abuela, pues sin ella jamás se hubiese atrevido a dejar su hogar y huir a la gran ciudad, después de todo gracias al dinero que ella le dio pudo sobrevivir por mucho tiempo sin ayuda.

Y ahora que se encontraba en las puertas de la gran Universidad Nacional de Artes de Corea, no podía hacer otra cosa que agradecerle a esa vieja leona por todo el apoyo, el amor y las bendiciones que le dio a lo largo de su vida, pues todo lo que ahora tenía era gracias a que ella jamás le permitió desistir.

-¡Jimin-ah! -El fuerte grito a sus espaldas siendo acompañado del repentino abrazo que rodeó sus hombros le provocó una sonora carcajada al reconocer el almizclado aroma a cuero de uno de sus mejores amigos, siendo acompañado por el intenso aroma del tabaco, el cual se intensificaba cada vez que el menor fumaba.

-Jungkook te he dicho que dejes de fumar, se te pudrirán los pulmones. -Lo regaño como siempre solía hacer, recibiendo en respuesta un molesto bufido que lo hizo gruñir.- Ya sueltamente, odio llevar tu apestoso olor a cigarrillos.

-Apestoso tu, jodido Rey de la selva. -Dándole un para nada delicado empujón se alejó de su cuerpo, recibiendo un fuerte golpe en el pecho que lo molestó demasiado, dispuesto a devolverlo.

Su intento de golpear al mayor fue interrumpido al notar como una mancha borrosa corría hacia ellos, sintiendo en cuestión de segundos como eran arrojados al suelo con demasiada fuerza por el joven alfa que ahora reía a mandíbula suelta de pie frente a ellos, consiguiendo que el enojo de ambos disminuyera y comenzaran a reír divertidos.

-¡¿Cómo están, malditos desgraciados?! -Preguntó el animado castaño cobrizo insultándolos con el típico "desgraciados" que usaban de cariño, ayudando a sus amigos a colocarse de pie recibió un afectuoso abrazo de ambos que causaron una enorme sonrisa en su rostro.- Ay, yo también los extrañe.

-Eres todo un caso, Kim Taehyung... -Murmuró el mayor de los tres, levantando su bolso del suelo y comenzando a caminar dentro de la gran universidad, siendo inmediatamente seguido por los otros felinos.

La relación con sus amigos siempre había sido así desde los dieciocho años que se conocieron en la escuela luego de su huida de casa, siendo Jimin un año mayor que Jungkook y Taehyung, pero eso no fue impedimento para tener una gran amistad con los traviesos felinos, llevándose de maravilla al darse cuenta que eran los únicos felinos grandes de su clase, lo cual el mayor siempre agradeció pues se le hizo mucho más fácil llevarse bien con los menores, después de todo se había atrasado en sus estudios por un año debido a su huida hacia Seúl.

Pero ahora, luego de haber trabajado los tres juntos para juntar el dinero para la universidad y poder estudiar, todo el esfuerzo, las horas de estudio y las noches de desvelo debido a trabajos de tiempo parcial, había dado sus frutos, siendo solo minutos los que les quedaban de libertad antes de comenzar su primer día como universitarios.