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¿Cariño?

- ¿Y lograste irte de casa como si nada, eh?

- No fue fácil. - hago una mueca y me encojo de hombros.

- Lo sé, se como es mamá. - mi hermana a mí lado coloca su mano derecha en mi hombro y gira los ojos.

Luego de bajar del avión, hacer el chequeo y encontrarme con mi hermana con un enorme cartel en sus manos que decia "Cassandra Levin: tu hermosa y atractiva hermana te espera aquí, mueve tu culo". Habíamos decidido desayunar en el aeropuerto y ponernos al día de a poco. Se me había olvidado lo gratificante y acogedor que era estar con ella. Cuando Alexa cumplió sus veintidos, decidió venir a estudiar a New York y trabajar para mantenerse a flote. Si bien mamá la ayudaba un poco con el tema económico, mi hermana siempre ha sido muy independiente y ha trabajo por todo lo que tiene hoy y tendrá en su futuro. Es algo que saque de ella y no puedo estar más que orgullosa de ello.

Nos encontrábamos dentro de su auto y a mí derecha había un hermoso edificio color rojo cobrizo, con escaleras de incendio que conectaban las unas con las otras, a unos balcones que pertenecían a los departamentos. Mis ojos se iluminaron, no sé si fue por lo hermoso que era el enorme edificio, el vecindario o porque estaba tan acostumbrada a las casas blancas con pequeños cobertizos y unos jardines delanteros que habían en el pequeño pueblo donde vivo con mamá y Oliver, pero estaba segura de que lo nuevo que mis ojos veían, era mil veces mejor.

Y como si Alexa oyera mis pensamientos, corto mi transe con su risa contagiosa.

- Y eso que no has visto el corazón de New York hermanita.

- ¿Acaso hable en voz alta? - pregunté descolocada.

- No, pero, yo tuve la misma reacción. - saca las llaves del auto y abre la puerta de este. - Venga ya, mueve ese culo y vayamos adentro.

Bajo del vehículo y con ayuda de Alex, sacamos las tres maletas y mi bolso del maletero. Alexa vivía en el tercer piso y agradecía que el edificio contará con un ascensor, sino moriríamos en el intento de subir todo por las escaleras.

Salimos del cubículo cuadrado y metálico, y nos dirigimos a lo que sería mi nueva casa, el departamento número seis.

- ¿Lista para entrar al 06? - sube y baja sus cejas rápidamente mientras mueve sus hombros de una manera graciosa.

reí ante ello y la observe con el rabillo del ojo. - ¿El 06? ¿Así llamas al depto?

- Jaja, que risa. Entra, vamos. - Alexa me abre la puerta y me da un pequeño empujón.

Apenas pongo un pie adentro, el olor a coco invade mi nariz y sonrió.
- ¡Bienvenida a tu nuevo hogar hermanita!

Alexa me rodea con sus brazos y yo le correspondo el abrazo más que feliz.

- Gracias Alex, de enserio. Muchas gracias por todo. - hago fuerza para abrazarla como nunca y no dejo de sonreír sobre su hombro.

- Oh tonta, ¡No tienes porque agradecerme nada! Eres mi hermanita. - se separa de mí y me da un pequeño beso en la frente. - Tú habitación es la primera del pasillo, es pequeña, pero...

La corto antes de que siga y levanto mi mano. - Será perfecta.

- Bueno, basta de curliseadas y ve a ordenar, descansar, lo que sea. Yo haré el almuerzo.

Departamentos 06 & 07Donde viven las historias. Descúbrelo ahora