06.

0 0 0
                                    

"Peleas y labios partidos".

¿Remera Rosa? No, muy llamativo y no creo que alguien vaya con una remera rosa a bailar un viernes a la noche. ¿Verde con rayas negras? Mejor no opino. ¿Mono negro? Mmmmh puede ser, no ni hablar, siguiente. ¿Top azul y pollera negra? No me convence.
Me tiro a la cama cansada de buscar y al borde de una crisis de guardarropas, me quedo observando el techo de la habitación pensando en las posibles excusas que podría darles a Carter y a Alexa para no salir esta noche con ellos, pero conociéndola a mi hermana, se que me llevaría hasta con mi piyama hasta al lugar. Me incorporo apoyando mi peso en mis codos y observo detenidamente el armario, no puedo creer que nada de lo que traje me gustase, no es que haya traído todo el ropero de mi casa, pero tenía bastantes prendas para salir y nada de lo que había allí adentro me agradaba.
Unos golpes llaman a mi puerta e indico que pueden pasar, por ella aparece mi hermana ya casi arreglada, estaba preciosa. Tenía puesto un pequeño top pegado a su cuerpo color blanco y unos jeans de cuero, muy ajustados que hacían que sus flacas y largas piernas resalten, combinaba su atuendo con unos zapatos con muchísima plataforma, su piel pálida estaba llena de brillos que se había colocado y su cara solo tenía un poco de rímel y delineador. Estaba segura de que muchas personas se darían vuelta a verla más de una vez esta noche.
Me observa con el ceño fruncido y me doy cuenta que yo estoy igual que ella, pero hace minutos que tengo mi cara así.

- ¿Todavía no estas lista? - interroga sentándose a mi lado.

- No hay nada que me guste en el armario. - me encojo de hombros y me enderezó.

- Cassy, no puede ser que nada de lo que haya allí no te guste. - me mira atentamente y yo vacilo.

- ¿Necesitas ayuda con el cabello? - Ella asiente y desvío el tema, o eso creo.

- Si, por favor y no cambies de tema Cass.

Bufó y me arrodillo detrás de ella para empezar a trenzar su largo cabello en dos trenzas altas que van desde el crecimiento de su pelo y terminan por debajo de su cintura. Siempre me ha gustado peinar a Alexa, pero ella odiaba hacerlo conmigo, decía que mi pelo ondulado era imposible de peinar y cuando veía que mamá -o hasta Oliver- podían con mi cabello su cara roja era de los más cómica. Una vez terminado su peinado bajo de la cama y la observo satisfecha con el resultado.
Anunció con una sonrisa que está lista y me muevo nuevamente hacia el armario. Alexa se para a mi lado y empieza a buscar entre mis cosas, tirando mi ropa para todos lados y acabando con mi poca paciencia.

- ¿Es necesario que tires absolutamente todas mis prendas al piso? - menciono irritada, mientras levanto lo que vuela por los aires.

Mi hermana ignora mi pregunta y sigue con su labor, yo me dirijo al baño y empiezo a maquillarme. Un poco de sombra de ojos, rímel, delineador y lista. Dejo mi pelo suelto y cuando voy a usar los brillos de Alexa para mi cabello un grito de la castaña hace que salte en el lugar.

- ¿DESDE CUANDO TIENES ESTE VESTIDO? - su pregunta me descoloca y me dirijo rápidamente a mi habitación.

- ¿Qué vestido?

Alexa me muestra un vestido rojo frunce sin mangas, había olvidado que lo tenía. Frunzo el ceño por no se cuanto en lo que va de esta última hora y me acerco a mi hermana. Mamá me lo había regalado hace más de un año para mi último cumpleaños y no pude usarlo, pues estaba saliendo con un idiota que no me dejaba vestirme como quería, muevo la cabeza ahuyentando cualquier pensamiento negativo de mi cabeza.

- Fue un regalo de mamá, había olvidado que lo tenía. - muerdo mi labio inferior y observo el vestido que mi hermana tenía en sus manos.

- Déjame decirte que es tu hada madrina. - sonríe y me lo avienta a la cara. El vestido cae en mis manos y yo me quedo observándolo.

Alexa sale por la puerta gritando que tengo quince minutos para terminar de arreglarme antes de que Carter aparezca en el departamento y nos saque a ambas a la calle sin importarle como estuviéramos.
Me deshago rápidamente del piyama y me meto dentro del vestido en menos de cinco segundos. Busco en el armario unas botas blancas largas hasta las rodillas y me las colocó de una vez.
Una vez lista me observo al espejo y apretó los labios, hace mucho no me ponía algo tan ajustado al cuerpo, no podía creer que estaba dentro de ese vestido y me gustaba lo que veía. Mis curvas se marcaban muy bien, mi estómago se notaba y me encantaba, mis pechos eran medianos -al igual que mi trasero- y no me importaba, mis piernas eran grandes y estaba orgullosa de ello. Una lagrima cae por mi mejilla y la limpio rápidamente con una gran sonrisa, por fin me sentía libre y no tenía que pensar que del otro lado de la puerta me esperaba un novio controlador que al verme no me observaría con amor, sino que me haría cambiar de ropa por algo que me tapase hasta los tobillos.
Salgo de la habitación apagando la luz y puedo escuchar una conversación que estaban teniendo Carter y Alexa, no lo había escuchado llegar, tal vez estaba muy consumida con mis pensamientos. Por alguna razón me pongo nerviosa al recordar que me verán con un vestido muy ajustado y pienso en retroceder, pero la castaña que estaba delante de nuestro amigo abre la boca exageradamente y empieza a chillar como un chihuahua al verme entrar a la sala de estar.
El moreno que estaba de espaldas a mí se gira y me observa desde el lugar, veo como sus ojos se abren de par en par y mi inseguridad empieza a respirarme detrás de nuca. Me encojo en el lugar y abrazo mi cuerpo con mis brazos.

- ¡Cassy, estas preciosa! - mi hermana se acerca a mí y me rodea con sus brazos, aquello me alivia y vuelvo a respirar.

- ¿Si? No estaba segura, pensé que iba a ser mucho. - murmuró para ambas.

- ¿Bromeas? Estas que quemas hermanita. Iré al baño una última vez y nos vamos.

Alexa se pierde en el pasillo del departamento y yo me quedo sola junto a Carter. El moreno seguía mirándome de la misma manera desde que había volteado, llevaba una camisa negra lisa que hacía que su ancha espalda se marcase, tenía las mangas hacia arriba y sus tatuajes estaban al descubierto, la camisa combinaba con unos jeans negros ajustados y en los pies llevaba unas converse blancas. Su pelo estaba para todos lados como siempre.

- Te ves bien Carter. - le sonrió y me muevo hacia él.

- Oh.. heee, gracias Cassy.... - cierra su boca y la vuelve a abrir. - Tú también te ves bien.

- Gracias, estuve a punto de... - niego y me corrijo. - Todavía estoy a punto de irme a cambiar, sigue sin convencerme tanta piel al descubierto.

- ¿Estas incomoda con lo que llevas?

- Me gustó el resultado, pero no estoy acostumbrada.

- ¿Entonces no te incómodas ir así? ¿Te sientes segura? - indago con una mueca de preocupación.

Asiento con la mirada en mis zapatos.

- Entonces no te cambies, estas perfecta así. Debes vestirte como se te de la gana siempre Cassy. ¿Quieres ir en piyama? Adelante, yo te acompañaré. ¿Quieres ir como estas ahora mismo? Por mí hazlo, no me prohíbas de verte así de hermosa.

La boca se me seca y el aire deja de ir hacia mis pulmones, levanto la mirada y lo observo. Se había movido quedando delante de mí, observándome de pies a cabeza, mis mejillas empiezan a arder y se que estoy roja, pero no me importa, estaba terminando de procesar aquellas últimas palabras que habían salido de su boca.
No sabía que contestar ante ello, jamás me habían dicho algo así, nunca. Sus palabras fueron como un balde de agua en pleno invierno, me dejaron estática en el lugar.
Abro mi boca para agradecerle, pero Alexa sale del baño y camina hacia nosotros cantando una canción que no reconozco.

- ¿Listos para emborracharnos y acabar con un coma alcohólico? - bromea.

- Sabes que no te dejaré beber hasta ese punto. - menciona Carter y me observa nuevamente. - A ti tampoco te dejaré hacerlo pequeña Cassy.

Me rio ante sus palabras y asiento. - No estaba en mis planes hacerlo tampoco.

Alexa bufa y se dirige a la salida. - Los dos son iguales de agua fiestas. Andando abuelos, nos espera una gran noche.


                            °°°°

El lugar estaba lleno de luces de neón, una gran barra para sentarse a beber, mesas con unos sillones en un apartado, un sitio donde las parejas -o las personas que recién se conocen- pueden pasar el tiempo se encontraba del otro lado del antro y en el medio había un gran espacio para bailar. El sitio estaba repleto, era viernes por la noche y el clima estaba perfecto, la noche iba marchando perfectamente y aquello me daba unos pinchazos al costado del estómago, pero no les hice caso.
La música sonaba tan fuerte que llegue a creer que los estéreos y parlantes del lugar explotarían, las personas en la pista de baile estaban todas pegadas bailando al compás del ritmo de la canción que sonaba. Carter nos puso delante de él para no perdernos y nos encamínanos a la barra, al parecer el barman era amigo de él por cual esta noche tendríamos el cincuenta por ciento de las bebidas gratis, lo cual sería un desperdicio porque no suelo tomar y mucho menos sabiendo que Alexa se tomará hasta el agua de los inodoros de la discoteca.
Llegamos a nuestro destino y un chico de cabello rubio dorado, con ojos color miel y la piel bronceada nos regala una sonrisa y su vista cae en nuestro amigo.

- ¡Carter, mi hermano! - el rubio saca su brazo por encima de la barra y choca los cinco con Carter.

- ¿Cómo estas Xavi? - le sonríe y sus ojos se achinan, cada vez que sonríe unas arrugas se muestras visibles en su rostro y aquello me encanta. - Te presento a mis chicas favoritas, Alexa y Cassandra Levin, las hermanitas de las que tanto te hable.

¿Había hablado de mí, es decir, de nosotras con su amigo? ¿Con quién más hablaba sobre nuestra existencia? ¿En serio somos sus chicas favoritas? Bueno, no nos ha echado disimuladamente de su departamento como hacia con las demás nunca, pero es que nosotras somos sus amigas y ellas... Ellas son su ligue de una noche.

- Las chicas Levin, claro. Carter me ha hablado mucho de ustedes, sobretodo de...

- ¡Xavi! ¿Nos traerías unas cervezas? ¿Por favor? - menciona el chico detrás de mí interrumpiendo al rubio.

El recién nombrado asiente con una sonrisa divertida y se va en busca de los que supongo que serán nuestras bebidas.

- ¿Por qué siempre interrumpes a todo el mundo?

- Es su especialidad. - menciona mi hermana soltando una risita divertida.

- No interrumpo a todo el mundo. - Carter se defiende y gira los ojos.

- Si lo haces, la mitad de nuestra amistad se basa en tú y tus...

- No lo hago.

- ¿Y acaso que haz hecho recién? - Alexa enarca una ceja y se cruza de brazos fingiendo enojo.

Empiezo a reírme y Carter se da cuenta del porque, ya que bufa y llama a los gritos a su amigo para que vuelva a salvarlo. En menos de dos segundos Xavi vuelve con tres botellas y las deja en la barra.
Los tres agarramos nuestras bebidas y las juntamos haciendo que estas choquen entre sí y un ruido suene al hacerlo.

- Brindemos por este hermoso trío que se ha formado. - menciono con una sonrisa en mi rostro.

- Oh Cassy, no sabia que los tríos eran lo tuyo. Te creía más de una sola persona, pero no me quejo, puedo compartirte.

- Carter, es mi hermana con quien estas hablando.

- Lo sé y por eso lo dije, porque se que tú no te acostarías conmigo y ni hablar de hacerlo con tu hermana. Por eso, la tendría solo para mí. - nos guiña un ojo y lleva la botella a su boca.

Alexa suelta unas palabrotas y se dirige a la pista de baile perdiéndose entre todos los cuerpos que hay en ella. En cambio, yo me quedo apoyada contra la barra observando el lugar y con un moreno a mí lado, nuestros brazos se rozan cada vez que alguno de los dos se mueve, su pierna derecha se mueve rápidamente y mi labio estará apunto de sangrar si sigo mordiéndolo.
Me he sentido nerviosa con su presencia desde que soltó aquellas palabras en el departamento, no debería de estarlo, es un amigo diciéndome un halago, nada más. Al fin y al cabo era un amigo más y no debía sentirme de ninguna manera que no fuera neutral al estar a su lado.

- ¿Bailas?

- ¿Qué? - deja de mirar la pista y centra su mirada en mí.

- Si bailas Carter.

- Ah, no. No es lo mío, ve tú si quieres, yo las esperare aquí.

Lo observo un momento y asiento, dejo la botella en la barra, le doy la espalda y camino hacia la pista, metiéndome entre los huecos que hay entre los cuerpos bailarines hasta llegar al medio de la pista. Si iba a bailar, quería hacerlo donde la muchedumbre se encontrara exaltada y llena de energía, además no quería que Carter me observase hacerlo.
Una canción movediza y conocida empieza a sonar por todo el sitio y yo muevo las caderas al compas de ella, me gustaba bailar, no me importaba no saber hacerlo o moverme como una lombriz, cada vez que me movía era feliz y ahora mismo lo era. La canción empieza a sonar más intensa y yo me muevo con más determinación que antes. Siento unas manos en mis caderas y un cuerpo pegado al mío, estaba bailando con un extraño y el sentimiento de adrenalina me recorre de pies a cabeza, nuestros cuerpos sudados se movían en conjunto, no estábamos coordinados, pero hacíamos lo que podíamos. La canción llega a su fin y yo me giro para observar a mi compañero de baile, un chico de pelo negro y ojos oscuros aparecen en mi campo visual, parecía sacado de una película adolescente donde él sería parte de los chicos malos. Era lindo, muy lindo.
Le devuelvo la sonrisa sin mostrar mis dientes y me suelto de su agarre para dirigirme a la barra. El pelinegro me sigue y sostiene mi mano cuando salimos de entre los cuerpos, a unos metros se encuentra Carter de espaldas a nosotros hablando con su amigo.

- ¿Cuál es tu nombre? - el desconocido acerca su cara a la mía y yo retrocedo un poco.

- Cassandra.

Tras mencionarle mi nombre sin más, sigo mi camino hacia la barra de bebidas con el chico pisando mis talones, habíamos bailado y ya, no quería conocerlo y tampoco quería que pasara toda la noche conmigo.
¿Acaso todos los hombres hacían lo mismo? ¿Por qué cada vez que somos educadas y buena onda con ellos piensan que es una invitación a que coloquen su anatomía a centímetros de la nuestra? ¿No pueden bailar con una desconocida sin segundas intenciones?
Me siento en el taburete junto a Carter y le pido a Xavi un trago. El moreno ni se percató de mi presencia, pero no me importo, quería sacarme al chico que se sentó a mi lado de encima.

- Yo soy Lion.

- Un gusto Lion. - menciono sin mirarlo, en ese momento Xavi deja un vaso de tequila frente a mí y se lo agradezco.

- Déjame invitarte un trago.

- No gracias.

- ¿Por qué? - el chico me mira perplejo, me da la sensación que no está acostumbrado al rechazo.

- Porque no necesito que paguen mis tragos.

- Es uno solo linda. - pone una mano en mi brazo y yo lo saco rápidamente. - Vamos, no seas aburrida.

Vuelve a levantar su mano para colocarla sobre mí mejilla, pero ni siquiera llega a rozar sus dedos en mi piel ya que Carter le saca la mano de un manotazo. Saltó en el lugar y observo su perfil, tenía la mandíbula apretada y sus ojos miraban atentamente al chico que estaba delante de nosotros.

- Pero, ¿que carajo? - León, Lionel, Leonel, como sea su nombre le dedica una mirada furiosa a Carter, pero el moreno ni se inmuta.

- Te dijo que no quería que le pagaras nada. ¿No sabes hablar español o que?

- ¿Y tú quien coño eres?

- Nadie que te importe, déjala en paz.

- Estoy hablando con ella, no contigo. - el chico se acerca más a mí y agarra mi mano que se encontraba en la barra.

Casi me ahogo con el trago cuando veo que Carter lo corre de mi lado bruscamente y el chico se tropieza con sus propios pies al borde de casi caerse de espaldas. Me paro rápidamente y me situó al lado de mi amigo, agarro su brazo y tiro de él.

- No la toques, ni se te ocurra ponerle una mano encima. Te ha dicho que no y no es no idiota.

- ¿Qué te pasa desquiciado? ¡Casi haces que me mate!

- ¿Qué? Te he empujado. Si quieres morir, vuelve a tocarla y ahí lo harás.

- Carter es suficiente, deja de hablar así porque tendrás problemas. - menciono preocupada, varias personas nos observaban y un guardia parecía venir hacia nosotros tres.

- Que tu novia sea una calienta pollas no es mi problema, deberías ponerle una correa.

Y todo paso muy rápido, las manos de Carter aterrizaron en el cuello de la camisa del chico y sus puños se tornaron blanco al ejercer fuerza con ellos, su rostro quedó pegado al del otro y sus dientes estaban apretados, vacilo algo que no logre escuchar, el idiota le contestó y lo siguiente que pasó fue que Carter le dio un golpe que le hizo sonar hasta la mandíbula al pelinegro.
El guardia que se encontraba a centímetros de nosotros, estaba separando a mi amigo del otro chico con ayuda de Xavi, el de camisa escupió sangre y se libero del agarre del rubio, mientras Carter seguía siendo sostenido por el hombre grande que cuidaba el lugar. Una vez que el otro chico desapareció de su vista, el guardia de seguridad soltó a Carter y lo sentó de un empujón en el taburete, las personas volvieron a hacer como si nada y siguieron bailando y tomando como si nada hubiera sucedido.

- No aprendes más Ruggeri, siempre estas metido en líos.

- Si no dejaras entrar a puros imbéciles tal vez dejaré de pelearme cada dos por tres. - hace una mueca de dolor al hablar y me doy cuenta que tiene el labio inferior partido levemente.

- ¿Se conocen? - interrogó sin pensarlo y me arrepiento. - Lo siento, no era de incumbencia.

El hombre a mi lado sonríe, coloca una mano en mi hombro y lo apreta ligeramente.

- Nos conocemos muy bien niña, cuídalo bien por favor, es una bomba de tiempo.

Tras decir aquello, se despide de ambos y vuelve a desaparecer hacia su puesto de trabajo. Carter ni siquiera me mira, le pide una cerveza a su amigo y al recibirla se dirige hacia la salida. Dudo en seguirlo o no, pero Xavi me recomienda no dejarlo solo después de todo lo sucedido, así que antes de perderle completamente lo sigo hasta que sale por la gran puerta verde.
El frío de la noche me golpea el cuerpo y maldigo al no traer abrigo, pero no estaba en mis planes salir del lugar hasta que el sol de la madruga saliera. Carter me observa por encima de su hombro y lo escucho suspirar pesadamente, saca un cigarrillo de sus pantalones y lo prende. Se sienta en el suelo con la espalda pegada a la pared y me observa desde ahí abajo, ahora mismo, a pesar de estar más alta que él, sigo sintiéndome chiquita.

- ¿Qué haces aquí? - suelta el humo por sus labios y muerdo mi labio.

- No lo sé.

- Te vas a resfriar.

- Eso si lo sé.

Niega con la cabeza sonriendo y le da otra calada a su cigarrillo. - Vuelve adentro Cassy.

- No quiero.

- No pagaré tus remedios.

- No necesito que nadie me pague nada. - repito lo mismo que dije adentro de la discoteca.

Enarca una ceja y hace una mueca con sus labios curvándolos hacia abajo. Yo me paro su lado y me deslizó por la pared hasta quedar sentada a su lado, el piso estaba helado, pero no me importaba.

- Cassy, levántate. Tienes las piernas descubiertas y el piso está muy frío.

- ¿No era que no importaba como iba?

- No es el caso, pero si haz hecho que... - deja su oración a medias y lleva su cigarrillo a sus labios nuevamente.

- ¿Qué?

- Nada Cassy, olvídalo. Levanta el culo del suelo.

Lo ignoro estirando las piernas, la mitad de mi cuerpo estaba en el piso, la piel de mis piernas se eriza al sentir el frío, gimoteo por el impacto, pero no me muevo. Él suspira, le da una mirada rápida al cielo y coloca sus manos en mi cintura sentándome sobre sus rodillas, mis piernas quedan extendidas de costado y la mitad de mi cuerpo está mirándolo a él. Lo observo y puedo ver que sostiene el cigarrillo a medio fumar entre sus labios y su ceño esta fruncido, parece fastidiado.

- No sabes lo que es acudir una orden, ¿No?

- Nopi.

- Eres un dolor de cabeza.

- Me encanta serlo. - menciono con diversión.

Nos observamos en silencio, ambos con una sonrisa en el rostro. Carter sigue fumando su cigarrillo conmigo sentada sobre sus rodillas y yo empiezo a contar nuestras respiraciones. Ninguno habla sobre lo que paso allí adentro, quiero agradecerle por ayudarme con el chico de allí adentro, pero no quiero arruinar el ambiente cómodo que se generó entre nosotros.

- Carter, yo quería...

- Vamos a buscar a tu hermana, quiero volver a casa y mirar unas películas con mis chicas.

Asiento sin decir nada y me levantó de sus piernas, un frío recorre mis rodillas y lo sigo hacia adentro nuevamente. Pero, esta vez yo voy detrás de él con nuestras manos entrelazadas.
Buscamos a Alexa entre la gente y la encontramos bailando entre dos mujeres muchos más grandes que ella, estaba ebria, muy ebria. Carter niega divertido y yo me pongo delante de él para agarrar a mi hermana del brazo y sacarla de ahí.
La castaña se queja, pero al vernos cierra la boca rápidamente y enarca una ceja. Su mirada va de mi cara a la de Carter, así más de dos veces hasta que cae en la del chico por última vez.

- ¿Qué le ha pasado a tu labio? - observa a su amigo con detenimiento y abre los ojos. - ¡TE HAS PELEADO OTRA VEZ!

- ¿Otra vez? - le doy una mirada rápida a Carter y él me ignora.

- Vamos a casa Lex, me canse de la música.

Alexa hace una mueca, pero no se resiste y entrelaza nuestros brazos para caminar hacia la salida con un Carter muy cansado detrás de nosotras.

Al llegar al departamento, mi hermana deja caer su cuerpo en el sofá y no tarda en empezar a roncar ruidosamente. Carter y yo compartimos una mirada divertida y nos reímos de la castaña, el chico la graba unos diez segundos y guarda su celular con una sonrisa de oreja a oreja.

- No puedo esperar a que sea su cumpleaños, mi instagram estará muy feliz por este contenido.

- Uf, ella también lo estará. - menciono irónicamente.

Camino hacia mi habitación, saco mi piyama del armario y me dirijo al baño para cambiarme. Carter me pide permiso del otro lado de la puerta para entrar a mi habitación y le recuerdo que no debe hacerlo si ve que la puerta no está cerrada. Una vez cambiada y desmaquillada, salgo del baño, para dirigirme a la cocina en busca de un vaso de agua, al pasar por la sala de estar, arropó a Alexa con una manta que hay en el sillón. Mañana querrá quitarse el cuello de un tirón al sentir las contracturas.
Cuando vuelvo a mi habitación Carter sostiene mi laptop entre sus piernas y parece muy concentrado. Había abierto los primeros botones de su camisa y un tatuaje aparecía por su pecho, no se veía bien que era, pero quería saber que se encontraba allí. Me siento a su lado y puedo ver que esta en Netflix buscando una película.

- Estarás horas haciendo eso.

- No hay nada bueno aquí. - sigue bajando el cursor por la pantalla y su ceño se frunce cada vez más.

- Pon Shrek. - junto mis manos y le hago una carita triste.

- No.

- Por fi, eres la única persona que se resiste al verde con cuernitos.

- Es malísima Cassy.

- Tú también lo eres.

- ¿Si? - menciona con una sonrisa fanfarrona y acerca su cara a la mía.

- Si, pon Shrek.

Gira los ojos y busca la película en la lupita, suelto un chillido de felicidad y aplaudo rápidamente con mis manos, nos acomodamos para estar en una buena posición y apago la luz de mi velador. Carter empieza a quejarse sobre la película y yo coloco mi mano en su cara para que cierre el pico, apoyo mi cabeza en su hombro y bostezo. Hago mi mayor esfuerzo para no quedarme dormida, pero aún así mis ojos empiezan a cerrarse de a poco y la vista se vuelve negra.

                              °°°°

Me despierto por un grito proveniente de la cocina y deduzco que Alexa ha despertado, me estiró y caigo en cuenta que me quede dormida en el hombro de Carter. El moreno ya no se encontraba a mi lado y mi computadora estaba encima de mi escritorio, se habrá ido en algún momento de la noche. Miro la hora en el reloj de la mesita de noche y puedo ver un papel delante de él.

"Tú también roncas pequeña Cassy, no te he grabado, pero no dudes en que tal vez en algún momento lo haga.

Espero que hayas dormido bien.
Carter :) xx"

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Muchas gracias por espacio y leerme!

Cualquier comentario es bienvenido, me encanta leerles ♡

No se olviden que la historia cuenta con un perfil en instragam y una playlist en spotify, ambas cosas se encuentran con el nombre de la novela!

Val :)

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 26, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Departamentos 06 & 07Donde viven las historias. Descúbrelo ahora