II

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Como de costumbre, no podía dormir, 2 am, y seguía dando vueltas en la cama, hasta que se cansó y se levantó, vió por su ventana la playa así que le envió un texto a Felix, diciéndole dónde estaría para que no se preocupase cuando llegara a casa y no lo viera.

Tomó un abrigo, se lo colocó y salió al encuentro del mar con sus audífonos puestos y alerta a la noche, después de todo, nunca sabes que te puedes encontrar a estas horas.

Cuando llegó a la playa, se quitó los zapatos y empezó a andar sin rumbo fijo, conocía la playa de memoria y es que ese era su lugar favorito, donde se puede esconder del mundo, darse un respiro y pensar mejor cuando lo necesita.

Divisó a la distancia una figura acurrucada en la arena, al principio pensó que era una roca, pero cuando la roca se sentó, Christopher Bang se exaltó; y es que, ¿qué clase de roca se puede sentar?

Se acercó con cautela a la figura misteriosa dispuesto a atacar, hasta que escuchó un sollozo provenir de la silueta. Con el corazón latiendo al mil por hora, se acercó a quien ahora lograba divisar con claridad, era un joven, no más de 25 años, de piel tersa y acanelada, cabellos lacios negros y un semblante preocupado.

[...]

Gracias por leer.
Mime.
ʕ·ᴥ·ʔ

2 am [b. c. & h. j.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora