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17 de septiembre del 2005
Como todos los días, llegaba al aula y buscaba aquella cabellera pelirroja la cual era reconocible a miles de kilómetros. Cuando al fin la encontré, me senté al lado suyo y con esa sonrisa tan particular comenzó a dirigirme la palabra.

Buenos días bonita ¿como has dormido?

Te soy sincera, he dormido bien, pero no tanto como cuando duermo contigo- logré
decir mientras sonreía como tonta al ver su sonrisa.

Al escuchar eso, la chica de ojos azules, se lanzó a mi conectando esos labios que parecían echarse de menos.

...

Como iba a hacer para mirarla a los ojos después de todos estos años, y sobre todo, como la iba a mirar luego de ese día de noviembre en el cual se fue sin darme ninguna explicación. No creo aguantarme todo lo que me he guardado en estos 17 años.
Al otro día, me levanté y como diariamente, algo me faltaba, ya era costumbre. No podía encontrar mis anillos por ningún lado y desde que los tengo no salí nunca sin ellos, hoy no es la excepción. Hurgando en una cajonera encontré una especie de sobres decorados y con una letra en particular, era la letra de Alicia, su manuscrita es una de las 7 maravillas del mundo. Por pura curiosidad comencé a leerlas y había una que me llamó mucho la atención

"¿te has dado cuenta que hoy no he ido a la academia verdad? Ahora mismo estoy tomando un avión hacia Sevilla, mi madre descubrió que soy lesbiana y no me ha quedado otra opción que irme, te deje uno para que me puedas acompañar.
Te espero bonita.
Alicia"

Al lado de ese papel había lo esperado, un boleto de avión hacia Sevilla, que salía un 27 de noviembre, dos días antes de terminar la academia. Todo este tiempo, era yo la que huía de ella, y no me había dado cuenta. Pero espera, ¿dónde estaba esta carta?
¿por qué nunca la había visto? si todas las cartas que nos mandabamos las escondía en mi armario, no creo que alguien las haya cambiado de lugar ¿o si?, no creo que haya alguien que hubiese querido que me alejara de Alicia ¿no?
Tuve que dejar de pensar por unas horas para poder irme al trabajo, y no era un día común, hoy vería a Alicia. Me pregunto cómo estará ¿seguirá siendo esa mujer que provocaba millones de cosas en mi?
Apenas llegué vi a Suárez, de espalda y charlando con Ángel.

— Buenos días— dije seca demostrando mi falta de humor

— Buenos días inspectora— me doy cuenta de que está todo lo contrario a mi, se lo veía de muy buen humor —¿Quieres una taza de café?

Antes de llegar al responder, Ángel interrumpió

— Ven Raquel, necesitamos hablar urgente— empezó a tirarme del brazo en señal de que vaya—

Antes de irme le hice una señal de disculpas al pobre Suárez que lo había dejado con la palabra en la boca.
Como era de esperar, Ángel me llevo a la sala de interrogatorios.

— ¿Estas bien?— dijo con un tono preocupado.

— Si, lo estoy— dije haciéndome la desentendida —¿Por qué no debería estarlo?

— Y con todo esto, y ademas de que vuelve alicia...

Se me habia olvidado de que Ángel fue a la academia conmigo y sabia todo.

— Es un tema superado, está todo mas que bien— dije en un tono que no sonaba muy segura —No te preocupes por mi ¿vale?

— Vale— asintió —Pero sabes que puedes contarme lo que sea, venga Raquel, que te conozco hace muchísimo para que vengas con el drama de la vergüenza.

— No es eso Ángel, en serio, estoy más que bien— al terminar pude ver cómo su cara cambió repentinamente para mostrarme una sonrisa de alivio al darse cuenta de que estaba todo bien, pero en realidad no era así, y el me conocía demasiado para no darse cuenta de que los nervios y las ganas de querer dejar todo esto solo para no verla me estaban consumiendo.

Al salir de la sala pensé ¿y si ya estaba allí?, no, no podría estarlo, en realidad si podría estar pero mis subconsciente se negaba a imaginar que hoy la volvería a ver. Solo con pensar lo cerca que podría estar de ella me pone la piel de gallina, es que vamos, ¿quién no estaría nervioso por ver al amor de su vida después de tanto años? ¿era el amor de mi vida? Son palabras muy complicadas viéndolas desde mi perspectiva, aunque no estoy en duda de que sigo enamorada de ella como el primer día que la vi, no podría aguantar las ganas de abrazarla y decirle cuánto la he extrañado, pero más que nada decirle que todos estos años no sabía de esa puta carta que lo había arruinado todo, perdio muchos años de su vida esperando el día en que fuera a verla.
Por desgracia, un hombre interrumpió mis pensamientos.

— Inspectora, me manda Sierra a buscar a todos— exclamó Antoñanzas —ya está aquí.

En ese preciso momento mi cuerpo se tensó, no respondía. Comencé a marearme, veía todo borroso, no tenía estabilidad, hasta que una voz conocida me hizo volver a la realidad.

— ¿Estáis todos?, Antoñanzas puedes traerlos de una puta vez— gritó enfurecida.

Si, era ella

re cortos los capítulos no puede ser skdjaskdjs

Corriendo detrás de ti || ralicia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora