Beyblade burst la historia no contada

capitulo 27

Shu entro al hotel hundido en sus pensamientos, a tal punto en el que no se pegó con una pared de puro milagro.
Estaba caminado tranquilamente a su habitación, con mil cosas pasando por su mente, ni si quiera el se explicaba como podía actuar con tanta tranquilidad, tal vez si era un vampiro como mucho de sus fans pensaban.

Narra Shu....

Simplemente... estoy completamente atrapado .

No me quedan más alternativas, de camino aquí intente pensar en un plan para poder salir de esta , pero por más que me quebré la cabeza no encontré nada .

Si intento escapar es probable que no tarden mucho en encontrarme, por ahora no me queda más que hacer caso , no tengo otra alternativa...

Estaba undido en mis pensamientos, hasta que una mano interceptó mi hombro, levanté la mirada y vi a la persona que menos necesitaba ver en estos momentos, Lui Shirosagi, fijé mi mirada en el por unos segundos, hasta que el abrió la boca .

[...]
-¿ Se puede saber en dónde estabas ?-Preguntó con agudeza- Te desapareciste toda la noche sin si quiera avisarle al loco de las marionetas o al otro.
-Estaba en las instalaciones del equipo ruso, pensaba regresar rápido, pero se anocheció más pronto de lo que creí, así que decidí pasar la noche ahí-Conteste lo más rápido que pude, y en el tono más tranquilo posible.
-¡¿ En el equipo ruso ?!-pregunto con clara sorpresa, y hasta agresividad- ¡¿ Que hacías ahí ?!
La insistencia de las preguntas de Lui empezaron a poner nervioso a Shu, sabía que Lui no era tonto, el ya sospechaba algo del equipo ruso, y con justa razón, si no tenía cuidado, con la mínima pista que le diera, el peli-azul podria sacar conclusiones peligrosas para Shu.
-¿Acaso debo darte explicaciones, Shirosagui?-Dijo con la expresión más fuerte que sus nervios le permitían, esperando que Lui desistiera en el interrogatorio.
-Ngh... No, claro que no-Contestó sabiendo que nada le podría sacar a Shu-¿Y Xander?
Maldición, había olvidado ese detalle
-Bueno... El decidió quedarse un poco más-Respondió
-bien...-Dijo para soltar a Shu, no tenía caso seguir preguntando, pues claro era que Shu no le diría nada, pero eso solo le confirmaba a Lui una vez más lo que tanto sospechaba.

La noche cayó en Moscú, fría como siempre, pero más aún para el joven blader.
Shu se encontraba en su habitación, re empacando todas sus cosas en su maleta, pero obviamente, no para regresar a Japón. Eran al rededor de las once de la noche cuando salió, ni si quiera se molestó en llevar un abrigo, porque ni siquiera sentía en frío en su piel al salir del hotel. Llegó caminado hasta las instalaciones del equipo ruso, se supone que un carro del equipo iba a recogerlo, pero no quiso esperar, pues sentía que cada segundo era eterno.
Llegó a las instalaciones del "equipo" pues ya ni si quiera sabia si era un equipo realmente, o una organización del gobierno, que buscaba sacar horribles beneficios de los bladers.
Conforme Shu se acercaba al edificio, pudo notar cosas que no vio la primera vez, por fuera parecía un edificio común, era alto y de forma cilíndrica, no se podia ver ni una sola luz desde afuera, probablemente los vidrios estarían polarizados, solo se podia ver luz en la entrada. No tenía ningún cartel, o algo que indicará que ahí fueran las instalaciones de algún equipo, de echo, parecía un edificio abandonado.
Cuando llegó a la entrada, ahí estaba el, ese sujeto que parecía ser el líder de todo. Esa mirada llena de cerenidad, e incluso amable ante los demás, con esa postura de cualquier hombre de negocios, no hacia más que congelarle la sangre al peli blanco.
-Vaya, había mandado a alguien por ti, para que no tuvieras que caminar en el frío de la noche de Moscú-Dijo con una media sonrisa en su boca.
-No quise esperar, memorice el camino del hotel hacia aquí cuando me llevaron en la mañana-Dijo seriamente mirando al tipo.
-Bueno, sabía que tenía una excelente memoria, pero me complace saber que es mejor de lo que imaginé originalmente-Río levemente-Pero pasa por favor, no quisiera que te enfermaras, debes siempre llevar un abrigo incluso si no es invierno o tiempo de nieve-Se hizo aun lado para darle el paso a Shu-Adelante...

Shu entro al edificio, donde todo era muy diferente a como lucía afuera. Había estadios por dónde fuera que mirara, con balders tirando una y otra vez en ellos, podria parecer el escenario de cualquier equipo blader, pero con una gran diferencia.
Todos traían encima trajes negros, divididos en varias piezas, una en el torso y pechos, una en cada brazo otras en casa pierna, con cada lanzamiento, una cifra con números rojos aparecía en la espalda, y en ambos brazos, algunos cuando las miraban no decían nada y volvían a lanzar, pero otros, expresaban sonidos que parecían sollozos, o gritos que parecían ser una especie de maldición o grosería que Shu no podía entender.

-¿ impresionado ?-Escuchó la voz del tipo detrás de él-Son trajes de la mejor tecnología en la actualidad, además de predecir con exactitud la fuerza de cada lanzamiento, obliga al blader a mantener la postura adecuada a cada blader segun su complexión, pronto te darán el tuyo.

¿ Pronto también Shu tendría que usar una de esas cosas ?
El peli-blanco no dijo nada, solo asintió con la cabeza.

-Ahora acompañame, es momento de tu prueba.

¿ Prueba ?

El tipo llevo a Shu había un elevador, que comenzó a bajar uno, luego dos, y más y más pisos en el edificio, hasta que finalmente llegó a un cuarto en casi completa oscuridad, solo iluminada por una lámpara en el centro, donde había un estadio, y una persona parada a su lado.

-Veraz, obviamente no cualquier puede entrar al equipo-Rodeó a Shu con un brazo, y comenzó a caminar había el estadio-Primero, todos los bladers hacen una prueba para comprobar su habilidad, pero como se que eres un gran blader, confío en que pasarás la prueba sin complicaciones.
Con cada paso, Shu comenzaba a sentir una sensación como ninguna otra en el estómago, el miedo, y la ansiedad comenzaban a invadir todo su cuerpo y más cuando miro a aquel que estaba al lado del estadio.

El pelo azul, esa cara de facciones tiernas y finas, ojos azules, que ahora se encontraban apagados e inexpresivos.
-Antes era mi sobrino Dimitri quien hacia las pruebas, hasta que llegó nuestro pequeño diamante en bruto, que me encargue de pulir, hasta convertirlo en lo que es ahora-
Decía con un gran orgullo.
Shu ya sabía quién era, pero... Una parte de el no quería creerlo, sintió un nudo en si garganta al verlo de cerca, aquel que había sido si mejor amigo, si hermano y su confidente.

Era el.

-Los precentaria, pero creo que ya se conocen, así que, Shu, ahora tu prueba comienza, con la supervisión del director, es decir, tu servidor, y de nuestro mejor blader...

Valt aoi...