01. Tontas alfas cachorritas

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02.02.2022

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—¡Bahiyyih Unnie!

La aludida levantó la vista del libro que había estado leyendo para prestarle atención al par de cachorras que se acercaban a ella; dos altas alfas con sonrisas enormes y aromas curiosos que se mezclaban entre sí increíblemente, se detuvieron frente a la omega, quien sólo alzó una ceja en cuanto las tuvo cerca.

Sabía que ambas eran de casi la misma estatura, la castaña de cabellos lisos y largos parecía más alta que la pelinegra de flequillo, una más robusta que otra, hombros anchos y brazos fuertes, el rostro todavía joven de la alfa menor contra las marcadas facciones de la alfa mayor.

Las vestimentas de ambas también contrastando entre ellas; mientras una llevaba cálidos tonos otoñales entre rojizos ladrillos y marrones, la otra lucía ropas holgadas en tonos grises y negros.

Parecían alfas grandes, pero no eran más que cachorritas.

El concentrado aroma de café de la castaña junto al inconfundible perfume a canela de la alfa peli negra inundando el aire. Una rica combinación que hizo a Bahiyyih respirar hondo para llenarse de la fragancia, logrando captar el suyo propio haciendo ese increíble combo que tanta tranquilidad le traía. Las tres juntas, como un delicioso caramelo de capuchino que llenó de forma suave en la biblioteca estudiantil.

—¿Cómo está Bahiyyih Unnie?

—¿Se encuentra mejor?

La aludida rió por las voces combinadas de ambas cachorras. — Estoy bien, sólo fue un resfriado que ya pasó.

Hace menos de una semana había estado con un terrible dolor de cabeza a causa de la fiebre del resfriado, y ambas alfas habían estado tan alteradas por ello que incluso llegaron a agobiar a Bahiyyih. Sus dongsaengs eran atentas, quizás demasiado, y les agradecía, pero a veces solían exasperarla tanto. Entendía que de alguna manera quisieran cuidarla al ser ambas alfas, pero Bahiyyih era perfectamente capaz de sobrevivir a una simple gripe.

Ambas eran igual de exagerados.

—¿No está cansada, Unnie?

—¡Déjeme llevar su mochila!

—¡Yo también puedo llevarla!

Y de nuevo, ese par de mocosas comenzaron una pequeña pelea para conseguir llevar su mochila. Bahiyyih se dedicó a rodar los ojos y suspirar superada, simplemente aplaudiendo un par de veces para llamar su atención y hacer que se detuvieran. Cuando ambos pares de ojos estuvieron sobre ella, la omega mayor sonrió divertida. En esos momentos volvían a relucir los ojitos brillantes y los pucheros berrinchudos del par de cachorras.

—Soy perfectamente capaz de llevar mi mochila, alfas tontas.

—Pero... fue un largo día, quizás debe estar cansada — Youngeun replicó con un puchero, lo que hizo a Bahiyyih sonreír enternecida.

Y a Hikaru cruzarse de brazos con un mohín molesto por ello.

—Lo estoy, pero ustedes también deben estarlo, ¿por qué quieren llevar mi mochila cuando ustedes cargaron la propia todo el día?

—Podemos con eso, somos fuertes — ambas hincharon sus pechos orgullosas, alzando un brazo para mostrarle sus músculos. Youngeun destacando mucho más que Hikaru, aunque la peli negra también tenía lo suyo.

Ambas se miraron en silencio, retándose mutuamente antes de que Seo adoptara otra pose ridícula para mostrar más de sus músculos, siendo seguida por Hikaru que hasta el momento le daba buena batalla. Y después, la alfa castaña levantó su camiseta enseñando el abdomen jodidamente trabajado con esa sonrisa fanfarrona en su rostro. Hikaru abrió la boca indignada, tocando su propio cuerpo no tan cincelado; quizás comer de más ese día no fue tan buena idea. Asintiendo aceptó su derrota, con Seo feliz. Eso sólo hizo a Bahiyyih reírse de manera jovial, provocando sonrisas bobas en ambas cachorras ante el bonito sonido de su risa.

𝐂𝐀𝐏𝐏𝐔𝐂𝐂𝐈𝐍𝐎 𝐂𝐀𝐍𝐃𝐘  ' EHK + SYE + HBHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora