Paseo bajo una luna Carmesí (Castlevina/One-Shot)

Paseo bajo una luna Carmesí

Si alguien tuviese que contar las veces que el Señor de la Oscuridad salía de lo que solo él podía denominar como "hogar", solo tendría que usar los dedos de sus manos, pues eran muy pocas las veces que el Conde se atrevía a salir de su maldito castillo. Las veces que salía, era solo cuando algún insensato osaba acercarse demasiado al castillo, con algún fin nefasto. Salvo por esto, Drácula prefería quedarse en sus aposentos, sin hacer contacto con nadie, ni siquiera con sus siervos.

Pero cierta noche, sin que nadie se diera cuenta, Drácula salió de su tétrica morada. No por nada especial realmente, solo quería pasear y despejar la mente.

Ya sea por casualidad, o por mero capricho del destino, durante su paseo, llegó a un parque, que tenía en el centro un pequeño lago, congelado por los últimos vientos del invierno, pues pronto llegaría la primavera.

La naturaleza muerta que ofrecía el invierno era hipnótica. Esa pureza que solo la nieve puede ofrecer, ese vació que genera cada copo de nieve cuando cae a la tierra...

"Ojala el invierno durase mucho más", pensaba el Conde, mientras seguía su solitario paseo.

Llegado a cierto punto decidió sentarse en una banca, que se hallaba enfrente del lago. No estaba cansado, pero quería apreciar la belleza invernal del parque con mucha más calma. Su mirada se desvió hacia el cielo, cuando vio reflejada en el lago a la luna, vestida de un color rojo sangre.

"Espero no ser inoportuno, señor", se excusó Muerte, el más grande y fiel siervo del Conde.

"Si viniste a buscarme para que vuelva, descuida, planeaba volver dentro de muy poco" respondió Drácula, indiferente ante la repentina aparición de su servidor.

"En ese caso, si no es molestia, quisiera saber la razón detrás de esta escapada, señor".

"Solo sentí la necesidad de querer salir a pasear. Eso es todo y nada más".

Muerte hizo silencio, meditando la respuesta de su amo, quien rompía el silencio con su lenta y sosegada respiración, mientras observaba meditativo a la luna roja.

"¿Aún la extraña, señor?", preguntó Muerte, pero Drácula no contesto. Y durante un tiempo, hubo silencio...

"¿Cómo no hacerlo?" fue la respuesta del Conde, mientras bajaba la cabeza, abatido y melancólico.

Pocas veces la Muerte veía a su señor con esa actitud tan poco habitual de él. Sumido en el dolor y la pérdida. Patético y miserable, incapaz de dirigir a las fuerzas de la oscuridad, exactamente igual que cualquier hombre...

Exactamente igual, que un mortal...

"Me entristece verlo en ese estado, señor. Si puedo hacer algo que le anime, solo dígamelo".

"Quisiera estar solo...", y tras decir estas palabras, Muerte despareció. Fue entonces cuando el Conde, sin poder evitarlo, comenzó a desahogarse en un llanto cargado de melancolía y desolación.

"¡¿Por qué?! ¡¿Por qué permitiste que ocurriera?! ¡Ella te no hizo nada!" gritó Drácula al cielo, sabiendo que Él lo estaba viendo...

"Lo sabe Drácula, créeme que lo sabe" respondió una voz a su derecha una joven muchacha, de pelo negro azabache, ojos claros, y tez morena café con leche.

"¿Entonces por qué lo permitió?".

"No era su intención...".

"Explícate".

"Él esperaba, que ella te condujera devuelta a la luz. Que pudieras cambiar el camino que decidiste recorrer...Que volvieras a ser parte de su familia...Que volviéramos a ser hermanos..."

"Palabras y más palabras... ¡Déjate de rodeos y dame una respuesta!".

"El hombre...Profanó El Mensaje, y lo ajustó a sus propios deseos e intereses...Él sabía lo que iba a pasar, pero jamás esperó que terminara así..."

Drácula sabía que Ella decía la verdad. Ella no le mentiría incluso si vida dependiera de ello. Y eso era lo que más le dolía. La muchacha abrió sus brazos, invitándolo a un abrazo. El Conde no dudó en abrazarla, y en su hombro, comenzó a llorar nuevamente. Ella respondió el abrazó, y lo acompañó en su llanto.

Drácula emprendió el regreso al castillo, acompañado esta vez de la muchacha. La nieve había empezado a caer suavemente, pero la luna carmesí podía verse en el cielo aún. Ninguno de los dos decía una palabra, pero como dijo alguien una vez "un silencio dice más que mil palabras".

A las puertas de aquel mórbido lugar, Drácula y la muchacha se separaron.

"Aún no es tarde para cambiar tu destino" dijo la muchacha.

"Difiero en eso" respondió el Conde.

"Aún no pierdo la esperanza. Este camino de venganza y caos no te traerá la paz que tanto buscas Drácula".

"¿Y por qué tienes esperanzas en que pueda cambiar?".

"Porque ella la tenía".

"Ya veo...".

"Sé qué harás lo correcto, y que podrás cambiar tu destino".

"Tal vez...En otro tiempo...Y en otra vida...".

"Adiós, Drácula".

"Adiós, María".

Esa noche, el Conde durmió como nunca antes, pues en sueños, se reunió con su difunta esposa Lisa. Aquel sueño fue tan real que estaba dispuesto a no despertar, si con eso podía estar junto a ella nuevamente. Por un instante, Drácula pudo sentir aquella felicidad que había perdido aquel fatídico día, en el que ella murió. Lo último que hizo antes de despertar, fue abrazarla y besarla, jurando que nunca la olvidaría y que la amaría por toda la eternidad.

Lo que el Conde nunca supo, fue que María logró convencer a Él, de que le permitiera reunirse con su esposa otra vez, para así poder darle alivio a su alma, atormentada por el dolor y venganza. Y María sonrió, porque por fin pudo ver al hombre, que una vez, fue su más fiel y ferviente devoto, una vez más...

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Bueno, creo que como especial de San Valentín no esta tan mal, aunque eso ya queda a vuestro criterio, el cual me gustaría ver en los comentarios...

Aprovecho para decir que estoy escribiendo un fanfic de la saga de ace attorney (que para lo que no lo sepan, es un jueguito de abogados), y me gustaría que le den un vistazo, estoy seguro que lo disfrutaran bastante. Por otro lado, el fanfic "Espacio Profundo" a día de hoy tiene 63 vistas, y eso para mi es mucho muy especial. Tengo pensado hacer algo una vez llegue a las 100 asi que estad atentos.

Por lo demás, espero que les guste este fanfic, siganme para estar al tanto de lo que vaya subiendo por acá, y no dudes en votar si crees que se lo merece.

Aquí se despide su triste y mediocre escritor:

DrakeR00m.