Dahiana
Eran vísperas de navidad, así que mi familia y yo propusimos salir a hacer las compras navideñas.
No miento cuando digo que mi madre se ocupó de ir a todos los centros comerciales de la ciudad porque no le gustaba nada.
No comprendía por qué se esforzaba tanto en los regalos si ellos nos terminaban dando calcetas o algo así.
Yo solo había venido por los regalos de mis amigos, los cuales había comprado en el primer centro comercial, pero tenía que acompañarla.
—Mamá ¿Por qué llevas ropa de bebe en la canasta? No me digas que vamos a tener un hermano porque yo no...
—Andrea por el amor de dios ¿Me ves cara de querer tener otro bebe?
—Pues realmente no, estás un poco vie...
—La embarazada es tu tía Andrea.
—¿Tía? —hablamos en unísono.
—Si su tía Lizeth, la vieron muy pocas veces cuando eran más niñas, pero esta navidad viene a celebrarlo con nosotros y he estado hablando con ella desde hace unas semanas.
—¿La recuerdas? —susurro Andrea.
—Creo tener recuerdos vagos de ella, tú eras muy pequeña última vez que la vimos.
—Entonces ella es la embarazada—dijo soltando una gran cantidad de aire—Que bueno porque la verdad no me siento capas de cuidar a una cosa tan pequeña, tú sabes mamá muchos problemas con los niños...
—Si, muchos problemas, demasiados —dijo mi madre con tono de burla y Andrea le respondió con algún gesto que no logre entender.
Si no me equivocaba Lizeth era la hermana menor de mi madre, había tenido algunos problemas con mis abuelos y ellos no querían verla ni en pintura, es un tema muy conflictivo en la familia, imagino que el embarazo los hizo razonar.
**
Al final la familia decidió reunirse en casa de los abuelos para celebrar la navidad y aquí estábamos bajando todos los regalos del carro, en bolsas negras para que los pequeños no vieran, aunque creo yo es más sospechoso.
—Pensé que no llegarías nunca, es muy incómodo estar ahí dentro —hablo una mujer que por su panza asumí que era nuestra tía.
—Lo siento, salimos un poco tarde y el tráfico está horrible —dijo mi madre mientras se acercaba a ella y la abrazaba torpemente para no chocar con su panza, Liz era delgada y alta por lo cual parecía que su panza era muy grande.
Después de separarse camino hacia nosotras y nos dio un abrazo exageradamente apretado, sentía que se me saldrían los pulmones y a ella la criatura.
—Pero mírense, están preciosas.
Después de más apapachos entramos a la casa para recibir lo mismo de nuestros abuelos.
La tarde transcurrió bien, aunque se notaba cierta incomodidad en cuando a Liz y mis abuelos, pero no fue gran problema.
Después de cenar, ver películas, escuchar las historias de los abuelos, entre otras cosas, mamá y la abuela propusieron hacer chocolate caliente.
—Estoy realmente sorprendida de lo grande que estas Dahiana—hablo Liz mientras se sentaba donde mamá había estado antes.
—Supongo, la última vez que tenía cuatro años creo.
—Me hubiera encantado verte crecer, y a tu hermana, claro, pero ya sabes—dijo mientras buscaba con la mirada al abuelo. —No fue posible.
—De hecho, no lo sé, mamá nunca platicó de ti hasta hace días, Andrea ni siquiera sabía que teníamos una tía —dije nerviosa para después darme cuenta de que fue algo ofensivo.
Ella me miro sorprendida, pero luego sonrió.
—Entonces esa historia te la platicaré después, porque a partir de ahora viviré en la ciudad y me verás más seguido por tu casa.
—Claro, estoy segura de que a mamá le encantara y a nosotras también—señale a Andrea.
—Y dime, ¿estudias?
—Si, de hecho, estoy por terminar, me falta solo un semestre.
—Eso es genial, ¿Qué estudias? —hablo con mucho interés.
En el momento que iba a responder a su pregunta llegaron mamá y la abuela con una bandeja de tazas y comenzaron a repartir.
—Le estaba diciendo a mamá que podemos hacerte un baby shower, claro si tú estás de acuerdo —dijo mi madre con una gran sonrisa en su cara.
—Yo y Axel estábamos pensando en eso, tal vez lo haríamos en casa de sus padres y planeaba invitarlos, claro.
Axel era su pareja, el padre de su criatura, no había podido venir con ella porque estaba de viaje de negocios, algo que fue una pequeña discusión, pues los abuelos dicen que es irresponsable e irrespetuoso al solamente enviar a su hija a casa embazada.
Gracias a mamá la conversación cambio de tema, pero desde ese momento sé que Liz no ha estado nada cómoda.
No tenía ni idea de que había pasado entre ellos, pero debía ser muy difícil para Liz convivir con ellos como si no hubiera pasado nada.
Después de más pláticas, risas y juegos decidimos que era momento de dormir, dormiríamos aquí, claro, para mañana abrir regalos.
Mi madre y Andrea durmieron juntas, y yo dormí junto a Liz, tenía miedo de hacer un mal movimiento y lastimar al bebe o a ella, así que no dormí casi nada, seguro me levantaría con un dolor de cabeza del demonio.
**
Los más pequeños se habían levantado a las seis de la mañana, no se saltaron ni un minuto, así que despertaron a la mayoría.
Después de eso todos nos dispusimos a abrir regalos, la mayoría fueron ropa y juguetes para los pequeños, Liz recibió una gran cantidad de ropita —de muchos colores porque aún no sabíamos el género del bebe— pero, pues a final de cuentas solo eran colores, no habría problema.
Pasamos la tarde comiendo galletas y modelando nuestros regalos.
De camino a casa nos burlamos de mamá porque al final si había recibido calcetas.
<3<3<3<3<3<3
Holii
En los primeros capítulos decidí no escribirles una nota para que los leyeran seguido, soy muy buena, lo sé.
Por favor, a partir de ahora díganme que les parece cada capítulo, me motiva mucho.
Y también lo siento, si tardo mucho escribiendo, trataré de actualizar más seguido:)
Nos vemos en el próximo capítulo y no se olviden de dejar su voto<3
ESTÁS LEYENDO
El chico de la guitarra
Romance"La suerte de volvernos a encontrar" Dahiana una chica de casi 20 años quien por dadas algunas circunstancias termina siendo representante de Milton, un cantante popular del momento. Que sin saber ambos se habían topado en su pasado, pero no se reco...