Antes de Morir

Dia 0 y Dia 1

Hola, al que llegue a leer esto, lee mi testimonio y mi historia, este libro será mi nuevo yo. Escribiré aquí desde el primer día. Hasta donde llegue a sobrevivir…

Este es mi diario.

 

 

Día 0:

 

- Recuerdo estar acostado en la hamaca de mi patio, era un día nublado, no hacía mucho calor para ser sincero, me llamaron al teléfono de la casa, así que me levante y fui a contestar, era mi mejor amigo; Estaba invitándome a su apartamento, que llevase mi rifle de copas para hacer una pequeña competencia, luego de pedir permiso a mis ‘’Padres’’. (Para ser sincero ya recuerdo muy poco de ellos, ah creo que sobra decir que en ese momento tenía 15 años, ahora creo tener 17; ya no mantengo mucho la cuenta de los días.)

Después de llegar al apartamento de él, el cual queda cerca de una montaña, por no decir al pie de ella. Tomamos los rifles y fuimos a disparar a unas botellas. Al terminar nuestro juego (debo decir que yo gane!) Entramos a su apartamento a jugar videojuegos…

Día 1:

 

- Al despertar al día siguiente después de haber jugado toda la noche, me levante dela cama y salí a la cocina a buscar algo para desayunar, sin darme cuenta, un muy buen desayuno me esperaba en la cocina, una linda chica que para ser sincero, no recuerdo haberla visto muchas veces… -Apenas te levantas… Perezoso. (Dijo con una voz muy tierna) –Pues… no pensé que alguien me esperara al despertar (conteste un poco dormido), ¿perdona de dónde te conozco? –Soy la vecina de arriba, del 11vo piso, no te estoy esperando a ti y el desayuno no lo hice yo no te ilusiones… -¿Tu eres… esta… Gabriela verdad? –Sí, la misma que canta y baila… ahora si no te molesta, el desayuno se te enfría.

Luego de terminar mi desayuno, fui a vestirme para salir un rato con Juan y Gabriela, cuando estábamos abajo no hicimos nada más que hablar y hablar… por horas diría que hablamos, cuando ya se acercaba la hora del almuerzo, subimos para comer, Gabriela para su apartamento y Juan y yo al nuestro.

Mientras nos hacían el almuerzo seguíamos jugando videojuegos, cuando la señora del aseo nos hiso el almuerzo, nos avisó y se fue a su casa, terminamos de jugar y fui a servir el almuerzo, mientras serbia la comida, mi amigo apago la consola y puso las noticias locales… No recuesto muy bien como decían, pero decían algo de una nueva enfermedad muy viral y que no se conocían bien los síntomas… pero que si los veía se alejara completamente del infectado, sin hacer mucho caso a la información, nos sentamos en el comedor a comer… cuando ya estábamos a punto de acabar el almuerzo se escucharon unos disparos, muy cerca se podría decir que casi dentro de la unidad… así que como un par de niños tontos, tomamos nuestros rifles y nos escondimos tras la puerta. Al acabar el tiroteo tomamos el teléfono y llamamos a la portería de la unidad, el portero que estaba de guardia era muy buena persona, era joven y divertido solíamos hablar con él un buen rato a veces. –Ve porte esos disparos que fueron, que paso? –Muchachos no deben salir de su apartamento, yo de ustedes tomaría los rifles y me prepararía para dispararle a alguien. (Nos lo dijo en un tono muy acelerado y nervioso), así que fue lo que hicimos tomar los rifles y quedarnos entre la puerta y el balcón vigilando. En ese momento nos sentíamos como tirados profesionales… A lo largo de 15 minutos, aun con la emoción en la cabeza se escucharon unos gritos dentro de la unidad, y un pequeño golpe en la puerta. (Recordamos lo que dijo el portero y apuntado los 2 a la puerta) –qui… quién es? (pregunte tras la puerta con una voz nerviosa) –Soy Gabriela, abran! (dijo con una voz partida y nerviosa). –Han visto lo que paso abajo… hay un muerto, lo vi desde mi ventana, estoy segura que está muerto, había mucha sangre a su alrededor… pero las personas pasaban a su lado como si nada… como si ver un muerto fuese lo más normal del mundo. Al escuchar eso me puse frio, siempre e creído en los zombis, desde pequeño pero no pensé que eso fuesen, era imposible, no? –Debes estar viendo cosas Gaby, es imposible que haya un muerto en la unidad y el portero no haya llamado a avisarnos, siempre que pasa algo él nos avisa. (Le dijo juan de forma muy escéptica, yo sin omitir palabra alguna de lo estupefacto que esta tras el relato de Gabriela no dije ni mu) –Te lo juro juan lo vi y en realidad creo que era el portero… venia corriendo con el arma en mano cuando una persona se le tiro encima y lo apuñalo o algo no vi bien solo vi que la sangre corría a su alrededor y baje corriendo con ustedes… mi padres están de viaje, llegan en una semana, ustedes me protegerán verdad? –Claro eres mi amima, perdón nuestra amiga, no es así? (pregunto Juan refiriéndose a mi) –Pues claro que te protegeremos… (Dije cerrando los ojos y sonriendo para que no se notase lo asustado que estaba), ve y pon la televisión Gaby de pronto dicen algo interesante en las noticias… (Después de Gabriela ir al cuarto de los padres de Juan), Ve, no crees que lo que dijo Gaby suena mucho como a película zombi? –Un poco, deberíamos creer? Pues digo, no suena muy realista. (Así que todo el teléfono y llamo al portero sin respuesta alguna) no contesta, si es verdad lo que dice debemos estar preocupados. Pusimos un mueble de la sala frente la puerta y fuimos a la habitación a hablar con ella, al entrar la vimos con los ojos ahogados en lágrimas y totalmente pálida, viendo la pantalla del televisor sin parpadear, nos acercamos despacio para no irla a asustar y cuando nos vio salto de la cama como un resorte a abrazarnos, al hacerlo comenzó a llorar a gota, luego la sentamos en la cama y le preguntamos que había visto exactamente, ella dijo: ‘’Una persona salto sobre el portero el cual venia para acá y le hizo algo, luego el portero quedo tirado en el suelo además de eso no se nada’’. Un poco pasmado por lo que dijo, le pregunte –No te suena mucho como a película de terror? –Eso acaban de decir en las noticias, que la enfermedad rara a mutado y parece contener el síndrome de la rabia, que los militares están creando zonas de cuarentena, ya que la enfermedad se esparce muy rápido. Al escuchar eso Juan y yo nos pusimos pálidos y corrimos a la puerta –Gaby ven ayúdanos abre la puerta. Dije yo.

Al Gabriela abrir la puerta vimos a dos personas, con unos aspectos horribles, así que tomamos los rifles y al ver que se acercaban sin decir nada, les disparamos a la cabeza, ya que no estábamos muy lejos los rifles de aire comprimido sirvieron mucho. Empujamos el mueble hasta las escaleras y lo tiramos por ellas evitando que alguien o algo pasaran… Luego de hacer eso, totalmente incrédulos de lo que habíamos hecho volvimos con los cadáveres… Gabriela con una cara de espanto total llego con nosotros y unos guantes de lavar los trastes. –Sus ojos no parecen humanos, no creen? (dijo mientras con los guantes examinaba todo lo que podía). Pues tenían unos ojos sin color, sin tonalidad alguna, parecían ser siego pero no estábamos en un momento para comprobarlo, luego de eso tiramos los cadáveres por el balcón al 1er piso.

Ya había pasado un buen rato, ya se estaba haciendo de noche cuando comenzaron a escucharse grandes estruendos, helicópteros y muchos disparos, los tres casi que conectados corrimos a ver las noticias a ver que estaba pasando. ‘’Múltiples casos de asesinato han sido cometidos el día de hoy, ya sea por parte de los infectados del virus o de los militares y civiles defendiéndose, el gobierno hace un llamado de calma a toda la población’’ recuerdo ver al presidente salir como siempre en sus trajes, pero no con una expresión tranquila y pasiva como mantiene normalmente en sus entrevistas. ‘’Hago un llamado a  todo cuerpo militar activo o en retiro, para una jornada de emergencia nacional, y doy mis condolencias a todos esos familiares que se han perdido en estos dos días’’. Al acabar la trasmisión del presidente, no pusieron más que comerciales, luego de eso pregunte: -Soy yo o el presidente dijo estos últimos DOS días. Y llamado nacional, significa que esto no es solo en esta ciudad, es en todo el país y comenzó ayer y no dijeron nada.

Después de escuchar un gran estruendo más, todo se puso en silencio, por así decirlo, los tres corrimos por las escaleras, claro que manteniendo el cuidado y con rifle en mano, hasta el último piso para subir a la terraza; al lograr llegar a la terraza se veía el cielo un poco rojo, espantados salimos a ver, y aprecie lo que sería para mí, el peor escenario de mi vida, se veían los carros chocados, el fuego en algunas casas, y gente corriendo sin control, definitivamente el peor escenario que había visto alguna vez. Luego de bajar de la terraza un poco estupefactos, fuimos por un poco de ropa al apartamento de Juan y subimos al de Gabriela luego con una mesa tapamos las escaleras.