"Hey despierta" una suave voz murmuró, no abrí los ojos, pero podía sentir a alguien parado al lado mío. "Veo que tienes el sueño pesado", esta vez como riéndose.
Cuando finalmente mis ojos decidieron que era hora de abrirse vi a un chico parado junto a mi asiento, "¿Perdón?" dije con voz de alguien que recién se despierta, estaba confundida. "Verás, éste es mi asiento" dijo señalando el lugar donde mis piernas descansaban.
Sin decir una palabra deslicé lo más rápido posible los pies hasta mi sitio, ya en él me arreglé un poco el cabello, y toqué mi cara aun caliente por lo que había sucedido.Al mismo tiempo el chico de piel bronceada guardaba sus cosas en el compartimiento superior, entre estas un pequeño bolso, su laptop y la polaroid que segundos antes colgaba de su cuello.Luego se sacó su chaqueta negara de cuero, quedando con un polo blanco de cuello V, un par de jeans medidos gastados y un gorro gris que cubría des proporcionalmente su pelo, dejando al descubierto trozos de cabello rubio.
La hora en mi reloj indicaba que nos encontrábamos en DF, lugar en el que el vuelo haría escala, pero según lo que tenía entendido no iba a tener compañía. El rubio debía haber tomado ese vuelo de último momento.
- Soy James - me dijo estirando la mano.
- Layla -dije mirando sus ojos café-verdosos.
Rápidamente aparté la mirada, pero aun sentía sus ojos sobre mi.
No transcurrió ni un minuto antes de que que el esplendor de un rayo dirigiera mi atención a la diminuta ventana junto a mi asiento. Me asomé para ver, esperando que no se tratara de una tormenta, pero las enormes nubes negras se precipitaban cada vez mas.
Mientras tanto James buscaba el mejor ángulo para ver a través de la ventana, cuando finalmente me percaté de eso retrocedí un poco para dejarle la vista libre. " Eso no se ve nada bien " dijo entre riéndose. Mientras que yo, por el otro lado estaba hecha una momia. Una cosa era tener que sufrir el despegue y aterrizaje, pero sumado a una tormenta, sabía que sería una tortura.
El debió haber notado mi estado, ya que se inclinó hasta la ventana y la cerró con un brusco golpe.
- ¿ Mejor ?
- Mejor - acompañándolo con mi mejor intento de una sonrisa.
- ¿Así que viajas seguido?- No supe descifrar si se trataba de ironía, supongo que mi rostro lo mostró. -Creo que mejor cambiamos de tema ...
- Eso no estaría mal - dije ente dientes.No todos los días se tiene la oportunidad de viajar con alguien como él, pero los aviones, sumada a la tormenta y a mi, nunca fueron una buena combinación.
- Así que... ¿ que te lleva a Nueva York ?
- Trabajo
- Ah...pensé que eras mas joven - dijo fingiendo asombro.
No pude evitar reír - No mi trabajo, el de mi papá.
- Ya me imaginaba... - Por primera vez pude observar su sonrisa, y si, lo admito, era irresistible. - Ves, ya no estas pensando en la tormenta - dijo con cierto orgullo en su voz, hasta que se dio cuanta- Lo siento. - apretando los labios.
Solo le sonreí, la verdad, aunque hubiese sido por un segundo, él había logrado que me olvidara de que me encontraba ahí.
En ese momento una joven de cabello castaño se acercó para decirnos que estábamos por despegar.Mi asiento aun estaba reclinado, así que decidí enderezarlo, mientras la lluvia, cada vez mas fuerte, se convertía en tormenta.
ESTÁS LEYENDO
Layla
Teen FictionCuando la vida da tantas vueltas que no sabes a donde te va a llevar, es mejor no aferrarse a nada ni a nadie.Ese se había convertido en mi modo de defensa. Desde que tenía memoria había vivido de ciudad en ciudad junto a mi padre. Ése, era su modo...