Entre truenos y relámpagos

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Generalmente no solía viajar sola, uno porque odiaba los aviones y dos, porque esa muy distraída, " No pierdes la cabeza porque la tienes pegada" solía decir papá, y no lo podía negar. Sin ir muy lejos casi había perdido el vuelo por ir al baño antes del abordaje y dejar el bolso colgado en el gancho de la puerta de este. Nunca me hubiese acordado si no hubiese sido porque a la hora de comprarme un libro recomendado por mi prima Dyamille no tenía dinero. Peor todo se lo debo a la amable señora de limpieza que guardo mi bolso, en el que no solo estaba mi dinero sino también los pasajes y todos mis papales.

Pero volviendo a lo de viajar sola, para esta mudanza mi padre había decidido ir antes para ver el apartamento donde viviríamos
y comprar los muebles y los artefactos de cocina.Luego de años de viajar de un lugar a otro transladando nuetras cosas en containers , nos dimos cuenta que era mas facil vender y comprar todo nuevo para cada mudanza, asi que se puede decir que viajabamos ligero.

El estruendo de un trueno me hizo volver al avión, al cual la lluvia ya había llegado y golpeaba cada vez con mas violencia, el viento hacía que las palmeras se movieran como si fueras de plástico, y poco a poco la visibilidad se fue obstruyendo, permitiendo ver apenas unos metros a través de las ventanas.

Mientras mas pensaba, mas era mi impotencia por salir corriendo del avion, que se sentia cada vez mas angosto, mientras mi garganta lentamente se iba cerrando privando de aire a mis pulmones. Y como si fuera poco el niño de atrás no ayudaba para nada, tendría unos cinco años y no paraba de hacerle preguntas a su hermano, que lo ignoraba por estar con el videojuego, "Sam y si caemos en medio del mar, veremos tiburones, yo siempre he querido estar en un bote con tiburones!" no pasabam un minuto y volvía " Sam, sam, y si nos cae un rayo, nos da super poderes?" en ese momento la respuesta de su hermano empeoró todo" no idiota, si nos cae un rayo morimos",pero no podia culparlo, ese niño era una pesadilla. "Samuel, no insultes a tu hermano" salto su madre desde el asiento del otro lado del pasillo, para ese momento el niño ya estaba llorando " mami, mami, voy a morir?, no quiero morir mami?"

Justo en medio de mi crisis se escuchó la voz de una aeromosa " señores pasajeros, les pedimos que abrochen sus cinturones, estamos por despegar, el tiempor aproximado de vuelo es de 4 horas con 20 minutos" dijo con voz calmada, "si, claro, cuantro horas con veinte minutos si no nos parte un rayo!" no pude evitar pensar.

Recordé lo que me decia mi padre cuando me daban estos ataques " corazon, tienes que respirar lento, cierra tus ojos, y respira lento", asi que eso es lo que hice, cerro mis ojos, y comence a respirar , de lo que no me daba cuenta era que James me estaba mirando, " estas bien ?", me preguntó en el segundo que el avion comenzó a moverse, el vidrio abierto no ayudaba, " si.. si" le respondí, entre respiraciones profundas. Ya estabamos cerca de despegar,podía sentir como mi cuerpo se iba recostando sobre el asiento mientras el avion se elevaba,parecía eterno, y justo antes de llegar al punto de donde cambia de posicion comenzó la turbulencia.Todo sonaba y los relampagos por los vidrios alumbraban el interior del avion mientras algunas maletas comenzaban a caer y la gente gritaba.Por otro lado estaba yo, parecia que me estaban torturando, las dos manos sujeras al asiento tan fuerte que cualquiera que me hubiese visto juraría que lo quería matar. En ese momento giré un segundo para ver a James, tenía que asegurarme de que alguien estuviera tranquilo,generalmente ese era mi padre, pero en el caso de James su expresión no era mucho mejor que la mía. Sin embargo no tardo en percatarse de que lo estaba mirando y se volvio a mi diciendo" va a estar bien", mientras su mano sujetaba a la mia, fuerte, pero no lo suficiente como para que doliera.Luego cerró los ojos, y yo hice lo mismo.

Un minuto duró ese infierno, para cuando habia terminado yo no queria abrir los ojos, mis manos seguian sujeta al asiento y la suya sobre la mía, hasta que el dijo, " mira, mira es asombroso", saqué mi mano que ya estaba un poco dolorida mientras el miraba hacia el vidrio. La lluvia ya no se escuchaba sobre nosotros, dude un segundo en si miarar o no, pero finalmente la curiosidad me ganó, giré la cabeza, lentamente, y vi ese hermoso cielo que parecia pintado de un tono azul marino arriba el cual se iba aclarando a medida que llegaba a las nubes, finalmente formando un contorno naranja alrededor de ellas , debajo de el las estas. Los relámpagos caían creando un especie de bombardeo que iluminaba todo el cielo, y a lo lejos se podía ver como se iban trasformando de grises a blancas, todo un espectaculo.

Cuando todo había pasado las azafatas pasaron recogiendo todos las cosas que se habían caído, entre ellas la chauqeta de james, la cual guardó debajo de su asiento.El ya parecia calmado,yo por el contrario podia escuchar el sonido de mi corazon, que segua acelerado.

-"Gracias , de nuevo" le dije con voz agitada

-"No hay de que"- dijo con media sonrisa asomándose -" yo no estaba mucho mejor". Pasaron unos segundos hasta que preguntó "así que de donde eres?"

- " no se" - dije sin pensar,que respuesta mas estupida, no era como que no supiera que habia nacido en Buenos Aires, pero habia vivido poco ahí, asi que nunca me identifiqué completamente.

-" no sabes?" pregunto asombrado, seguro penso que era una idiota.

-" caundo vives en tantos lugares en poco tiempo, es difícil saber" dije finalmente- "¿que hay de ti? "

-" New York, nacido y criado" dijo con orgullo en su voz

-"Debe ser genial, sabes, conocer a la gente de toda una vida" dije, Nunca había vivido en un lugar mas de un par de meses, un año a lo mucho, ahora nose si podría, pero había crecido envidiando a todo el que si.

-Pensó un segundo antes de responder- " a veces" dijo, ya sin tanto entusiasmo, como si lo de conocer la gente de toda una vida no lo convenciera, lo entendería mas adelante.

Habremos hablado unos cuarenta minutos despues de eso,me menciono un poco de su carrera,y como en el año que llevaba estudiando fotografia se habia enamorado de ella, hablaba con tanta pasion al referirse a eso, decia que lo que lo cautivaba era como una sola imagen podía mostrar todo lo que nos perdemos por vivir corriendo, todos esos momentos que estan frente a nuestros ojos, pero que simplemente no vemos.Luego me comento de las dos semanas que habia pasado en Mexico, una en Distrito fedral, y la otra en ciudades cercanas, para un curso de la universidad.Ademas mencionó que tenía dos hermanos, uno vivia con èl mientras que el mas pequeño estaba en su ultimo año de secundaria, nunca mencionó sus nombres.Yo le conté un poco de mi mudanza, y como me habia costado tanto convencer a mi padre para vivir en New York cuatro a cinco años que era lo que duraba una carrera. Después de un rato hablando el sueño logro vencerme.

LaylaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora