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Will conoció a Dennis, ya casi un año atrás en la cafetería nueva que abrieron cerca de su instituto, se hicieron muy bueno amigos y con el tiempo empezó a desarrollar sentimientos amorosos por él. Supo, entre las muchas conversaciones que tenían, que trabaja como DJ en un club y Will quería presenciar la pasión con la que Dennis habla de su trabajo.

Aprovecho que su madre tenía una cita con su novio y calculando que tenía tiempo suficiente para ir y regresar, no perdió está oportunidad. Se arregló queriendo aparentar ser mayor (aunque en cuatro meses cumpliría la mayoría de edad) y como plus su estatura lo ayudaba.

Entre la fila, que vio al llegar, había una bolita de personas que al parecer venían de otro club porque ya estaban pasados de copas y como el extrovertido que es, se pegó a ellos cuál chicle para no ser descubierto por los guardias de la entrada.

Y lo logro.

El lugar olía mucho a cigarro y alcohol (también un poco a marihuana) algo que no había previsto esperando que el olor no se pegará demasiado a su ropa o su madre le daría tremenda tunda. Sus "nuevos amigos" le habían agarrado cariño invitando le algunas copas y a pesar de haberse negado varias veces al final cedió fingiendo tomar la bebida.

De fondo escucho como la gente abucheo a la persona que había quitado la canción por unos segundos hasta que volvieron a gritar al reconocer la melodía.

I took a Pill in Ibiza de Mike Posner, miro hacía la cabina de dónde provenía y ahí estaba Dennis.

Las luces de neon que reflejaban su rostro lo hacían lucir atractivo, su cabello anaranjado algo alborotado le daba un toque sexy y esas pecas, esas malditas pecas que deseaba besar una por una. Tenía lo ojos cerrados, disfrutando lo que hacía; podía sentir como transmitía su pasión a través de los altavoces como si se tratase del flautista Hamelin haciendo que la gente bailará al ritmo de la música.

La imagen que se estaba proyectando ante él, quedaría grabada en su mente por un largo tiempo repitiéndose una y otra vez. Quedó tan embalsamado que sus pies por si solos lo llevaron al centro de la pista, balanceando su cadera y alzando los brazos como las demás personas. Bailando algunas canciones solo y otras acompañado.

En estos momentos, culpa al olor que lleva inhalando inconscientemente y a su organismo que no es resistente a tales cosas porque esto no era algo que el haría concientemente.

Al ver a Dennis bajar de la cabina, fue directamente hacía él abrazándolo y gritando su nombre.

—¡Dennis!

—¿Will?¿Qué estás haciendo aquí?

Dennis era un poco más bajo que Will y le hubiera dado gracia del como el castaño debía doblar un poco las rodillas para lograr apoyar su cabeza en su hombro pero este no era el momento. Estaba preocupado por el aspecto que tenía Will.

—No puedo decirte es un secreto—Will soltó una risa. Parecía niño pequeño mientras llevaba su dedo al labio de Dennis en señal de silencio.—Bueno, te puedo decir si me prometes no decirle a Dennis.

Ahora el pelinaranja estaba más preocupado.

—Ven, hay salí de aquí.

Lo tomo de la mano llevándolo hacía la salida trasera mientras Will gritaba al aire que iba de la mano de su novio. Sin querer queriendo, había inhalado demasiada sustancia ilícita.

Ya una vez afuera, sentó a Will en una banca que estaba ahí en lo que llamaba a un taxi pero de nuevo lo había abrazado impidiendo su acción (y alterando su corazón por la cercanía).

—Will, necesito que me digas la dirección de tu casa.

—¿La dirección?—Dennis asintió— La dirección es... ¡Hacía tu corazón!— soltando una carcajada lo abrazo más como si de un oso se tratase y Dennis no hizo otra cosa más que dejarlo así hasta el efecto bajará al menos un poco.

Quedaron en silencio y por un momento creyó que Will se había quedado dormido hasta que sintió como el menor se despegaba un poco de él y alzaba una de sus manos hacia su mejilla acariciándola mientras volteaba su rostro para verlo.

—Sabes, esto es algo que no me atrevería hacerle al chico que me gusta—dijo Will, aún tenía los efectos y su mente le jugaba una mala broma haciéndolo pensar que estaba con otra persona para abrir su corazón.

—¿De verdad?,¿Quién es ese chico?—pregunto el mayor.

—Su nombre es Dennis, somos muy buenos amigos y hace tiempo empecé a sentir las famosas mariposas en mi estómago cuando lo veo—dijo sonrojado frotando sus manos en su regazo—, y hoy vine a verlo porque quería presenciar lo que le apasiona. Me encanta como sus ojos tienen ese brillo como plática sobre eso.

Dennis estaba sonrojado al escucharlo y también por la cercanía en la que habían llegado. Debería decirle que él es Dennis, que bajo los efectos que está teniendo esta diciendo cosas que en un futuro le dará vergüenza haberlas dicho pero deseaba escuchar más.

—¿Y que te pareció?

—Creo que me enamoré más de él.

Ambos se miraron a los ojos, esperando cualquier movimiento del otro y Will fue el primero acortando la distancia tomándolo de las mejillas y lo beso. Dennis no se lo negó, disfrutando lo y sintiendo que el menor también, hasta que se dió cuenta que estaba mal aprovecharse del estado en el que se encontraba Will pero antes de hacer algo el menor se separó primero tapando con ambos manos sus labios y viéndolo sonrojado comento:

—Fue mi primer beso.

Dennis estaba muriendo de ternura porque no era algo que viera todos los días y anoto mentalmente Hacer sonrojar a Will es la octava maravilla del mundo.

Tan solo pudo abrazarlo y pidiéndole de nuevo la dirección de su casa. Esta vez Will mostró su celular donde aún estaba abierta la app GPS que marcaba desde su casa hasta el club. Dennis pidió el taxi y lo acompaño para que llegará a salvó.

Una vez ahí, tocó la puerta de la casa y una mujer con vestido elegante le abrió la puerta, al ver a Will se sorprendió demasiado.

—¿Will?

Dennis estaba un poco un incómodo porque no sabía cómo explicárselo a la señora, no quería sonor chismoso o acusador, aún así le dijo modificando algunas cosas y omitiendo el beso. No deseaba causarle más problemas al menor. Will ya estaba quedándose dormido que su mamá tuvo que llamar a su novio para que la ayudara a llevarlo a su habitación.

Dennis se despidió de la señora y se prometió así mismo que en un futuro, no tan lejano, le contaría a Will está anécdota.

KissesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora