sleepy

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Dennis llegó a casa a las 6:30 am.
Al cruzar el umbral de la puerta sintió el cansancio llegar a él como una gran manada de elefantes. Le sorprende la energía que sacó de quién sabe dónde para aguantar después de las dos de la madrugada, como DJ debía entretener a la gente y dejar que olviden sus problemas, pero al ser día festivo los clubs no tenían toque de queda (al menos en esas fechas).

Subió las escaleras con la esperanza de que su esposo, Will, siguiera en cama para al menos abrazarlo unos minutos antes de que se levanté para ir a su trabajo. Muy pocas eran las noches que dormían juntos y hasta ahora, a pesar de ser algo pequeño, no ha afectado en su relación (más que nada por Will porque no le gustaba dormir solo).

Al entrar, se encontró con la tierna imagen de Will abrazando su almohada además de que algunos rayos de sol le daban directamente en su cabello haciéndolo brillar y hubiera tomado una foto de no ser porque ya sentía sus ojos pesados de sueño.

Sin hacer mucho ruido dejo la mochila que traía en una esquina y empezó a despojarse de la ropa para ponerse su pijama, fue a cepillarse los dientes y con cuidado sustituyó la almohada por el mismo, acomodándose lentamente-

—¿Acabas de llegar? ¿O te levantaste temprano para hacer el desayuno? —dijo un somnoliento Will. Ahora aferrando su brazo en la cintura del mayor.

—Acabo de llegar. Lo siento, no quería despertarte—contestó Dennis un poco apenado.

—Descuida…en unos momentos sonará…la alarma—Will arrastró las palabras volviendo a quedar dormido.

Dennis termino por acomodarse y susurrando un irónico Buenas noches cerró los ojos para dormir.


•••


Entre sueños, Dennis sintió como alguien le estaba dando palmadas en su mejilla, pero sin darle mucha importancia volvió acomodarse.

—Papi.

Frunciendo un poco su rostro y con toda la fuerza que tenía, abrió sus ojos acostumbrándose a la luz para encontrar a su querida hija Maya vestida con el uniforme de la primaria y dos coletas adornando su cabello castaño.

La niña, al ver que su padre le prestaba atención se acercó a él poniendo amabas manos a los lados de su labio como si le fuese a contar un secreto.

—Papi, ya me voy a la escuela— susurró. Y antes de que Dennis respondiera entró Will con la mochila de la niña.

—Maya, te dije que no despertarás a papá. —dijo dándole la mochila—Anda, ve a esperarme en la sala.

Maya soltó una risita, le dio un beso a Dennis en la mejilla y salió de la habitación.

El pelinaranja trato de procesar lo que acaba de pasar, pero el sueño ya estaba predominando de nuevo, volviendo su cerebro lento.

—Deje algunas notas en la cocina porque se que olvidarás lo que te diga, al menos al verlas tendrá un leve recuerdo. —dijo Will tapándolo y acomodando la almohada para que descansará mejor.

Dennis soltó un suspiro satisfactorio y antes de poder articular un Gracias sintió los labios del menor sobre los suyos. Fue un beso lento, un beso mañanero para despertar con la mejor energía y tener un excelente día, sin embargo, para él era lo contrario. Los besos que le daba Will, en los días que llegaba en la mañana del trabajo, eran como somníferos; dormía como bebé recién nacido, sentía como si hubiese estado acostado en una nube y al despertar se sentía con un hombre nuevo.
Will se separó y vio como Dennis parpadeaba lentamente con una sonrisa boba.

Soltó una pequeña risa—Descansa, mi amor.

Aún manteniendo la sonrisa, el mayor quedó dormido después de esas palabras. El castaño salió de la habitación cerrando la puerta con cuidado y bajando las escaleras se encontró a su hija al principio de estás.

—Muy bien jovencita, es hora de ir a la escuela.

Ambos eran las personas afortunadas por tenerse y ahora más al tener a su hija.

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⏰ Última actualización: Feb 12, 2022 ⏰

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