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La secundaria...

Muchos la ven como una pesadilla que no merecían vivir.

Otros la ven como una de las mejores etapas de sus vidas.

Cual sea el lado del que estés, seguramente conoces o has escuchado historias de personas que conocieron al amor de su vida en este lugar. Si no has escuchado algún relato de estos, te contaré el mío... pero más a detalle.

§

– ¡Vivian Amery! Es su turno de presentarse ante el grupo – Anunció el profesor Drescher.

Era la sexta vez en el día que me presentaba frente al grupo. Eso era agotador, cansado y aburrido. Cuando ingresé a esa escuela, la primera semana de clases no fue tan amena como esperé. Al menos no lo es cuando debes introducirte con tus compañeros frente a 15 maestros.

Pero vamos, sólo faltaba esa clase y era libre de huir de ese salón. Aunque fuese por sólo treinta minutos.

– Mi nombre es Vivian Amery, me gusta mucho la actuación y me apasiona la lectura. Tengo 12 años de edad. – Dije rápidamente.

¡Vaya! ¡Vaya! A que esa no se la esperaban.

Sonó el timbre que indicaba que era el momento de salir a tomar nuestro receso.

Tomé mi almuerzo y abandoné el salón. Por supuesto, la chica asocial que no quiere convivir con nadie porque se considera más madura que el resto de sus compañeros no desayunaría con nadie. Y nadie querría desayunar con ella. Aquella solitaria muchachilla era yo.

Bajé las escaleras hasta el área donde estaba el área de mesas para almorzar. Tomé la mesa más alejada de otras personas y me dispuse a comer.

Veía cómo los demás tomaban asiento junto a sus amigos o hacían otros nuevos. Mientras que yo me repetía mentalmente: "Estoy bien aquí sola, no los necesito", "Estoy bien aquí sola, no los necesito".

En el fondo albergaba la pequeña esperanza de que alguien se acercara y me invitara a acercarme a ellos. Algo absurdo porque rechazaría y ahuyentaría a cualquier persona que lo intentara.

Estaba sentada en una esquina entre un salón y las escaleras, y estaba claro que ese no era mi día. O al menos eso creía yo.

Veo a una chica pegada a un muchacho que parecía ser su novio, porque esas posiciones no eran comunes en amiguitos normales que se quieren como hermanos.

Curioso, ¿no? El reglamento prohibía estrictamente el noviazgo entre alumnos dentro de la escuela. Y a partir de esa norma se desencadenan otras que se refieren a acciones que haría una pareja. No besos, no caricias, no toqueteos, etc.

Y justo cuando creí que eran chicos irresponsables que violaban las reglas de la escuela y se veían totalmente ridículos pegados como sanguijuelas, me percaté de dos cosas.

1.- El muchacho era el hermano de Riley, la única compañera que me prestó atención mientras me presentaba y que tenía pinta de ser amable y muy extrovertida.

2.- La chica parecía perdidamente enamorada del hermano de Riley.

3.- Estaban dando un espectáculo erótico frente a mí.

No paraban de toquetearse, abrazarse y darse caricias. Al parecer no habían notado mi presencia a pesar de haber estado allí desde hace 10 minutos.

Y entonces... La Vivian para nada inocente que se encontraba frente a ellos presenció algo que nunca creyó que vería en la secundaria, a los doce años, almorzando y con el hermano de la única chica a la que pareció agradarle.

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⏰ Última actualización: Mar 04, 2022 ⏰

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