Como En Los Cuentos De Hadas

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Monta a su caballo "Murder" y galopa en dirección a la granja Midoriya. El dueño de la única joyería del pueblo le aseguró que tenía las medidas de todos los omegas solteros del pueblo y le vendió el anillo más caro que tenía, asegurándole que era para la buena fortuna y perfecto para Izuku.

El señor Torino, cerró su joyería temprano para poder ir a tomar el té a la casa de su sobrino Toshinori, para contarle la noticia. La esposa de Yagi, corrió a contarle a Rei, la omega del jefe del consejo de Yuei, Eiji lo comentó en la sesión. "al parecer  el sastre extranjero echará raíces en el pueblo" la señora Yaoyorozu, la única beta en el consejo contó la noticia en su reunión de damas amigas de la lectura a la hora del té... Pronto todo Yuei sabía que el alfa rubio le pediría matrimonio al omega de la familia Midoriya.

Un suceso inusual pues para la mayoría, la propuesta era compartir un baile en el baile de primavera.

Inko está comprando esencia de vainilla para hacer sus famosas tartaletas de manzana, cuando lo escucha. La madre de Kaminari corre hasta ella y discreta susurra en su oído "El alfa extranjero compró un anillo para Izuku"

Nunca nadie en Yuei había visto a doña Inko correr así.

Hisashi tuvo que abrir la puerta deprisa al ver a su omega correr como el viento hasta llegar a su granja.

—Por Dios Inko ¿Qué pasó?— Deja tiradas sus botas afuera para entrar y ayudar a su omega a beber agua para que pudiera hablar.

—¿Papá? ¿Mamá?— Izuku baja las escaleras preocupado. Su madre lo inspecciona de arriba a bajo; el omega porta un overol de algodón, color mostaza y una camisa de vuelos olgados. Se ve decente, pero no lo suficiente para una propuesta.

La omega respira profundo y se levanta de la silla en la que se desparramó al llegar.

—Hisashi, Izuku escúchenme bien.

Ambos asintieron con la cabeza con rapidez.

—Hisashi quiero flores, tres ramos hermosos, córtalas de mi jardín y traelas. También me ayudarás a hornear.

El alfa asiente sorprendido de que su omega le pida flores del jardín que cuida con su vida. Izuku se sorprende también.

—Izuku, corre a bañarte y sin peros, quiero que te pongas el traje casual más bonito que tengas, elegante pero no mucho, coqueto pero decente y que te veas lindo ¿Entendiste?

—Sí mami— Izuku corre a llenar la bañera con agua caliente que tenía puesta en la estufa de leña, lista para pelar los pollos que su padre mató para vender a los Kaminari. Inko lo ayuda a tallarse y le pasa el jabón especial de sales aromáticas que compró para su presentación. Izuku muere por preguntar, pero su madre se ve tan seria que prefiere obedecer sin chistar.

Hisashi corta rosas y tulipanes del jardín de Inko, también unas ramitas de romero, pues le gusta el aroma.

En la mesa del comedor prepara los ramos que su omega le pidió. Deja en pausa la cosecha de las manzanas de su tierra, los chicos Asui siguen avanzando mientras él restriega el piso de la sala como su esposa le ha ordenado.

Arriba Izuku se muerde los labios mientras su madre le cepilla el cabello tratando de dejarlo ondulado y domado hacia un lado. Muere por decirle que es imposible, pero ella se está esmerado tanto que se queda quieto sin quejarse. Media hora después Inko se rinde y mejor prosiguen con su vestuario.

El omega peliverde ve como sus mejores trajes, los que usualmente usa solo los domingos para ir a la iglesia, son puestos en fila sobre su cama. Uno a uno son descartados hasta que su madre elije; su mejor camisa blanca, sus planes favoritos, un pantalón café claro de algodón y su chaleco nuevo, de un hermoso verde musgo. Sus zapatos brillan cuando su madre termina de lustrarlos y por fin, está listo.

Presentación "Katsudeku" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora