Al terminar la jornada laboral, cada uno de los Funtime podía sentirse libre de hacer lo que quisiera. Baby se fue a encerrar a su habitación sin dirigirle palabra a nadie; Ballora también fue a la suya, estaba exhausta, necesitaba descansar; Chica se quedó limpiando y ordenando las cosas en la cocina alegremente. Había sido un día divertido para ella, y además, sobró mucha comida. Funtime Freddy se encontraba en su habitación, en su baño privado, bañando en un pequeño recipiente a Bon Bon debido a que el conejo no podía hacerlo por sí solo. Por otra parte, Funtime Foxy estaba en su cuarto, sentado al borde su cama, totalmente ofuscado.
Cualquiera que lo viera pensaría que se le pegó la actitud errática y nerviosa de Funtime Freddy, ya que yacía moviendo la pierna frenéticamente y parecía echar humos de tanto enojo que mantenía acumulado. Lo que pasó con Freddy fue una cosa que no podía tolerar bajo ningún argumento. Tenía que encargarse de ese oso degenerado y darle una lección.
Foxy podía ser todo lo elegante y encantador que quisiera, pero tenía su lado infantil donde cuando ocurrían cosas que no le gustaban hacía rabietas como si fuera un niño. Estaba golpeando los lados de su cama con los puños, tratando de desquitarse.
—¡Maldito imbécil! — gruñía dando golpes a su cama que no tenía culpa de nada. Siguió insultando a Freddy por varios minutos, hasta que escuchó un movimiento en la rejilla de ventilación —. ¡Déjame en paz, Bon Bon! — vociferó golpeando las almohadas.
Hubo un momento de silencio, hasta que volvió a oír ruido proveniente de la rejilla, pero esta vez acompañado de una voz que reconocía perfectamente.
—No soy Bon Bon, bonita — habló aquel payaso de cabellos blancos, logrando que el zorro se ruborizara —. ¿Puedo bajar? — preguntó calmado.
Foxy inmediatamente respondió que sí. Ennard bajó por la rejilla dando un salto. Vio frente a sí a Foxy, quien tenía una expresión de vergüenza, pero lo que más le extrañó fue la cama desordenada, con las sábanas casi en el suelo y las almohadas tiradas cerca de la pared.
—¡Qué pena! ¡Perdón por hablarte así! — dijo, cubriéndose el rostro con las manos.
—No te preocupes — se le acercó, tomando sus manos para tratar de alejarlas de su rostro —. ¿Qué pasó? ¿Por qué estás así? ¿Quién le hizo daño al ser más hermoso del mundo?
Foxy rio suave, bajó la cabeza sintiendo demasiada vergüenza como para verlo a la cara. Se sentó en el borde de la cama. Cruzó las piernas al sentir que Ennard se sentó a su lado. Suspiró, comenzando a relatar lo que sucedió con Freddy. En todo ese tiempo, Ennard le escuchó paciente, sin interrumpirle. Fruncía el entrecejo cada tanto, sintiéndose asqueado por lo que oía.
—Y yo, no me esperaba que hiciera eso — finalizó —. Juro que no me voy a quedar como si nada. Me las va a pagar.
—Lamento que hayas tenido que pasar por eso — llevó una mano a la cabeza de Foxy, otorgandole suaves caricias como consuelo —. Y tienes razón, eso no se puede quedar así.
Le acarició la cabeza cariñosamente. Quería ver aquel rostro tan perfecto que le había robado el sueño durante la noche; deseaba ver esos ojos amarillos que le hipnotizaron desde el primer segundo en que los vio. En su lugar, escuchó un suave gemido, lo cual le hizo fruncir el ceño y sentirse confundido. Se asustó cuando vio pequeñas lágrimas deslizarse por las mejillas maquilladas de Foxy.
—Oh, cariño — le tomó con cuidado del rostro, haciéndole levantar la cabeza y verlo a los ojos. De los ojos de Foxy caían mares de incontrolables lágrimas; estaba tan ruborizado que se le veía por encima del maquillaje —, imagino cómo te debiste sentir — le limpió las lágrimas que le caían con los pulgares. Su tacto era cariñoso, dulce, comprensivo.
—Lo siento — decía con dificultad —, no quería... llorar. Es sólo... me afectó mucho — sentía mucha más vergüenza por no poder hablar correctamente.
Ennard le abrazó, permitiéndole llorar en su pecho y así poder desahogar todo lo que no había soltado en tanto tiempo. Lo que más le fastidiaba a Foxy era mostrarse tan vulnerable frente a alguien a quien veía con otros ojos. Aquel payaso se había robado su corazón desde el primer minuto, así que, Foxy no sabía si podría olvidar la vergüenza del momento después. No obstante, se permitió regocijarse en esos brazos fuertes que le protegían como si fuera la joya más preciosa del mundo.
Pasaron unos cuantos minutos antes de que Foxy pudiera dejar de llorar. Solo entonces, se separó de Ennard.
—Ay, qué vergüenza — dijo bajando la cabeza —, perdón, no acostumbro a llorar — rio nervioso.
—Tal vez ese es el problema — con sus dedos le movió los mechones de cabello blanco que le caían por la frente —. No es bueno guardarse tantas cosas — se le acercó, para depositarle un beso en la mejilla —. Te prometo que no se va a quedar impune.
Luego de eso, y ya con más calma, Foxy habló con él de diversos temas. Le hizo tantas preguntas que llegó a agobiar al contrario, pero eso no fue de demasiada importancia, ya que estaban cómodos estando el uno con el otro.
Fue durante la madrugada, cuando Ennard ya se había ido y Foxy estaba durmiendo que se escuchó un grito estridente por todo el lugar, despertando a cada uno de los Funtime. Se levantó rápidamente, y al salir divisó a Chica, pues su habitación quedaba justo al frente de la suya. La mencionada se acercó a Foxy, abrazándolo en busca de seguridad.
—Algo le pasó a Freddy — dijo asustada.
Vieron a Ballora, inmediatamente le dijeron que se acercara a ellas y se alejara de la habitación de Freddy (que quedaba justo frente a la suya). Guiándose por el sonido de las voces de sus compañeras, fue hasta ellas, igual de asustada que Chica. Ambas se refugiaron detrás de Foxy, como si este pudiera protegerlas de cualquier mal. Escucharon infinidad de insultos provenientes del oso, y pequeños gritos de miedo de Bon Bon.
Baby se adentró en esa habitación, sacando a la fuerza a Freddy y a Bon Bon.
—Estás haciendo mucho escándalo, hombre — lo dijo tranquila, sin elevar la voz.
—¡¿Escándalo?! — su voz hizo retroceder a sus compañeras —, ¡mira cómo me dejaron el baño! ¡encontraré al maldito que me rompió la maldita ducha! — procedió a hacer una rabieta, soltando insultos al aire.
Resulta que se había despertado durante la noche al oír a Bon Bon decirle que el baño se estaba inundando. Al entrar a la habitación vio la ducha rota, echando agua por montones.
—No sé cómo no se le revientan esas venas del cuello — comentó Chica.
—¡Cállate, Chica! — vociferó el oso dirigiéndole una mirada asesina.
Bon Bon, totalmente asustado del comportamiento de su amigo comenzó a llorar con fuerza, soltando chillidos y lágrimas sin control. Freddy lo vio preocupado y arrepentido completamente por su actuar, agachándose para tomarlo entre sus brazos y tratar de calmarlo.
Baby suspiró pesado. Al parecer, sería una larga noche.
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Extravagante
Fanfic" -¡Eres tan hermoso! - " le halagaron a Funtime Foxy, quien gustoso y encantado hizo una reverencia en señal de agradecimiento. El público lo ama, y él se siente como en el cielo cada que le recuerdan lo hermoso, extravagante y dulce que es. Su ca...