Capítulo 1. En El Crepúsculo

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Yo amo a este ship, y lo amaré por siempre. Siguiendo el consejo de una hermosa escritora, pues se me ocurrió esto. Ella dice que escribe lo que a ella le gustaría leer, así que aquí vamos.

Por cierto, es la primera vez que escribo sobre Omegaverse y eso, así que no sean crueles conmigo, tenganme paciencia.

Gracias por pasarse a leer y comentar. Porfa no se les olvide dejar una estrella.

Enjoy my friend.

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"El amor debe ser como un beso al atardecer..., como el último beso, el auténtico, el verdadero, al término de las historias románticas de la colección Arlequín... ¡El amor debe ser como un aroma de rosas a la hr del crepúsculo!" Stephen King
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Las lágrimas rodaron por sus mejillas irremediablemente. Se sentía tan vacío y sólo, un pequeño pedazo de mierda... ¡Dios! ¿Podía ser más patético? No evitó el segundo sollozó, ya no pondría resistencia, dejaría aflorar el dolor que lo embargaba. Acababa de perder al ser más importante en su vida, a causa de cáncer.. ¡esa maldita enfermedad! , ya no le quedaba más familia consanguínea. Tía May se fue del mundo hace un mes.

Le dieron unas obligadas vacaciones para que descansara, viviera el duelo y se empecinó a no tomarlas. Sería peor estar en el apartamento solo. Muy a todo pesar Nick Fury lo dejó participar en una misión contra alimañas de HYDRA.

Y ahora estaba ahí, sentado en una banca del jardín trasero de la Torre, lloriqueando porque arruinó toda la misión con su explosividad, por fin la ira había decidido salir y le nubló el juicio. Tony Stark le gritoneó en cuanto pusieron un pie en el hangar de la Torre Avenger, y todos los demás miembros sólo le miraron en reprobación.

¿Cómo iba a saber que deseaban al barón Zemo con vida? ¡Ah claro! No leyó los objetivos de la misión por su depresión -¡irresponsable!, le susurró su conciencia -Y a la hora de la verdad no midió sus puños... y pues el hombre era historia, 3 metros bajo tierra.

Peter Parker se sentía inútil, un completo desastre. Ni siquiera como omega servía, pensó. Se suponía que como todos, a sus 18 años, llegaría su primer celo y su Alfa aparecería. O al menos se sabría que ya estaba listo para enlazarse. Hacia una maldita semana cumplió los 21 y..¡Nada!.

Wanda había hecho mediciones y estudios de todo tipo para saber que sucedía con él, y ¡nada! En eso se resumía él, pensó. En ser nada.

El chico arácnido abrazó sus rodillas y las apretó más contra sí, hundiendo el rostro entre ellas y permitiéndose resanar su alma con el llanto a flor de piel.

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James Buchanan Barnes suspiró con alivio. Hacía una semana que regresó de Wakanda y el peso en sus hombros y conciencia ciertamente era menor, saberse libre del soldado del invierno ya era un paso.

La redención sería el siguiente. Al ser parte de los Avengers, daría la oportunidad de empezar de cero, una vida nueva.

Tomó aire y levantó los puños, retomando el entrenamiento. Steve Rogers, su compañero de toda la vida y mejor amigo sostenía el costal de boxeo para él. Natasha Romanoff los observa desde las gradas.

-¡Aburrido! -grita riendo la pelirroja desde la distancia, ellos le miran con los ojos entrecerrados. La chica les había sugerido entrenamiento cuerpo a cuerpo y quién perdiera sería su contrincante. Ambos se negaron tal caballeros que eran.

Cómo soldados mejorados, son más fuertes, temían no lidiar bien con la energía y no mediar su fuerza lo suficiente para no dañarla, pero Natasha se empecinó a no aceptar una negativa, cada vez que podía les retaba. Le gustaba la adrenalina.

Sweet Creature [WinterSpider] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora