4 | Estoy perdiendo mi corazón, aferrándome a tu luz

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Todos los derechos de autor son de thekeytoeverything

Sinopsis: Hope pinta durante el día, Josie toca el piano a medianoche. ¿Es todo un sueño, sin embargo?

Estoy perdiendo mi corazón, aferrándome a tu luz

1938 - Barrio francés, New Orleans, Luisiana.

Ella aguanta, todas las noches. Porque sabe que si alguna vez la dejara ir, las profundidades del dolor se la tragaría por completo.

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1934 - Barrio francés, New Orleans, Luisiana

El complejo.

El famoso recinto de New Orleans, perteneciente a la familia Mikaelson.

Ahora pertenece a Hope Mikaelson, la heredera de Original Híbrido y la Alfa de la manada Lobo Creciente, Niklaus Mikaelson y Hayley Marshall. No habían fallecido, pero su padre le regaló el complejo, porque la felicidad de su hija era lo más importante. Finalmente estaba feliz más allá de las palabras.

Pasó sus días y noches aquí, con el amor de su vida, Josie Saltzman.

Es donde ella pintaba y Josie tocaba el piano.

Un día en particular que nunca podrá olvidar es el día en que hicieron un voto.

Ese día, Hope ya estaba pintando en su habitación. Su lienzo sobre el caballete, el cuadro ya iba tomando forma. Eran Hope y Josie en el muelle del Bayou, mirando el cielo nocturno con luciérnagas alrededor.

Fue entonces cuando entró Josie. Vino por detrás y puso sus manos sobre los hombros de la tríbrida, la morena apoyó su cabeza justo en la de Hope.

Dándole un beso justo en su cabello, mira la pintura con curiosidad.

—Es hermoso. ¿Nosotras en el pantano? —pregunta la morena

Hope mira hacia atrás y sonríe.

—Sí. De cuando fuimos el otro día, después de tu recital.

Josie comenzó a trazar su clavícula.

—Esa fue una noche agradable —comienza Josie. Movió la cabeza para que su mejilla izquierda ahora estuviera sobre su cabello y comenzó a mirar por el balcón—. Fue pacífica.

Hope tomó su mano y le dio un suave beso en la palma.

—Te tengo algo -Hope dice mientras la mira a los ojos.

Esto hizo que Josie retrocediera cuando Hope se levantó y fue hacia su tocador. En él había un pequeño jarrón con algunas plantas. La mujer de cabello castaño rojizo se para al lado y señala con su dedo índice.

-Uno es un matthiola incana y el otro es un myosotis, un nomeolvides. El matthiola simboliza la belleza que no se desvanece con la edad y toda una vida de felicidad, y el myosotis simboliza el recuerdo y el amor verdadero e imperecedero.

—Es gracioso, también te compré algo.

La morena sale de la habitación y luego regresa con un regalo envuelto:

—Abrelo.

Y eso es lo que hace Hope. Una vez abierta, jadea y mira a Josie.

—Es una caja de música y tiene algo de mi música. Elegí tus favoritas —dice Josie.

La caja de música estaba ornamentada de forma exquisita. Tenía dos ángeles rodeados de nubes, tratando de tomarse de las manos, pero sin llegar a alcanzarse todavía.

Hope mira a Josie intensamente. Suavemente, justo por encima de un susurro.

—Es celestial. Gracias -dice Hope

En ese momento, los segundos, los minutos y los años podrían pasar en un borrón justo frente a sus ojos, ni siquiera lo notarían. Este era su momento, mientras Hope tocaba la caja de música, agarraba a Josie y comenzaba a guiarla en un vals.

———

Más tarde, después de cenar, que resultó ser el primer transeúnte con el que se cruzaron, se quedaron en el primer piso. Aquí tenían el piano de Josie, que era un Ivers and Pond Grand Piano.

Josie se sentó y le indicó a Hope que se sentara a su lado. Una vez que vio que la tríbrida se sentó, presionó algunas teclas al azar y luego comenzó con una pieza que compuso. "¿Su musa?" Un paseo por la tarde que ella y Hope tuvieron en el Barrio Francés hace unos meses.

Mientras Josie tocaba, Hope la miraba y se concentraba en la música. Su sonrisa era tan brillante e inmensa. Sin embargo, a la mitad de la pieza de la morena, Hope la agarra por la cintura y comienza a plantarle suaves besos en la mejilla.

—Prométeme que nunca me olvidarás —dice la Hope. Josie sigue tocando, pero comienza a concentrarse en la pelirroja.

—No me olvides —contesta Josie.

—Entonces, hazme un juramento de que esto es para siempre. -Hope sonríe.

—Un juramento para siempre.

En ese momento, Josie deja de tocar y mira a los ojos azules. Ojos azules sobre ojos marrones, la luz de la luna reflejándose, haciendo que el azul se viera más brillante de lo habitual. Sus labios se encontraron bajo esta luz de luna, despertando corazones muertos.

La lluvia comenzó a caer suavemente, y luego de golpe, lo que hizo que ambas jadearan. Afortunadamente para ellas, tenían la fuerza y ​​la velocidad para empujar el piano fuera del camino debajo de las escaleras, donde la lluvia no golpearía. Y así, volvieron a salir bajo la lluvia para terminar lo que habían comenzado.

———

1938 - Barrio francés, New Orleans, Luisiana

Hope se despierta.

Siempre es el mismo sueño, una y otra vez, todas las noches.

Nunca el de cómo murió Josie.

Un juramento para siempre, roto, pero no a propósito.

La tríbrida se levanta de la cama y alcanza la foto.

Siempre es la misma imagen. La misma imagen arrugada. La foto de ellas dos, la Tríbrida Original y la Hereje, únicos en su especie. La foto que tomaron después del recital, la misma noche que fueron al Bayou (manada Lobo Creciente y los Mikaelson, algunos mirándolos a los dos y sonriendo con cariño), el día antes del juramento para siempre.

Después de agarrar la foto, fue por la caja de música. La música que empezó a sonar era la misma que ella tocaba mientras se besaban bajo la lluvia. Ella comienza a mirar la caja de música. Los ángeles, tratando de tomarse de las manos, pero sin llegar nunca a alcanzarse. Eso es exactamente lo que siente por Josie en este momento. No podrá abrazarla nunca más, a menos que haya una manera de que la tríbrida original pueda morir. Ella supone que sí, porque incluso los seres inmortales encuentran la manera de morir, buscándola o sin buscarla.

Una vez más, desmorona la imagen y llora por el resto de la noche. Lo único que puede consolarla es la caja de música.

Ella aguanta, todas las noches. Porque sabe que si alguna vez la dejara ir, las profundidades del dolor se la tragaría por completo.

Eso, y la oscuridad.

-Fin.

One-Shots - HosieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora