Se conocieron, fueron amigos, novios y prometidos.
Pero ella se fue, después de años regresa, pero con una pequeña rubia de 4 años.
Alexandra sabe que solo es cuestión de tiempo para que se descubra la verdad.
A pesar de todos los problemas, ¿podrán...
Alexandra se encontraba caminando hacia la sala se detiene un momento al observar a la persona que está de espaldas, frente a ella.
– ¿Sammy? - Pregunta Alex cuando el nombrado se voltea dejando ver su rostro golpeado, enseguida la pelirroja se acerca a su amigo muy asustada. - ¿Sam qué te pasó?, ¿Necesitas ir a un hospital?, ¿Qué sucedió?
– Lex, Lex, respira estoy bien. - Dice Sam sujetando a su amiga de los hombros para que reaccione. - Tuvimos un accidente.
– ¿Tuvimos? - Alex de repente empieza a sentir una presión en su pecho, como si fuera una alerta de que algo malo sucederá.
– Lex, encontramos a papá, lo llevamos a un lugar seguro, pero todo fue una trampa el demonio de ojos amarillos estaba dentro de él. - Sam toma un momento para suspirar y continuar relatando lo que sucedió. - Dean lo trata de enfrentar con la Colt, pero él fue más listo.
Sam se quedó en silencio, por lo que la pelirroja habló.
– ¿Dónde está Dean? - dijo Lex en voz baja, temiendo lo peor.
– Lex. - Sam miró a su amiga a los ojos y se fijó que estos ya se encontraban brillosos por las lágrimas. - Dean fue gravemente herido en la cabaña y cuando estábamos yendo hacia el hospital tuvimos un accidente, y ahora mismo él se encuentra en un estado de coma.
Lex soltó un par de lágrimas y respiró profundamente, no podía derrumbarse ahora tenía que ver a Dean hacer que este despertara.
– Iré al hospital contigo.
– Lex no creo que sea lo mejor.
– Iré Sam, Brooke ya debe estar despierta y no creo que quiera quedarse, así que voy a buscarla. - Alex se giró para caminar hacia su habitación, cuando se acordó de algo y regresó hacia Sam.- ¿Sam qué haces aquí?
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– El Impala se encontraba en un lote de la I-83, le pedí Bobby que fuera por él y también vine a decirle que consiga unas cosas que quería mi papá.
– ¿El auto...-
– Destrozado, Bobby dice que hay que vender el resto como fierro.
– Dean se pondría furioso si hicieran eso. - dijo Alex con una pequeña sonrisa.
– Lo sé, le dije a Bobby que Dean me mataría si lo hiciera. - comentó Sam sonriendo un poco.
– De acuerdo, vuelvo enseguida.
Alexandra fue al cuarto donde se encuentra su hija ya despierta.
– Buenos días Brookie.
– Buenos días mamá. - dice Brooke sonriéndole a su madre, sentada aun en su cama.
La pelirroja miró confundida a su hija, normalmente esta era más entusiasta.
