Capítulo 2: Alianzas del caos

119 5 1
                                    


Se escucha que se acercan unos cuantos pasos rápidos, algún que otro gruñido o quejido, cada vez están más cerca, el ruido incrementa hasta que llega a la puerta, se escucha como se intenta abrir el cerrojo, los quejidos de molestia aumentan más y más hasta que se escucha el cerrojo girar y la puerta comienza abrirse y entonces deja ver a...

Damian: Agh, Grayson, este lugar es deplorable

Dick: Es más que aceptable Damian, además es lo que puedo pagar con mi sueldo, así que deja de quejarte... sí? –termina su frase un tanto más alegre sobándole la cabeza a Damian–

Damian: –Se intenta zafar del agarre de Dick– Primero, somos ricos; y segundo, no me refiero a la calidad estructural o la ubicación... me refiero a que parece que tienes un AÑO COMPLETO sin limpiar!

Dick: –mientras habla levanta alguna que otra prenda sucia del suelo–Ah, sí, admito que está un poco sucio, pero en mi defensa, casi no tengo tiempo libre para hacerlo o alguien que me...–voltea a ver a Damian con una sonrisa– tal vez tú quieras ayudarme con eso.

Damian: *Rueda los ojos* No vine para eso, o sí Grayson? Creí que querías que te apoyara con otros asuntos de la calle...

Dick: Cierto, bien puedes dejar tus cosas en el cuarto de por allá–señala con su dedo un cuarto a la izquierda del lugar–.

Damian se dirige sin muchas ganas a la habitación y deja sus cosas ahí, para después observar por la ventana por unos momentos la pintoresca ciudad, apenas hace unas pocas horas que salió el Sol, no sabía lo hora exacta, pero intuía que eran cerca de las 9:00 am

Dick: Oye, quieres ver una película?

Damian: *perplejo* Qué?

Dick: Si ya sabes, tengo una de...

Damian: *Lo interrumpe* Haber, me hiciste dejar Metrópolis, solo para ver una película? Creí que había un caso que atender–dice algo molesto–

Dick: Si, pero bueno, aprovechando que ya estás aquí...–le muestra los DVDs de nuevo a Damian– podríamos ver una película

Damian: Oye, si solamente querías pasar tiempo conmigo pudiste solo irme a visitar a la mansión en vez de traerme hasta acá–dice tomando una pose de desafío–

Dick: –Observa por unos momentos a Damian de arriba abajo, para después suspirar derrotado– sabes Damian... en serio eres increíble–dice frustrado–

Damian: *sonríe un poco* Lo sé

Dick: *lo ve y no se lo cree* No era un cumplido Damian

Damian: –La pequeña sonrisa que tenía desaparece y es reemplazada por una mueca de disgusto–

Dick: Viendo lo desesperado que estás, nos vamos de una vez?

Damian: Si, será mejor que no perdamos más tiempo– y comienza a dirigirse a la salida seguido por Dick–

Dick: Está bien, pero de camino te compraré un helado–dice recobrando su buen humor–

Damian: T-t, como sea

Dick: Genial–cierra la puerta detrás de ellos–


(Ciudad Gótica. Torre Wayne)

Bruce camina por unos de los pasillos de las oficinas de las industrias Wayne, normalmente ese sería un lugar tranquilo donde despejarse del trabajo de oficina, beber un café tranquilamente para después volver a sumergirse en el mundo de las cuentas y las estadísticas... pero por ahora, era un completo caos, ya que Bruce no iba solo, sino que era seguido de un séquito de empleados, secretarios y estadistas los cuales no paraban de decirle y gritarle cantidades y resultados; todo con el propósito de mantener "actualizado" al jefe sobre todos los movimientos que había realizado la empresa en las últimas 24 horas; aunque Bruce ya iba tres pasos por delante y estaba enterado de todos los movimientos de la empresa y todos los que va a realizar, pero tenía que mantener las apariencias, cosa que en ese momento ya lo estaba desesperando, cualquiera que los hubiera visto por la calle fácilmente los hubiera confundido con una secta que se dedicaba a adorar a Bruce Wayne, pero la realidad era que Bruce más que adorado, se sentía atosigado

DCeased (mi versión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora