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Haruto odiaba a Jeongwoo, su vecino. No lo soportaba y no podía ni verlo, pero desgraciadamente tenía una fuerte fijación en Jihoon, el hermano de Jeongwoo, y las cosas empezaron a volverse complicadas.

Watanabe Haruto, o solo Haruto, era un chico de 18 años, alto, guapo, de pelo negro, con un potencial enorme y dispuesto a comerse el mundo. Era el prototipo de chico perfecto, el típico novio que quieren todas las madres para sus hijos o hijas, pero a Haruto solo le gustaba una persona, su vecino Jihoon. Desde el primer momento que lo vio en el jardín ayudando a su madre con las plantas se quedó estupefacto. Era guapísimo, tenía una sonrisa preciosa y un porte increíble. En esos momentos tuvo un crush gigantesco, el problema llegó cuando, en medio de aquella embobación de Haruto hacia Jihoon, sintió una piedrecita tocar su ventana.

Haruto desvió su atención hacia abajo para encontrarse a otra persona que sonreía burlonamente, y le vocalizaba:

"¿Qué miras tanto?"

Haruto rodó los ojos y cerró la cortina. Esa fue su primera toma de contacto con Park Jeongwoo.

Jeongwoo era un chico digamos... interesante. Bastante pícaro, no tenía pelos en la lengua para decir las cosas de frente. Quizá un poco torpe, bastante diría yo, pero con muy buen fondo. Más que bueno.

Jeongwoo también era bastante llamativo. Castaño de 18 años, con una hermosa piel morena, una sonrisa que ablandaba a cualquiera y unos ojitos de no haber roto un plato en su vida. Sus padres siempre decían que parecía un cachorro de husky. Aun así, su personalidad no se asemejaba tanto a aquello. Al igual que Haruto cayó flechado de Jihoon, Jeongwoo lo hizo de Haruto.

Jeongwoo no era de enamorarse fácilmente, sí que es cierto que tenía a muchísimos chicos detrás de él, incluso alguna chica, y que cuando salía de fiesta siempre ligaba, pero nunca sintió cosas más allá de eso. Hasta que vio a Haruto asomado en aquella ventana, con su pelo negro suelto y aquella camisa de seda blanca, Jeongwoo recordó hasta la última vestimenta del outfit durante estos 6 meses.

El problema de todo esto es que Jeongwoo es un chico avispado y supo en ese momento que Haruto miraba a su hermano, y también reconoció aquella cara de enamorado a metros de distancia. No era la primera vez que pasaba, quiero decir, Jeongwoo era guapísimo pero su hermano Jihoon también. Digamos que la familia en general era bastante agraciada.

Hubo una ocasión hará unos tres años que a Jeongwoo le empezó a interesar un chico de clases, fue la primera vez que le ocurrió, pero poco después se enteró que a este chico le gustaba su hermano. No pudo hacer nada, no es ese tipo de persona que insiste en algo si sabe que no va a ningún lado, pero supongo que debía a acostumbrarse.

Jeongwoo empezó a intentar llamar la atención de Haruto a lo largo de estos meses pero de manera peculiar. No era exactamente como estáis pensando ya que Jeongwoo era un poco... como dije antes, torpe, pero al moreno le bastaba para tenerlo cerca aunque a Haruto le creciera más y más su odio.

*flashback*

—¡Dios! ¡Joder! ¡No lo soporto! —gritó Haruto entrando a su habitación y dejando el bolso de golpe sobre la cama. Asahi lo seguía detrás.

—¿Te quieres tranquilizar? A mí me ha parecido muy mono —dijo riéndose.

—¡¿Muy mono?! —dijo señalando su camiseta—. ¡¿Te parece mono que me tire la tierra de la maceta encima?! ¡Y encima delante de Jihoon! ¡Ufffffff!

—Pero era con buena intención Haruto, él solo quería enseñarte las flores que había plantado —dijo riéndose.

—Flores su madre.

𝗱𝗲𝗮𝗹, hajeongwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora