Estoy teniendo un sueño muy bueno sobre mí y Win y la ducha que se transforma en una pelea de almohadas. Y entonces las almohadas empiezan a doler, y me doy cuenta de que ya no estoy soñando.
Me incorporo y atrapo la siguiente almohada antes de que llegue a mi cabeza. La tiro al suelo y me limpio el sueño de los ojos. Había sido un sueño tan bueno. Y trato de ocultar la evidencia de ello colocando la siguiente almohada que Win lanza en mi regazo.
—¿Qué estás haciendo? —le pregunto.Me mira fijamente, buscando a su alrededor algo más que lanzar. Pero no tiene más almohadas.
—Eres un mentiroso. M mayúscula...
—¿No hemos pasado ya por esto?
—Pero sigues mintiendo, Bright —grita—. E minúscula. N minúscula...
—Para. —Me pongo de pie, ignorando mi madera matutina y concentrándome en Win mientras alcanza el control remoto. Le agarro la mano antes de que pueda alcanzarlo. Eso no me sentaría bien en el costado de la cabeza.
Retira la mano.
—He recibido un mensaje de Mingie.
—¿Se pregunta dónde estás? —Supongo.
—No. Para nada, Bright. Ella sabe exactamente dónde estoy. Y con quién estoy. Y, sospecho, lo que estamos haciendo. No todo, pero... —Sacude la cabeza.
—Mierda —digo, paseando por la habitación—. Debería haber visto esto venir.
—¿Debería haber visto qué?
Pero ahora estoy enfadado. Cada vez que intento arreglar algo, él tiene que volver a joderlo.
—Tenía un trabajo que hacer. Nada. Ese era su único trabajo, y no pudo hacerlo. ...y no pudo hacerlo.
—¿Qué está pasando? —pregunta Win. Sus manos se aferran a los costados y sus ojos se dirigen a la puerta como si estuviera pensando en salir corriendo. Está descalzo y sin pantalones. Espero que no esté tan loco como para salir al frio vestido así. La congelación no es algo para tomar a la ligera.
—El caso es que, Win —empiezo, pero ya está. No estoy seguro de qué decir o cómo decirlo.
—Sólo dime la verdad, Bright. —Se pasa las manos por el pelo desordenado.
Le tiendo las manos, tratando de tranquilizarlo. Por supuesto que piensa que voy a mentirle otra vez. Me recuerda al gatito con la pata herida que traté hace unas semanas. Es difícil confiar cuando ya estás herido. Lo entiendo. Sólo que no quiero arruinar esto.
—¿Por qué tienes una bolsa de lona para una noche? ¿Por qué Mingie sabe todo esto? ¿Se trata de mí? ¿Es una broma o algo así?
Casi me río, pero la autopreservación entra en acción.
—No, Win —digo, resistiendo el impulso de poner los ojos en blanco porque no puedo creer que tenga que explicar esto—. No todo tiene que ver contigo.
Me mira fijamente.
—No te estás ayudando a ti mismo ahora.
Cierro los ojos tratando de recomponerme para poder salvar esto. Quiero tener una oportunidad con Win después de que todo esto termine, pero a juzgar por la mirada de su cara, puede que eso no sea posible. Cuento hasta cinco y, cuando vuelvo a abrirlos, sigue mirándome con los ojos entrecerrados, asustado como un potro recién nacido. Tiene las mejillas rojas y manchadas, pero sigue siendo la cosa más bonita que he visto nunca. Me sacudo esos pensamientos.
—No me refería a eso —digo—. Quiero recordarte de nuevo. No debías estar en el coche.
Se cruza de brazos, mirándome mal.
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T0ur Accid3nt4l ✨ BrightWin ✨ BW ✨
Romance¿Qué es peor que un aspirante a leñador sexy robando mi coche conmigo en él? No estoy seguro, pero creo que estoy a punto de averiguarlo. No se a donde vamos, ni quien es el chico guapo o por qué acaba de robar mi coche. De acuerdo, no es mi coche...