La música de alguna de esas aburridas estaciones de radio, resonaba por los largos y fríos pasillos del supermercado donde justamente realizaba sus compras, ahora mismo se encontraba en el pasillo de lácteos, cuidadosamente recorría con la mirada todos los refrigeradores esperando visualizar el cartón con colores negros y dorados de la marca de leche que normalmente acostumbra a comprar.Después de unos minutos logró encontrarla al final del pasillo, en el último estante del penúltimo refrigerador, había corrido con suerte, solamente quedaba una caja.
Ahora iría al pasillo del pan integral. De ahora en adelante procuraría preparar un desayuno decente para degustar en su hora de receso en la universidad, estaba hastiado de comer las secas y desabridas galletas que había adquirido en rebaja. Nunca volvería a comprarlas de nuevo, siempre que las comía le resecaban la garganta en exceso...Caminaba por otro pasillo, buscando pan integral, bueno en realidad, el que encontrará estaba bien, siempre y cuando le sirviera para prepararse un sándwich.
Ahora que observaba más detenidamente, esta tienda debería surtirse en mayores cantidades, siempre que venía había escasez de productos.
A unos cuantos pasos, junto a otros productos, que por el momento no eran de su interés, estaba el pan que buscaba, rápidamente se acercó para tomarlo, la siguiente semana sería mejor y eso empezaría por degustar un desayuno decente.
Tiró de el para colocarlo en su carrito de comprás, pero...Oh! Sorpresa, alguien más también lo había tomado, pero dicha persona estaba del otro lado del pasillo por lo que no podía verla. Tiró nuevamente del empaque, el lo había tomado primero, si el extraño de al lado quería pan integral, que lo consiguiera en otra parte.
Y así, una guerra de ver quién soltaba primero el paquete de pan integral comenzó.
En un descuido de su parte, el paquete resbaló del agarre de sus dedos, lentamente vio cómo la bolsa de pan integral desaparecía de su vista. Había perdido...
Ah no! Ese paquete de pan era suyo! Ya había perdido anteriormente su lata de piña con una anciana poco agradable, todavía le dolía la mano izquierda por la mordida que está le dió. Se negaba rotundamente a perder de nuevo. El desayunaría un delicioso sándwich, así tuviera que arrebatarle de las manos el paquete al extraño del pasillo de al lado.
Rápidamente corrió hacia el otro lado del pasillo, encontrándose con SU paquete de pan, el muy sin vergüenza ya hasta lo había acomodado en su carrito.
Ha! El que se fue a la villa, perdió su silla!. Estiró su largo brazo para tomar el paquete, rápidamente se giró para volver a dónde estaba su carrito de comprás. Estaba apunto de emprender su carrera cuando una voz detrás de él, le interrumpió.
-Disculpa...eso es mío- Oh no, es...encerio?. Tanto me odias dios?. Lentamente se giró para encarar a la persona que menos quería encontrarse y menos en esta bochornosa situación.
Apenas dió vuelta, su corazón comenzó a latir velozmente. Frente a él, se encontraba la persona que se la pasaba rondando por su mente sin cesar, vestía de una manera más informal a como normalmente lo hacía, o al menos en sus horas laborales. Se veía precioso.
Estaba sorprendido, el destino lo odiaba?.
Aún que el no era el único sorprendido, el rubio también tenía plasmado en su rostro un deje de sorpresa y...emoción?.-E-encerio?...lo siento, pensé que era un carrito de muestra- Mintió descaradamente, que pensaría el doncel al saber que había intentado robar su paquete de pan?.
Una pequeña risa se escapó de los rosados labios del doncel, habría notado su nerviosismo?. Que vergüenza.
-No hay problema- Dijo mientras le regalaba una bonita sonrisa. Porque era tan tierno?. Lo haría al propósito?. Si seguía sonriéndole así muy probablemente terminaría haciendo algo estúpido, y no porque fuera malo pero...¿Cómo refaccionaria una persona si alguien que era prácticamente desconocido les plantara un beso así sin más?. Lo más seguro es que terminaría con la silueta de una mano sobre su mejilla y definitivamente, esa no era la idea.
Un momento, está podía ser la oportunidad perfecta, tal vez aquí y ahora podría romper esa incómoda relación alumno-profesor.
-Profesor...que está haciendo por aquí?- Que idiota, obviamente si estaba aquí era para comprar.
-Oh...pues estoy comprando algunas cosas, pero por favor, no me digas profesor, no soy tan viejo sabes? Solo dime Naruto-.
-Esta seguro?- Necesitaba confirmar lo que acababa de escuchar, que tal y ya estaba alucinando.
-Jaja, por supuesto- Y ahí estaba de nuevo esa pequeña pero hermosa sonrisa. -Puedo llamarte Itachi solamente?- Llámame como quieras, pensó.
-Claro- Estaba contento, recordaba su nombre!. Al menos sabía quién era. Eso ya era algo no?. -Ya estaba por irse?- Quería conversar un rato más. Solo un poco más.
-Si, solamente compraré unas cosas más y me iré-. Dijo mientras tomaba un paquete de pasta instantánea, "ramen", le gustaba el ramen?.
-Ya veo...- Debería o no debería...?. -Prof-... Naruto-. Corrigió rápidamente.
-Si?- El rubio lo miro expectante por lo que tuviera que decirle.
-Podria...acompañarte hasta que termines de hacer tus compras...?- El rostro del rubio detonaba sorpresa, lo miraba con esos grandes y hermosos ojos. El rostro del doncel rápidamente tomó un tono carmín sobre sus regordetas mejillas. Se había sonrojado...
-Claro...- Dijo mientras miraba el suelo.
El solo atinó a mostrar una leve sonrisa, nunca se sintió más feliz de haber visitado un supermercado. Quién diría que pelear por un pan con un extraño no tan extraño, le haría feliz.
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Hola! Cómo están?
Bueno les dejo este capítulo y me retiro lentamente.
Feliz agonizante inicio de semana. ;)
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ᴍʏ ꜱᴡᴇᴇᴛ ᴛᴇᴍᴘᴛᴀᴛɪᴏɴ ( ɪ ᴛ ᴀ ɴ ᴀ ʀ ᴜ )
FanfictionItachi Uchiha, estudiante de último año de universidad. Su vida era perfectamente normal, hasta la llegada de cierto rubio que por cierto era su nuevo profesor de Química. Cómo cambiará su vida con la llegada del nuevo profesor de Química? ...