Yuanfen ❀vk

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—¿Dónde está JeongIn? ¿Dónde está? Oh... ¡Aquí estás! —le dice JungKook sonriendo a la pequeña bolita de ternura con tres añitos de edad que lo mira y rie a carcajadas debido a sus palabras y gestos. 

Como Omega se sentía tan increíblemente feliz cuidando de los niños pequeños que lo convirtió en su trabajo y estudió para llegar a ser un maestro de jardín de infantes. Llevaba años ejerciendo su trabajo y lo amaba con cada fibra de su ser.

El papá Omega de JeongIn y también su mejor amigo, Jimin, los mira con una sonrisa desde la puerta.

—Oigan ustedes dos. El almuerzo ya está listo.

—Deja que primero le ponga sus calcetines y lo llevaré enseguida.

—De acuerdo. Los espero en la cocina. No se tarden~

Jimin cierra la puerta del dormitorio de su hijo y se dirige a la cocina. Su esposo NamJoon lo estaba esperando sentado en un taburete alrededor de la isla ubicada en medio de la inmensa cocina de lujo mientras leía el periódico de la mañana con sus lentes de descanso.

—Nam.

—¿Qué ocurre, cielo? —le preguntó con dulzura dándole un nuevo sorbo al café que bebía.

—Es JungKook. Lo veo tan cariñoso con JeongIn y sé que tiene a Channie en su vida pero... —Suspiró— También sé que su deseo es tener más hijos. Sin embargo después no puedo evitar recordar que tiene al imbécil de Jackson como esposo y nunca podrá ser completamente feliz con alguien como él que ni siquiera le presta atención. Ya son tres celos que pasa solo y hace años que no tienen vacaciones familiares pero a pesar de todo siguen juntos. No lo entiendo. Me duele verlo asi. Feliz por fuera pero sé que por dentro se encuentra triste y cansado de llevar esa vida.

—Jimin lo único que podemos hacer desde nuestra posición es apoyarlo y recordarle que pase lo que pase nosotros estaremos para él. Aunque si yo fuera JungKook, habría dejado a ese hijo de perra hace mucho tiempo. No lo vale.

—Además es obvio que Jackson tiene un amante pero JungKook no quiere abrir los ojos. Se lo he dicho tantas veces y se niega a creerme. No hay duda de que sigue confiando ciegamente en él.

—¿Qué clase de Alfa abandonaría a un Omega como JungKook?

—El idiota de Jackson. ¡Sorpresa! —exclamó con ironía y falsa emoción.

—Oigan... —JungKook aparece en la cocina tomado de la mano con JeongIn— Ya saben que no me gusta que hablen de mi a mis espaldas.

El Omega pelinegro levanta a JeongIn en sus brazos y lo lleva con NamJoon para que pudiera alimentarlo.

—Lo siento, Kook. De todos modos no dije nada que tú no sepas. Sabes que te lo cuento todo. Por cierto ¿ya pensaste en lo que te dije?

—Jimin... no empieces otra vez con eso.

—Pídele el divorcio, JungKook. Recuerda que Nam y yo somos abogados. Tú nos das el sí que tanto esperamos y con un chasquido de dedos ya eres libre de ese patán que no te valora como lo mereces. Cualquier Alfa mataría por cortejar a un Omega tan increíblemente sexy, guapo y dulce como tú.

—Sabes bien que tengo a Bangchan. No podría hacerle esto.

—Bangchan ya tiene quince años. Es lo suficientemente adulto para ser capaz de entender lo que ocurre entre sus dos padres.

JungKook suspira y luego mira la hora en el reloj de pared.

—Será mejor que me vaya. Se me hace tarde y tengo que llevarle el almuerzo.