❝Si miras mi hermosa cara, verás que no hay ninguna cicatriz. Es la prueba de que soy, sin duda, el rey del ring❞
Jungkook vive en un mundo blanco y negro. El mundo de Jamie se ve de color de rosas. Él es controlador e impulsivo, tiene problemas de...
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❝Bittertaste❞
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El auto iba en completo silencio. Lo único que se escucha de fondo son los ronquidos de Taehyung, con quien vamos Somi y yo en la parte trasera del auto de Jungkook.
Nos estamos dirigiendo a casa de mi amiga. Por cierto, fue Jessi quien dio la explicación sobre la versión de los hechos acerca de pelea, afortunadamente no se llevaron a los chicos a pasar la noche en una celda preventiva para que según la policía, "aprendieran la lección".
Llegamos a casa de Jessi. Ella al igual que yo, también tenía casa sola, sus tíos no estaban.
—Pónganse cómodos, chicos, están en su casa. —comenta Jessi, antes de subir las escaleras junto a Nam.
Los chicos se acomodaron en los distintos sillones de la sala. Al pobre de Taehyung lo lanzaron como costal de papas a uno de los sillones.
Mi estómago rugió de pronto. No creo que a Jessi le importe si busco algo de comer en su refrigerador, me dirigí a la cocina. Encontré un paquete de galletas en la alacena, creo que con esto será suficiente. Aprovecharé estos pocos días que mis padres están fuera para comer cuánta comida chatarra me pongan enfrente.
Los chicos ya estaban dormidos. No había ni rastros de Jungkook, tal vez ya se fue.
Salí al patio. Sonreí al ver que aún seguían los columpios en los que solía jugar con Jessi por horas mientras nuestros padres jugaban cartas. Pasé muy buenos momentos aquí junto a ella.
Me dirigí hasta ellos y me senté en el que siempre solía jugar, el que está del lado izquierdo. Era obvio que ya me quedaba muy pequeño, pero al menos servía para darme un poco de vuelo mientras me comía mis galletas.
La puerta se abre nuevamente; Jungkook está saliendo, trae una botella de alcohol en la mano. Se acerca hasta el columpio de a lado y simplemente se sentó.
