Capítulo 1

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Un día de invierno en el pueblo Konoha, en una casa lejana de todas a las afueras de ese pueblo, se encontraban dos cuerpos encarnizándose hasta quedar satisfechos.... Pero no era una encarnización normal, era parecido a un nivel grotesco, un cuerpo herido de golpes hechas por el látigo de 10 colas que, en sus puntas cachos de plomo, parecidos al látigo romano con el que Jesús fue castigado, el cuerpo de esa persona además se encontraba atada de manos y pies y el dominante nada más que en sus piernas entrando y saliendo de él, pareciera que fuera una tortura para el hombre de abajo, pero NO. Esta persona estaba más que encantada con lo que le hacía si es posible ya mismo se daría su liberación, pero ese era otro problema más, su verdugo como lo quieran llamar le había puesto una jaula en el pene y testículos, y ese ya llevaba 4 días con eso, pero aun así le gustaba. Pero no menos importante era que estos dos pensaban que estaban solos disfrutando su "comida sagrada", bueno solo Sasuke no lo sabía, pero Naruto si había un jovencito que siguió a su padre a ver con quien supuestamente engañaba a su madre, además de que su conducta era agresiva en su casa y nunca se presentaba a dormir ni comer junto a él y su hermana... así que el se encontraba con el teléfono grabando detenidamente el acto, pensaba en chantajear a su padre, pero lo que él no sabía, es que el tiro le iba a salir por la culata, no debía haber enfrentado a su padre... pero eso se contará a después, por ahora será un recuerdo de como comenzó esto.

Estaba un día de trabajo cansado, eran casi las 11 de la noche, sus labores de Hokage estaban demasiado pendientes además de que su esposa era una jodona, solo con su Naruto-kun y su timidez, se supone que ya se casaron se fue más que desflorada con dos hijos y 12 años de matrimonio y sigue nerviosa en su presencia, obviamente a el le estaba colmando la paciencia... y ni que se diga de su primogénito hijo, ese era el triple de dolor de cabeza para un padre, solo porque asumió el cargo de Hokage, el sueño más ansiado de él, su hijo dizque hacia todas las travesuras para tener la atención de él, pero que descaro ni cuando el fue pequeño hacia tanto desastre... mira que colocar bombas en la montaña hokage, destruir la escuela, y encima arruinar las reuniones con personas importantes para el buen progreso de la aldea, este se merecía un buen castigo que no olvidara, solo buscaba el momento exacto donde este le pagaría con creces.

Estaba tan sumido en sus pensamientos hasta que llego su ansiado amigo, por el cual a luchado mucho por tenerlo cerca, su amigo Sasuke, este es su consejero, su mano derecha, después esta Shukamaru.. este ultimo siempre acompaña a Naruto cuando el le manda a Sasuke a unas misiones importantes que solo el puede realizarlas gracias a su Rinnengan, así que alegremente se levanta de su silla para agradecerle su buen trabajo, esperando grandes noticias... que equivocado estaba, al parecer ese día no era su buen.

N: Amigo, que tal como te ha ido en la misión en las ruinas de Kaguya... ni para que pregunto, de seguro te fue bien.

S: Naruto, gracias por la ansiada bienvenida, solo que vine con malas noticias, que posiblemente no te guste....

N: No me digas eso, por favor, necesito algo que cambie mi día... (dijo seriamente... pero al ver el rostro de Sasuke, fue la gota que derramo el vaso, pero decidió dejarle contar lo sucedido) haber dime que paso...

S: Pues, llegue a una de sus ruinas, pase investigando detalle por detalle, toda la información que conseguí lo anote en el pergamino para entregártelo, pero al salir de ahí, me tope con dos lunáticos que decían ser conocidos de Kaguya y buscaban el fruto del árbol, pero también al ver mi ojo empezaron atacarme con sus poderes, y lo malo es que cada que me defendía, ellos podían absorber las técnicas y devolver el doble, fue con eso que quemo el pergamino con el amateratsu y no pude salvarlo, lo único que pude es huir de ese lugar con el espacio tiempo.

N: (con su voz fría) bueno, que se puede hacer no... ya habrá otra oportunidad, enserio este día a sido tan maldito, pero dejémosle ahí, sabes... necesito que vayas a la cabaña que esta a las afueras de Konoha, tú sabes a cuál me refiero, tienes que estar ahí antes de la medianoche, voy en camino y sin ningún reclamo, son órdenes del hokage.

El castigo divinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora