Ella es todo lo bueno y él siempre será... Pues él.
No hay un mundo en donde Evie Longbottom y Lucius Malfoy puedan estar juntos.
Él viene de un mundo en donde el mal es considerado algo tan normal que Lucius ya no sabe reconocerlo, pero sabía que e...
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"Golden..."
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La rubia suspiró al firmar por fin el último documento del día, justo en ese momento la puerta de su oficina se abrió y al levantar la vista vio a un rubio oscuro con ojos verdes sonreírle.
-¿Qué haces aquí Adam?- Preguntó Evie acomodando su papeleo.
El señor Higgs sonrió y puso frente a ella una bolsa con comida chica del lugar frente al edificio del ministerio donde se encontraban.
-Lyssander, Lyanna, Harry, Neville, Terence y Shira están en Hogwarts, los Lupin están con la familia de Krista y sabía que te quedarías aquí- Explicó Adam sentándose.
-Creí que irías con tú familia en navidad, ya sabes tu primos en Francia- Recordó Evie sonriendo divertida- Hasta hice mi baile de felicidad porque no te vería en dos semanas-
-¿Y dejarte sola en navidad? No, tenía que darte mi regalo- Siguió Adam con el mismo tono de burla.
-¿Cuál regalo? ¿Un mes sin verte?-
-Mi presencia-
Evie soltó una risa seca y negó mientras Adam colocaba la comida chica frente a ella.
-Espero y tengas factura de ese regalo- Bromeó la mujer.
-Deja de hablar y come Golden-
La Longbottom sonrió, en los últimos años ella y Adam Higgs habían desarrollado una especie de "amienemistad" sus hijos son amigos así que tratan de llevarse bien, pero realmente suelen hacerse demasiadas bromas que para los demás son de mal gusto.
Muchos piensan que Evie y Adam se odian a muerte por las bromas que suelen hacerse, pero realmente no es la verdad.
Evie jamás lo admitiría, pero Adam era parte del grupo de tres personas a las que puede llamar amigos hoy en día, junto a Remus y Krista.
Adam tampoco admitiría que si tuviera que confiar en alguien su vida o la de su hijo esa sería Evie Longbottom porque de alguna manera sabía que eran más parecidos de lo que demuestran.
Evie tomó la comida que Adam había traído y la olfateó.
-No le puse veneno Golden- Habló sonriendo el Higgs antes de probar su comida para demostrarlo.
-Contigo no se sabe, Sunny- Se burló al decir lo último.
-Deja de llamarme así Evangeline-
-Es tu nombre- Recordó sin ánimos para luego rodar los ojos.
Antes ella solía enojarse porque la llamen por su nombre completo, ahora aquello le parecía algo tan infantil y sin gracia... Tal vez porque ya nadie la llama Evie tan seguido.
