cap 3

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15 de abril del 1965

Ya hace cuatro años que este muro cambió mi vida por completo. Me la paso sola en la casa ya que Lucifer tiene su trabajo en una empresa a unas ocho cuadras, hoy era un día lluvioso y fresco. Es el día ideal para mí. Hoy decidí tomarme un día libre, sólo por hoy.
..
Lucifer me dijo en la mañana, exactamente a las ocho y treinta que en la tarde saldríamos. Algo importante quería mostrarme, lo sé, porque el no organiza una salida por cualquier cosa.

—Nos vamos reina negra—.estaba vestido con un traje azul marino y con unos zapatos negros opacos, debo decir que el azul resalta sus hermosos ojos verdes.

—Claro, ya estoy lista. Sólo firma esto por favor, es un permiso para mi trabajo—.

Narra Azael

Avaricia bajó de las escaleras con un vestido bordo y unas sandalias negras, su pelo recogido en un hermoso y prolijo rodete. Llevaba un bolsito chiquito en una de sus manos, su piel pálida resaltaba en aquel vestido. Su mirada, su mirada intimida y tiene algo cautivador, cualquiera caería a sus pies con tan solo una de esas miradas. Sus ojos eran lo mejor que podrían ver, eran tan oscuros y misteriosos, ese color azul era el que me conquisto por completo aquel día. Por un momento me arrepentí pero luego recordé lo fría y distante que era conmigo.

Fin narración de Azael.

Azael firmó y nos dirigimos  a una mansión que jamás la vi en mi vida. Me pregunto a qué vinimos a este lugar tan lujoso.. Tenía todo un circuito para entrar, era amplia de un tono marrón claro, luces en los costados y un gran patio. También tenía pequeños detalles en las paredes, dos estatuas frente a la puerta y un gran patio de inverno vidriado, hasta el vidrio tenia pequeños dibujos abstractos que le daban el toque formal y elegante.

—Avaricia, vamos. Entremos así ves la sorpresa—. Sé que algo anda mal, la forma en que me habla, mi instinto dice que, que lo besé, no un beso cualquiera uno que demuestre el amor verdadero.—Avaricia, ¿te encuentras bien?—.
Lo atraje hacia mí con delicadeza y lo besé, él me sostuvo de la cintura. Sentí algo en mi estómago, algo que hace varios meses no sentía. Es una sensación tan tranquilizadora, reconfortante o eso es lo que yo siento.
Enrede mis manos en su cabello lacio y me separe del beso, pero nuestras caras seguían cerca. Su respiración y la mía se mezclaron, el me miró y sonrió, hace mucho no lo veía sonreír, olvidé lo tierno que se ve así. Tiene dos hoyuelos y sus pecas jamás las miré con determinación. Tenía varias por su nariz y mejillas. Volví mi viste a sus ojos y me quedé unos segundos disfrutando este momento y admirando esos ojos verdes, él me da un beso en la frente y me abraza muy fuerte, escondió su carita entre mi hombro y cuello, sentía su respiración y se escucho una risita.

—¿Qué pasa Lucifer?¿De qué te ríes?—todavía lo seguía abrazando.

—Nada. No sabes cuánto esperaba este momento, un día pensé que tu orgullo no permitiría que des el primer paso pero lo quite de mi mente, yo sabía que tu no eras así, yo te conozco. Te conozco hace mucho, hace mucho tiempo reina negra—sentí un pequeño beso en mi cuello y comencé a acariciar su cabello.

—Pero si nos conocimos hace poco luci—se separo del abrazo y me miró nuevamente con esa hermosa sonrisa.—¿Qué?.

—Avaricia, yo estuve tratando de contactarte hace varios años, conocía todo de ti. Hasta hablé con tus amigas. También envié regalos en todos tus cumpleaños pero supongo que no llegaron  porque mis padres no lo permitían y habrán interferido para que no llegarán a ti, ya que eras clase media. Entonces me rendí y {te saque de mi mente, pero creo que de mi corazón nunca te fuiste} Luego de terminar mis estudios, comencé a estudiar literatura y me propuse comenzar una nueva vida. Pero luego un día, decidí ir a la cafetería de "Hell Coffee" y te vi, todos mis planes se fueron por la basura y como ya era mayor, podía relacionarme contigo sin la intervención de mis padres, luego descubrí que después del incidente preguntaste por mi y eso me lleno de alegría.

—¿Cómo es que usted investigo tanto de mi con tanta discreción y yo solo por preguntar como se llamaba se enteró medio estado?— largue una carcajada, hace mucho no reía. Mi risa lo contagió. Estuvimos un rato hablando y luego decidimos irnos. Cenamos juntos en mi lugar favorito y el lugar donde nos conocimos, mejor dicho dónde yo lo conocí. Luego volvimos a casa y nos metimos a la cama, había sido un día muy movido y estábamos exhaustos. Lucifer dormía tan plácidamente, yo lo observaba y me puse a pensar ¿que era lo que iba a mostrarme y que hubiera pasado si yo no hacía nada en ese momento?...

Narra Lucifer.

Desperté y me encontraba solo en mi habitación, me cambié y bajé a ver si allí se encontraba Avaricia.

No había nadie y el desayuno estaba hecho, tal vez fue a hacer algún mandado o algún trabajo pendiente. Había una carta en un costado del desayuno.

Buenos días luci. Come tu desayuno luego ve a la  mansión de ayer. Te quiero.

Atentamente Avaricia.

Esto no es posible, salí corriendo de la casa sin tocar el desayuno. Llegué a la mansión y abrí la puerta. Allí estaba Avaricia de vestido negro y unos zapatos rojos. Quien la viera no diría que es una joven de veintidós años. A sus costados estaba un hombre y del otro estaba ella...

—Avaricia, puedo explicarlo—. Tenía una mirada de decepción mezclada con ira.

—No necesito explicaciones, ya esta todo claro y veo que tu amor intacto desapareció al ver a esta fugitiva inmunda.—jamas escuche a Avaricia  hablar de esa manera, era una persona totalmente diferente.

—Avaricia, por favor. Sólo fue una noche, fue un error—.

—Lo lamento Lucifer, seré de la clase media y tu de la alta pero el respeto debe ser mutuo, tu dijiste que eras diferente pero ya veo que fue puro palabrerio. Que decepcionante.
No lo espera de ti jamás. Quiero que me des la parte de la casa.

—¿Qué? Ni siquiera estamos casados..—

—Ayer firmaste un documento, solo que estabas tan entusiasmado de mostrarme a tu amante que no viste el contenido del documento.

—¿C-Cómo lo descubriste?—pregunté, era algo casi imposible ya que yo tenía todo planeado y había sido muy delicado con el tema para no tener estos problemas.

—Los días que llegabas tarde a las cenas, un día decidí llamar a la empresa y dijeron que ya habían cerrado hace unas horas.

—Lo siento, no te daré nada. Yo me casaré con ella y será quien reciba la parte. Tú no eres nada mío, tú sola fallaste en el plan, por no querer ser mi esposa—dije en tono alto, no podía creerlo pero Avaricia no puede faltarme el respeto de esa manera—.

—Oh no, no. Ella ya esta casada y quiso tener aventura con un habitante de la clase alta. Sólo eso.—Lo dijo en tono burlón.

—No puede ser, no es cierto, dime que no lo es Salem—.

—Yo que creí que me amabas Lucifer.. Me he equivocado y esto ha marcado una diferencia entre nosotros, muy grande y lo pagaras por dejarme en ridículo—.

—No, ayer cuando pasó todo ese acto de amor, algo cambió, por esa razón no te presente a Salem, ya que tu afecto me hizo acordar a los primeros tiempos, lo lamento en serio. Lo juro—. Estaba totalmente arrepentido, el afecto que me dio ayer hizo que cambiará de parecer. Creo que por más que intente olvidarla, todo es en vano ya que cuando me muestra un mínimo afecto de amor, caigo a sus pies.

—Esta bien Lucifer. Estas disculpado pero eso no quiere decir que volveremos y que no lo pagarás.
...

El hombre de traje negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora