sink in 𓄹 ࣪ ִֶָ kookmin au omegaverse

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Hoy era uno de esos días donde su lobo se sentía más débil que de costumbre. Apenas podía levantarse de la cama para ir al baño privado de su habitación, tuvo que posponer algunas sesiones de fotos para varias marcas importantes y también pausar la producción de su nuevo álbum.

Aún acostado en su cama envuelto en una cobija muy calentita, no podía evitar llorar y sentirse fatal. La sensación de insuficiencia seguía en su sistema a pesar de que ya habían pasado varios años desde su ruptura con Jungkook, aquella conversación que tuvieron en el pequeño departamento que el alfa tenía en ese entonces no lograba escaparse de su cabeza y dejarlo en paz; aunque bien sabía que eso no repararía el daño que albergaba en su corazón y que le afectó en todo ámbito.

Pero lo necesitaba y sabía las consecuencias que habrían si seguía alejado de su alfa, porque si, aún y siempre ha sido su alfa.

La última vez que hablaron Jungkook le hizo saber que tenía a otra omega, pero nunca le dijo quién era, eso hacía muchísimo más difícil la situación. Definitivamente en cualquier momento iba a colapsar.

Su llanto fue interrumpido por el sonido de una notificación, le había llegado un mensaje.

Para su sorpresa era Jungkook, hace mucho no recibía nada de él. Inconscientemente su lobito se estremeció emocionado. Secando sus ojos y mejillas con las palmas de sus manos, abrió el chat.

Con el corazón doliendo y con más lagrimas bañando sus mejillas hizo una rápida llamada a Taehyung pidiéndole por favor que viniera a su casa, contándole de inmediato que Jungkook llegaría en un rato. Su mejor amigo alfa sin pensarlo dijo que si y se puso en marcha.

Después de media hora escuchó la puerta principal abrirse y cerrarse, el aroma de Taehyung llegó a sus fosas nasales calmándole y dándole seguridad.
La puerta de su habitación se abrió cuidadosamente –con el alfa tenían muchísima confianza– Su amigo venía con una caja de donas en las manos y un lindo ramo de tulipanes, sacándole una sincera sonrisa al pequeño omega.

—Buenas tardes minnie— Saludó cerrando la puerta tras de si, encaminándose a la cama.—Te traje tus flores favoritas y doce deliciosas donas, ¿te gusta?

—Claramente me gusta Tae, muchas gracias.— Exclamó acariciando la mano del alfa que ahora yacía sentado a su lado.

—¿Cómo estás?

El más alto tocó sus rubios cabellos con cariño y acomodó sus almohadas.

—Mal, creo que se nota.—Dijo riendo amarga y suavemente.—No tengo fuerzas, siento como si tres camiones y siete autos hubieran pasado sobre mí.

—Lo lamento mucho, ¿y cómo está ese lobito?

—Peor, lloriquea todo el día llamando al lobo de Jungkook y es lo único que hace últimamente. Está muy débil y tengo miedo de que llegue a desaparecer, ¿me entiendes?—Las gotitas saladas cayendo de sus ojos volvieron a aparecer, haciéndole sollozar fuertemente.

Taehyung tomó al desmadejado omega entre sus brazos, mimándolo e intentando que su llanto cesara. Jimin se acomodó en su cuello en busca de refugio, inundándose del reconfortante olor de su amigo; aún sollozando.

Después de un rato el timbre resonó en las paredes de la casa alarmándolos. Jimin salió de su escondite e intentó pararse, fallando, no alcanzó a caer ya que Taehyung lo sostuvo velozmente para volver a acomodarlo en la cama.

—Tae, ¿podrías pasarme otra camiseta de mi armario?

Su mirada estaba baja y apenas podía mantener los ojos bien abiertos.

—¿Otra vez le vas a entregar una con tu aroma?—Preguntó un poco molesto.

—Lo necesita.

—Y qué importa, él no lo merece.

—No quiero que le comience a pasar lo mismo que a mí, necesito la camiseta por favor.— Miraba al más alto con ojos suplicantes.

—Está bien, pero no pienso recibirlo con una sonrisa, le tiro la camiseta en la cara y se larga de aquí.

Exclamó furioso mientras buscaba la prenda en el gigante armario, haciendo reír un poco al omega. Cuando Jimin ya la tuvo en sus manos se quitó la que ya tenía puesta y la reemplazó por la que recibió hace un momento.

—Tae ya ve a dejársela, por favor.—Pidió, acostándose entre sus almohadas y mantas, cerrando sus ojitos. Agradecía no haber sentido aún el aroma de su alfa.

Taehyung tomó la camiseta en sus manos y corrió escaleras a bajo. Giró la perilla y se encontró –obviamente– con el detestado alfa, vaya que lo odiaba, le repudiaba, le causaba asco y muchas ganas de golpearlo. Pero se contuvo.

—Hola Taehyu-

Fue interrumpido por una camiseta bañada en olor a fresas, dulces y flores, que fue estrellada en toda su cara, atontándolo. Había extrañado tanto ese delicioso aroma.

—Ya lo tienes, vete.

Y la puerta fue cerrada abruptamente en su cara. Se lo merecía.

intenten adivinar porqué jimin si puede acercarse y
tener una relación afectuosa con taehyung
aunque este sea alfa.

si hay algún error discúlpenme lo escribí en poquito tiempo :p